La alianza público-privada, el cimiento para la industrialización de Bolivia
Pablo Camacho: ‘El Gobierno nacional y los subnacionales deben generar políticas públicas para el desarrollo industrial’.
Imagen: CNI
ENTREVISTA
Pablo Camacho, presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), dialoga a profundidad sobre la situación económica global y del país, además de las oportunidades y desafíos del presente. Destaca la necesaria interacción entre las condiciones generadas por el Estado y la actividad productiva. Resolver todo el encadenamiento que deriva en la formación de un clúster industrial requiere necesariamente de la convergencia de esfuerzos estratégicos entre autoridades y empresarios.
—¿Cómo ve usted la situación de la economía mundial en la actualidad?
—La situación es compleja, pero como ocurrió en todos los periodos críticos que nos tocó vivir, los industriales bolivianos convertimos las amenazas en oportunidades. Al impacto de la pandemia del COVID-19, se suman la crisis de suministros que se origina en China, los efectos de la guerra de Rusia en Ucrania y el incremento de las tasas de interés en la Reserva Federal de los Estados Unidos que nos enfrentan a un delicado problema de estanflación a nivel mundial. En la región se evidencia un menor nivel de actividad económica y un mayor nivel de incremento de los precios, en particular de alimentos e hidrocarburos. Varios países de la región optan por devaluar sus monedas que se refleja en un aumento del contrabando que afecta la producción nacional. En este complejo escenario es imperioso establecer una alianza público-privada a través de un diálogo franco y abierto con el único propósito de establecer políticas de Estado que protejan la producción nacional de estas amenazas.
—¿Cómo ve la economía del país y cuáles considera que son los principales desafíos al presente y en el corto plazo?
—El primer y gran desafío para los bolivianos es mirar más allá y generar los espacios que permitan un diálogo de mutua confianza donde se defina la ruta crítica de la reactivación económica. Estamos frente a un momento histórico. La complejidad del escenario desafía al Gobierno central, los gobiernos subnacionales, los empresarios grandes y chicos, el sector académico y todos los actores económicos a unir esfuerzos para definir acciones de corto y largo plazo. Bolivia tiene un gran potencial productivo e industrial en alimentos, energía y minería, entre otros. Para los industriales es fundamental encarar esta situación a través de la innovación y la transformación de nuestras materias primas para lograr la sostenibilidad de la industria boliviana.
—¿Cómo está conformado el sector industrial en Bolivia? ¿Cuáles son los principales encadenamientos industriales con los que cuenta el país?
—El tejido productivo boliviano es ampliamente diverso. Está conformado por los rubros de alimentos y bebidas, farmacéutico, metalmecánica, muebles y cueros, industria gráfica, textiles, plásticos y materiales para la industria de la construcción. Sus principales encadenamientos productivos se encuentran en el sector de alimentos y bebidas, la industria de materiales para la construcción y la industria farmacéutica.
—¿Cuáles son las principales características y especificidades regionales del sector industrial boliviano, en las zonas andina, valles y oriente?
—Cada región del país tiene una riqueza particular que conforma la diversidad productiva boliviana. El oriente industrial se caracteriza por la producción agroindustrial sojera y cárnica; la zona de los valles por la producción de alimentos y bebidas, y materiales para la construcción; y la zona occidental por la producción de alimentos y bebidas, e industria farmacéutica y metalmecánica.
—¿Cuál es la situación al presente del sector industrial en Bolivia? ¿Cómo se vio afectado por la pandemia y cómo está yendo la reactivación?
—En 2021 el PIB industrial creció un 3,9% tras el descenso del -8,3% de 2020, el mayor de los últimos 70 años. Aunque en 2022 existe un crecimiento relativo del PIB industrial, es insuficiente para recuperar el nivel de actividad económica de 2019. Esto nos muestra, una vez más, la urgencia de establecer un diálogo que permita esbozar soluciones de corto y largo plazo en busca de la sostenibilidad. El sector industrial enfrenta dificultades para su producción por la actual crisis de suministros, logística y transporte internacional que generan incrementos en los costos de materias primas, insumos, bienes intermedios y bienes de capital.
—¿Cuáles son los principales desafíos inmediatos del sector industrial boliviano?
—El principal desafío es la búsqueda de soluciones sostenibles a través de políticas de Estado que emanen de un diálogo abierto. Los productores bolivianos necesitamos una alianza público-privada; de lo contrario, seguiremos generando respuestas aisladas que impiden una solución plena a temas sensibles y de trascendencia nacional. La agenda industrial y de reactivación nacional exige un trabajo conjunto entre todos los actores económicos. De lo contrario, temas cruciales como la lucha contra el contrabando, la presión tributaria y laboral, el fomento a la inversión, la infraestructura productiva, logística y transporte, la apertura de mercados, entre otros, quedarán nuevamente postergados impidiendo potenciar la competitividad de la producción nacional.
—¿Cómo están incidiendo las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en el sector industrial? ¿Cómo inciden en las startups?
—La pandemia del COVID-19 aceleró la incorporación de nuevas tecnologías en los procesos productivos y de comercialización de las industrias en Bolivia. Por su parte, la CNI impulsa el concepto de triple hélice (Estado, empresa privada y academia) y busca conformar el Comité de Ciencia y Tecnología para estudiar e implementar en las industrias las nuevas tecnologías tanto en los nuevos productos, nuevos diseños, nuevos envases y nuevos modelos de negocio. A través del Proyecto Red Empleo que coordinan la CNI con la Unión Europea, se impulsa la generación de oportunidades de inserción laboral y autoemprendimiento, donde resaltan las startups.
—¿Con cuánto espera aportar el sector industrial al PIB nacional en 2022 y a cuánto desea llegar en 2025?
—En la Política Industrial para Bolivia propuesta por la CNI se establece que en las últimas tres décadas, la tasa de contribución del sector industrial a la economía gira en torno al 16%. Para realizar el salto cuantitativo y cualitativo hacia 2030 y alcanzar una participación industrial superior al 22%, se requiere crecer a tasas que superen el 7% promedio. Solo con una mayor industrialización de nuestros recursos naturales podremos lograr este objetivo. Por eso, la CNI plantea abrirnos a la innovación para lograr una mayor transformación y de esta manera, generar una industria sostenible en el mediano y corto plazo.
—¿Cuál es la situación actual de la Cámara Nacional de Industrias y cuáles son las prioridades en las que se está enfocando su gestión?
—La nueva presidencia y la actual directiva de la CNI tiene un enfoque de 360 grados tanto a nivel de rubros industriales como de regiones en el país. La atención a las demandas y planteamientos de los diferentes rubros industriales como la atención a las demandas regionales industriales es el eje de nuestro enfoque estratégico. El propósito es promover el desarrollo de la industria en operaciones y en desarrollo en los nueve departamentos, por lo que planteamos políticas en materia económica y jurídica en el marco de la política de sustitución de importaciones con el fin de impulsar el crecimiento de las exportaciones industriales. Es prioritario promover las potencialidades industriales de cada departamento en función de su clima, ubicación, mercados internos y externos para la creación de nuevas industrias. El enfoque de nuestra gestión plantea la participación pública y privada para el desarrollo industrial con el apoyo y asistencia de la cooperación internacional y de la academia. El Gobierno nacional y los gobiernos subnacionales deben ser actores claves en la generación de políticas públicas que impulsen el desarrollo industrial. La generación de infraestructura productiva, la seguridad jurídica para la inversión, la generación de incentivos fiscales y el contexto macroeconómico adecuado, entre otros factores, son esenciales para el logro de este propósito.
—¿Cuáles son sus recomendaciones para los emprendedores jóvenes que desean incursionar en el sector industrial en Bolivia?
—La transformación productiva, la innovación con alto valor agregado y la sostenibilidad del ecosistema son los ejes en la nueva normalidad que experimenta el país y el mundo en el sector industrial. Adicionalmente, la oferta de productos de alto valor agregado orientados al mercado nacional e internacional debe primar entre los jóvenes que desean incursionar en el sector industrial del país.
Pablo Camacho
Presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI)
- Es economista graduado de la Universidad Católica Boliviana (UCB) y máster en Administración de Empresas.
- Lleva más de 12 años como director de la Cámara Nacional de Industrias (CNI).
- Fue también tesorero de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) y antes de llegar a la presidencia de la CNI presidió la Cámara Departamental de Industrias de La Paz y fue vicepresidente de la CNI las dos últimas gestiones.