Confiar en el futuro
La gente, en general, percibe mejoras en su calidad de vida y manifiesta optimismo respecto al futuro.
La encuesta realizada por la empresa Tal Cual, Comunicación Estratégica para La Razón indagó mucho más que solamente las preferencias electorales de la población en ciudades capitales, intermedias y localidades rurales, también sirvió para conocer las expectativas de la gente en el futuro. Poco más de cuatro de cada 10 personas creen que su situación económica mejorará el próximo año.
En efecto, se hicieron dos preguntas al respecto: ¿Su economía y la de su familia mejoró este año? Y, ¿cree que mejorará en 2020? El 40,3% de la población encuestada piensa que su situación económica está “igual de buena” y que “mejora”, frente a un 51,7% que percibe que está “igual de mala” y que “empeora”. Respecto a las expectativas para el próximo año, el 44% piensa que mejorará, frente al 47% que cree que empeorará.
En Santa Cruz, el 51% de la población encuestada manifestó que su situación económica mejorará, el mayor promedio en todo el país; al contrario que Pando, donde apenas el 34% tiene esa esperanza. En Beni está la mayor población que cree que su situación empeorará: el 54,7% y en Chuquisaca, el menor porcentaje de pesimistas, que sigue siendo alto: 42,2%.
Pero lo verdaderamente importante está en los datos que arroja la pregunta sobre la expectativa en el mediano plazo. Consultados sobre su percepción respecto a su situación con relación a la de sus padres, la respuesta promedio fue mayoritariamente optimista: el 59,7% dijo que su situación es “ligeramente” o “mucho” mejor que la de sus progenitores. Respecto al futuro de sus hijos, el 71,1% respondió que espera que la vida de sus descendientes sea “algo” o “mucho” mejor que la suya.
Se trata, pues, de fuerte evidencia en favor de la idea de que, más allá de cualquier interpretación que merezca la actual coyuntura política, la gente, en general, percibe mejoras en su calidad de vida y manifiesta un claro optimismo hacia el futuro, pues, como dice una economista y especialista en la materia, “las expectativas sobre el bienestar de las próximas generaciones no se agotan con los logros alcanzados hasta hoy”.
En el contexto preelectoral que vive Bolivia estos meses, la información producida por la empresa encuestadora también es un importante referente para orientar los discursos de los frentes en campaña: no importa cuántas veces se insista en una supuesta depauperación del país o siquiera en una “desaceleración” de la economía, la gente no ha perdido el optimismo.
Tocará a los estrategas de la comunicación política interpretar en detalle esta información y planear en función a ella, lo cual no debería inspirar discursos apocalípticos que menoscaben dichas esperanzas, sino, por el contrario, que sirvan para ofrecer a la población boliviana una visión de futuro que sea a la vez optimista y comprometida, pues el bienestar de la gente no solo es un deber del Estado, sino también fruto del esfuerzo de todos y todas.