Mientras la búsqueda de Odalys sigue, la situación del principal acusado de su desaparición, Joel P. es analizada. La Dirección de Régimen Penitenciario ha informado que ya se prepara su traslado a otro sector del penal de Chonchocoro, donde cumple detención preventiva; se busca precautelar su seguridad.

“Se está viendo con el director del centro penitenciario para que pueda tener la seguridad, sobre todo; estamos llamados con las personas preventivas a brindarles y cuidar de su seguridad física y su salud, obviamente eso se va a priorizar. Entiendo que en estos días ya el director del centro penitenciario lo está removiendo a un sector donde no hay muchas personas, donde no hay muchas agresiones o pueda sufrir algún tipo de agresión el privado de libertad”, informó el director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias.

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Joel P. (25) es la última persona que señala haber estado con Odalys Vaquiata, su novia. Con ella emprendió un viaje el 30 de marzo hacia el norte de La Paz, para un paseo corto. No obstante, si bien él retornó a su hogar, ella no y desde entonces se desconoce su paradero.

El sindicado es el principal sospechoso de este caso y por eso la Justicia determinó su detención preventiva en el centro de Qalauma. Sin embargo, tras identificar que portaba un celular, se lo sancionó y se decidió su traslado al penal de Chonchocoro, donde ingresó directamente a un sector de aislamiento.

“Ya se ha emitido las sanciones correspondientes de la persona que tenía el celular, donde cabalmente Joel estaba en el centro penitenciario de Qalauma. Ya han sido sancionadas esas personas, como establece la ley 2298 (…). En Chonchocoro no ha cometido ninguna falta el privado de libertad”.

En tanto, aún no hay rastros de la joven mamá, que cumple 28 años este mes. La Fiscalía declaró en reserva el caso.

En hechos distintos, dos mujeres fueron víctimas de golpizas de parte de sus hijos. Ambos hechos ocurrieron en la ciudad de Oruro.

El primer caso es de una mujer de 65 años de edad, golpeada por su hijo, un menor de 13 años. Según el informe de la Policía, el agresor reaccionó porque “su comida estaba fría”.

“Nos llegó una denuncia de una joven de 19 años que acusó a su hermano por golpear a su madre con un palo, lo que le causó serias lesiones en el cuerpo. La señora presenta moretones en ambos brazos y tiene lesionada la cabeza”, informó el director municipal de la Dirección de Igualdad de Oportunidades de Oruro, Boris Delgado.

La mujer está hospitalizada, su estado de salud es estable. En tanto, un Juez del Menor determinó que el agresor sea enviado a un centro de rehabilitación.

OTRA AGRESIÓN

El otro hecho también ocurrió en la ciudad de Oruro, donde una universitaria agredió físicamente a su madre luego de que esta le reclamó por haber reprobado en tres materias de su carrera. El incidente tuvo lugar el sábado 4 de mayo en su casa.

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“La madre le ha reclamado a su hija por los gastos que eroga en la universidad privada, donde esta joven ya está varios años, esto derivó en la reacción violenta de su hija, quien comenzó a golpear a su madre en el rostro con puños”, señala el informe policial.

Luego de propinarle golpes con las manos agarró un palo y arremetió contra la víctima. Aquello le dejó lesiones en la cabeza y el cuerpo.

Malherida, la mujer acudió a la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) y sentó la denuncia. La agresora quedó aprehendida y será puesta a disposición de la Justicia.

Una mujer de 25 años de edad, de nombre Miriam, recibió un brutal ataque por su pareja, un colombiano que intentó quitarle la vida. Con la joven suman dos las víctimas del extranjero.

El hecho ocurrió el sábado, en el barrio Plan Tres Mil, cuando, según el relato de la hermana de la víctima, el hombre llegó en la madrugada a su casa y con un arma blanca atacó a la mujer y le cortó partes del rostro, y es posible que pierda un ojo.

“Mi hermana fue atacada por el sujeto. Le cortó parte del rostro derecho, el cuello y la cabeza. Ahora necesita varias cirugías; una puñalada llegó cerca de su ojo y es posible que lo pierda. Debe ser sometida a varias cirugías”, relató la mujer en la red Uno.

Tras el ataque, el colombiano huyó, pero la Policía logró aprehenderlo cuando intentaba salir de Santa Cruz. El caso es de conocimiento del Ministerio Público, que presentará la imputación por el delito de tentativa de feminicidio.

Luego de hacerse público este caso, apareció otra mujer a quien, hace unos meses atrás, también la atacó y le cortó el rostro. La mujer denunció que a pesar de las lesiones y luego de la evaluación de un médico forense le dio 10 días de impedimento, su denuncia fue desestimada.

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Además, el pasado 19 de abril, el hombre fue denunciado por un presunto hecho de violación. “La Policía lo ha detenido, pero horas después fue liberado”, señaló la hermana de Miriam.

La familia pide garantías y que la Justicia le dé la pena máxima. Alertó que el acusado maneja tres nombres.

Audalia Zurita, abogada defensora del colegio Alemán Mariscal Braun de La Paz, aseguró que en las denuncias sobre presuntos abusos sexuales hubo “desinformación y/o información distorsionada”.

En las últimas semanas, se dieron a conocer dos casos de presunto abuso sexual en dicha unidad educativa. El primer caso se trata del presunto abuso sexual a una niña de cuatro años; el posible autor es el portero del colegio, quien guarda detención preventiva en la cárcel de San Pedro.

En el segundo caso, se denunció que una menor de 14 años de edad fue abusada por su compañero de curso de la misma edad en agosto de 2023. Pero los padres de la menor decidieron hacer público el caso por “el encubrimiento de parte de la Dirección del establecimiento educativo”.

En Piedra, Papel y Tinta, de La Razón, Zurita contó que «el caso 1» estalló el 8 de abril, después del descanso pedagógico por Semana Santa. Develó que la madre de la menor aseguró que su hija no quiso ir al colegio; sin embargo, afirmó que la niña no quería ir al centro educativo desde el primer día de clases.

Afirmó que ese presunto abuso sexual fue «detonante» de otros casos. Según la jurista, la niña dijo que su abusador fue «un hombre vestido de negro», apuntó a un portero, pero mencionó el nombre de otro.

“Hubo una confusión de inicio”, añadió.

También, explicó que «no hay posibilidad de que un niño vaya al baño y que la profesora esté desatenta», debido a que los baños se encuentran cerca a las aulas en el sector de kínder. Afirmó que, normalmente, los porteros no entrar en horario de clases a esa área. “El colegio toma las previsiones para garantizar la seguridad de los niños”.

Por ello, aseguró que la investigación debe ser abordada con la técnica de la cámara Gesell, que es una habitación condicionada para permitir la observación con personas. Está conformada por dos ambientes separados por un vidrio de visión unilateral, los cuales cuentan con equipos de audio y de video para la grabación de los diferentes experimentos.

“La entrevista queda grabada con las reacciones, los movimientos para que determinen si se dice la verdad”, explicó. 

Respecto al segundo caso, Zurita indicó que el hecho no se supo sino después de una denuncia externa, «cuando el adolescente varón (de 14 años) le confiesa a una profesora de alemán externa. Estaba preocupado por las consecuencias».

Cuando la profesora externa da a conocer el hecho al colegio, la institución reúne a los menores de edad y, posteriormente, cita a sus padres para analizar las sanciones que iban a aplicar a los adolescentes. “La adolescente no quería que sus padres sepan”.

Sin embargo, al día siguiente, los padres de la menor acudieron al Ministerio Público y solicitaron las imágenes de las cámaras y toda la información. El colegio no pudo presentar los videos porque se encontraban cambiando el cableado. “Los estudiantes sabían eso”.

Develó que los adolescentes, ambos de la misma edad, habían acordado concurrir al baño de discapacitados. “La información que proviene de la investigación es que ellos se pusieron de acuerdo en lugar, fecha y hora”, dijo.

“Ambos están en la misma condición”, añadió.

Explicó que cuando hay una diferencia de tres años, recién se puede hablar de un delito sexual. “Cuando la diferencia de edad es menor a tres años no hay delito. Si son del mismo grupo etario. no hay delito siempre y cuando no haya habido violencia”.

La semana pasada, Fabricio Góngora, abogado de la familia de la adolescente de 14 años, denunció que existe encubrimiento por parte del colegio, revictimización y que existen irregularidades en la Justicia.

Sin embargo, Zurita reveló que el adolescente no fue permitido de volver a la unidad educativa en el primer trimestre de este año, pese a una orden judicial que obliga al colegio a ponerlo en listas. “No se revictimiza a la estudiante”, aclaró.

La orden judicial fue consultada con la Dirección Distrital para analizar si se dará o no cumplimiento.

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Miguel Ángel Yáñez, teniente del Ejército de 32 años de edad, falleció la noche del domingo luego de ser torturado en un módulo policial. El hombre fue aprehendido por un presunto acoso a una menor de edad.

El 24 de abril, el militar quedó arrestado cerca del segundo anillo de la avenida Busch, en la ciudad de Santa Cruz. Luego lo trasladaron a la comisaría policial del Parque Arenal, donde recibió una brutal golpiza.

De acuerdo con el relato de la hermana y la esposa del teniente, el hombre estaba reportado como desaparecido; dos días después de la golpiza, el 26 de abril, recién tomaron conocimiento de lo sucedido.

“Cuando llegamos a la comisaría, lo hemos encontrado a mi hermano muy mal, totalmente golpeado, y lo hemos trasladado a un centro médico”, contó la hermana.

La esposa acotó que el militar tuvo que ser operado y luego llevado a cuidados intensivos del hospital de la Corporación del Seguro Social Militar (Cossmil).

Hugo Oblitas, abogado de la familia, presentó una denuncia por lesiones graves contra presuntos autores, a quienes pidió identificar a través de un requerimiento emitido por el Ministerio Público al Comando Departamental de La Policía.

FLAGELACIONES

El jurista señaló que su cliente tenía quemaduras en los pies, lesiones en la cabeza, flagelaciones en el cuerpo entre otras lesiones.

El uniformado estaba internado desde hace una semana. Su cuerpo no soportó las secuelas de las lesiones. Un paro cardiaco acabo con su vida la noche del domingo.

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De acuerdo con el relato de su familia, Yáñez padecía de psicosis y perdía la memoria. Un accidente de tránsito lo dejó en ese estado de salud.

El fin de semana se supo que 12 personas declararon en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).

Personal del Ministerio Público realizó una inspección a la comisaría del Parque El Arenal para colectar datos que puedan conducir a identificar a los presuntos agresores.