Japón y Grecia se perjudican
Igualaron sin la apertura del marcador, pero todavía pueden pelear por un cupo
La selección japonesa de fútbol empató sin goles ante una Grecia que jugó con diez futbolistas durante toda la segunda mitad, ayer en Natal, y ambas escuadras complican su pase a octavos del Mundial donde sí estará Colombia.
Nipones y helenos suman un punto en dos encuentros y las urgencias llamaban a la puerta de ambas escuadras en una última chance en la tercera fecha del grupo cuando se midan ante Colombia (clasificada con seis puntos) y Costa de Marfil segunda con tres, respectivamente.
Las derrotas provocaron la misma situación en ambas selecciones: dudas, críticas y la necesidad de empezar a sumar con la esperanza de seguir vivos en el torneo.
Los asiáticos arrancaron el choque con mayor determinación, con la idea clara de atacar desde el primer minuto, sin complejos. Sus rivales esperaban rezagados para aprovechar lo que mejor saben hacer: castigar los errores de sus contrincantes, salir al contragolpe y no errar sus ocasiones frente al arco.
Así, el capitán Makoto Hasebe probó suerte a los dos minutos con un disparo sin demasiado peligro y su compañero, Yuya Osaka, hizo lo propio poco después con otro remate.
Osako maldijo su escasa fortuna a continuación cuando un tiro suyo dibujó una espectacular parábola.
Japón imponía sus señas de identidad, amasando el balón, combinando sin prisas, buscando profundidad en espacios cerrados, pero le faltaba pegada y definición.
Como no estaba Kagawa fue Keisuke Honda, el otro talento internacional de los nipones, el que levantó de sus asientos a los espectadores con un gran lanzamiento de falta que sacó Karnezis con dificultades (28). Solo un buen remate de Vasilos Torosidis (39) inquietó al portero nipón Eiji Kawashima en los primeros 45 minutos.
En el inicio de la segunda mitad, Georgios Samaras disparó sorprendentemente desde el centro del campo al ver adelantado a Kawashima. El balón se fue encima del travesaño.
Kagawa no tardó en entrar por Osako (57) y Kawashima tuvo que esforzarse al máximo de nuevo en una suerte donde Grecia imparte cátedra: el balón parado.
Los griegos estaban con un jugador menos, pero no se notaba. Sufría poco y llegaba con peligro. Yoshito Okubo tuvo el gol cuando el arquero estaba vencido pero el balón salió desviado.
Grecia pudo incluso ganar al final (80), pero el último testarazo de Samaras se marchó desviado.
Los datos
Suplente
Los japoneses pusieron en el banco a Shinji Kagawa, su principal figura, que ingresó después.
Ilusionados
Al final del partido, los jugadores griegos se reunieron y coincidieron que el empate es como un triunfo porque jugaron con uno menos.