La preselección de candidatos
La preselección debe convertirse en algo más que una simple revisión de requisitos y debe estar basada en criterios establecidos tomando en cuenta aspectos de transparencia, idoneidad y honestidad.
Cómo se debe encarar el mecanismo de la preselección de candidatos judiciales? La Cumbre de Justicia, realizada en Sucre, planteó algunas reformas, propuestas viables que deben ser consideradas en este trabajo. La revolución de la justicia comienza con esta cumbre que estableció tareas pendientes, que tienen que ser implementadas de manera conjunta entre todos los órganos del Estado.
Siendo el derecho una ciencia, hay que revalorizarlo; hay gente con especialización que tiene experiencia, profesionales con trayectoria en la cátedra, como en la profesión libre y, por qué no decir, también como jueces o fiscales existe gente rescatable, que quieren servir a nuestro país y a la justicia en particular, que logran un mérito, el mismo que debemos valorarlo; es lo que conocemos como meritocracia.
La selección de candidatos debe ser tomando en cuenta todos los aspectos antes referidos, para que las personas de las características señaladas, que merezcan la confianza de la población, lleguen a los máximos cargos.
Las transformaciones que se hicieron en años pasados no llegaron a la administración de justicia; ésta siempre fue colonial, anquilosada, llena de formalismos, copiada de otras, sin tomar en cuenta nuestras condiciones y realidad; consiguientemente, no es tarea fácil lograr una transformación inmediata. La elección por voto del pueblo es acorde a nuestra Constitución y ha sido realizada con la mejor de las intenciones, pero ya con la experiencia anterior es necesario efectuar un trabajo de selección con mecanismos participativos, a fin de tener los mejores hombres y las mejores mujeres en esos cargos.
Debe existir nuevos lineamientos para modificar el reglamento de convocatoria para la preselección de aspirantes, sin descuidar la evaluación de magistrados tal como se dispuso en la cumbre.
¿Cómo no incurrir en los errores de los anteriores comicios? Se tenía mucha esperanza y por qué no decir confianza en las autoridades electas por el voto del pueblo, pero lamentablemente estas autoridades elegidas no han colmado la expectativa.
En medio de esta crisis se ofrecen reformas, soluciones y una vez más se ha optado por las cumbres, que de alguna manera recogen demandas de la sociedad civil y los sectores involucrados.
Esta elección de magistrados por voto del pueblo fue una primera experiencia. No dio los resultados que debió dar, es decir los esperados, la intención fue buena, la de democratizar la justicia; se debe trabajar sobre este tema perfeccionando la misma, que la meritocracia llegue no solamente a las máximas autoridades, sino a través de ellas se replique a toda la administración de justicia. Si existen más de 60.000 abogados y hay algo más de 1.000 jueces, ¿cómo es posible que los mejores no puedan llegar a esos cargos? Tomando en cuenta capacidad, formación, honradez, experiencia, es lo que debe buscarse y encontrarse.
El objetivo supremo debe ser que las personas más capaces e idóneas lleguen a esos cargos, acorde a nuestra Constitución.
¿Cómo mejorar los mecanismos de este sistema de preselección? Es una tarea de la Asamblea Legislativa Plurinacional y del Órgano Electoral. Debería utilizarse mecanismos ampliamente participativos, ingresar todos los sectores de alguna manera sanos del mundo del derecho: facultades del área (universidades), colegios de abogados, y hacer un procedimiento participativo.
Se precisa una propuesta para modificar el reglamento de convocatoria para la preselección de aspirantes a las elecciones judiciales, con la finalidad de otorgar credibilidad a la población boliviana y, ante todo, transparencia a la justicia del país, siendo de suma importancia la calificación y evaluación meritocrática para la preselección. Este reglamento basado en la Constitución debe dar a la ciudadanía boliviana la certeza y confianza en el proceso de calificación, evaluación y preselección de candidatos para la conformación de los tribunales del país.
Sería un trabajo conjunto del Órgano Legislativo y del Tribunal Supremo Electoral (TSE) a fin de modificar algunos artículos de la Ley del Régimen Electoral, es decir que debe incluso existir cambios en el diseño de la papeleta de votación y que el máximo Órgano Electoral tenga más tiempo para difundir los méritos de los aspirantes a autoridades judiciales y se diseñe una estrategia de comunicación más amplia, que permita divulgar dichos méritos no solo a través de los medios de comunicación sino también por redes sociales, generando espacios públicos con la finalidad de que los electores lleguen a las urnas con la debida información sobre los candidatos.
Se deberá establecer un mínimo de votos válidos para poder acceder al alto cargo que se aspira; proceso en el que los candidatos más votados por los electores sean los elegidos, constituyendo un avance cualitativo hacia la democracia participativa, sustancial. Este sistema debe tener como actores a entidades tanto de la sociedad civil como del Estado, amparadas en la Constitución y el ordenamiento jurídico vigente.
¿Debe seguir siendo la Asamblea Legislativa Plurinacional la que esté a cargo del proceso de preselección? El Órgano Legislativo constituye el máximo órgano de representación nacional del Estado, pues es producto de un proceso eleccionario nacional en el que todas las regiones del país están representadas, así como de las corrientes políticas. Por lo expuesto, el Órgano Legislativo es la entidad dentro de los órganos del Estado convocada para la realización de la preselección.
Es muy importante que la selección recaiga en los mejores profesionales para que ocupen altos cargos. La Asamblea Legislativa Plurinacional tiene un trabajo delicado y de alta responsabilidad: elegir a los mejores hombres y mujeres de Derecho, a fin de mejorar la justicia boliviana y dar una respuesta positiva a la Cumbre de Justicia, con la finalidad de que se realice posteriormente la elección vía voto popular. Pero antes el Legislativo deberá realizar una preselección de candidatos, con un reglamento que permita seleccionar profesionales idóneos y de buena trayectoria.
Debiendo efectuarse cambios en los criterios de preselección, tomando en cuenta los diferentes aspectos antes referidos, realizando un mejor trabajo a fin de no incurrir en errores pasados, sin considerar ningún tipo de avales.
Un sistema de elección de magistrados que sea el resultado de una búsqueda cuya naturaleza radique en la intención de generar un sistema electoral con mayor participación, que profundice la democracia, que proyecte una jurisdicción real y efectiva, asegurando el resguardo de la supremacía de la Constitución, el respeto de los derechos fundamentales y el fortalecimiento del sistema democrático.
La preselección debe convertirse en algo más que una simple revisión de requisitos y debe estar basada en criterios establecidos tomando en cuenta aspectos de transparencia, idoneidad y honestidad.