Mi mascota, mi responsabilidad
Lucía Sauma, periodista
El 12 de agosto en Viacha una niña de dos años murió a causa de la mordedura de un perro con rabia, la menor no recibió la vacuna a tiempo por problemas de malos entendidos entre sus familiares. Luego de esta fatal noticia salieron a luz los casos de mordeduras de perros rabiosos. La información es preocupante porque ya suman 100 las víctimas de este mal que puede ser letal, en lo que va del año. Según la información proporcionada por el Ministerio de Salud, en Cochabamba fueron reportados 34 casos, 28 en Chuquisaca, 11 en La Paz, 13 en Potosí, 12 en Tarija y 2 en Santa Cruz.
Los perros enfermos con rabia que mordieron a ciudadanos en los casos citados no habían recibido la vacuna correspondiente y casi todos eran callejeros que vagabundean en pueblos pequeños o ciudades grandes, donde nadie se hace cargo de su cuidado y menos de que reciban la dosis antirrábica necesaria para no contraer esta enfermedad.
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Este último fin de semana, dos hombres fueron atacados por una jauría de perros callejeros en plena ciudad de Oruro, una de las víctimas falleció al desangrarse por la gravedad de las heridas que le ocasionaron los animales que lo atacaron. Son muchos los casos de mordeduras, al menos dos muertes, demasiados perros que están en las calles sin que nadie se ocupe de ellos. Lo peor es que muchos tienen un dueño, pero solo de nombre porque los abandonan, no se ocupan de alimentarlos, menos de que reciban su vacuna.
Cada día se ven más casas de mascotas en las veredas, con los platos de comida vacíos. Estas semanas, quizás por pura coincidencia aparecieron mensajes en las redes sociales solicitando que se deje tachos de agua y comida para los animales que no tienen dueño y necesitan alimentarse. ¿Eso está bien? Sería mejor una campaña para que las personas que tienen un animalito a su cargo sean realmente responsables y no los dejen sin ninguna protección.
Por otro lado, las calles son una muestra de la falta de responsabilidad con la que actúa la gente frente a la tenencia de mascotas, no hay acera libre de excrementos de animalitos, no hay parque o área verde que no se llene de las gracias de perros y gatos, sean callejeros o no. Es habitual ver cómo las personas de los edificios salen con la correa en mano para que sus perritos dejen limpios sus departamentos y ensucien las aceras que los transeúntes terminan pisando, o los cochecitos de bebés, los triciclos y bicicletas que arrastran en sus ruedas y luego los llevan dentro de las casas. Nada de esto está bien. Tener una mascota entraña responsabilidad, no abandono y dejadez.
A raíz de las muertes por rabia se está promoviendo campañas de vacunación de mascotas. Frente a la inmundicia de las calles hasta hay propuestas de ley para que se recojan los desechos de los perros. Nada de esto prosperará si no se toman medidas pecuniarias como el pago de un impuesto o la firma de un documento por tenencia de mascota que signifique un registro real en las estadísticas de los municipios.
(*) Lucía Sauma es periodista