En el plató de los super héroes
Para los seguidores de los héroes del cómic es un menú agradable, una alternativa para encontrarse en el lugar donde hubo peleas y batallas de ficción. Para tomarse una foto con la realidad.
Un Toronto con apariencia de Nueva York, una fortaleza en los Alpes, una base militar en el desierto de Mojave (EEUU) o el barrio más concurrido del mundo, en Hong Kong, son algunos de los escenarios reales donde los mutantes y los grandes héroes del cómic viven sus hazañas en la ficción. Y se los puede visitar.
Nueva York es la urbe que más veces ha sido devastada en la ficción por peleas de superhéroes. Hulk, Spiderman, Daredevil, Los Cuatro Fantásticos, Los Vengadores o los X-Men han luchado con la Gran Manzana como fondo.
El Hombre Araña, por ejemplo, creció en Forest Hills, un barrio de Queens, junto a su tía May, mientras que El Clarín (Daily Bugle), el único periódico que publicaba imágenes de este superhéroe, se situó en el estilizado Flat Iron, entre la Quinta Avenida y Broadway. Los Cuatro Fantásticos tienen su cuartel general en la calle 42 y Madison Avenue, y Los Vengadores se instalaron por primera vez en la Quinta Avenida, al sur, frente al Central Park, para trasladarse después a la Stark Towers, la futurista Columbus Circle. Por su lado los X-Men, que viven a las afueras de la ciudad con el profesor Charles Xavier, se mueven sobre todo por la convulsionada Manhattan. En la primera adaptación al cine de sus aventuras, en el 2000, sufren una emboscada en Gran Central Station, que queda arrasada.
También hacen volar por los aires la antorcha de la Estatua de la Libertad.
Al sur de Estados Unidos, sobre los nueve kilómetros de la base militar de Edwards —ubicada en el desierto de Mojave, California— han aterrizado todo tipo de aviones: de combate, civiles, transbordadores espaciales… Y también Iron Man, en la primera película que narra sus aventuras. Pese a las restricciones, una parte del complejo está abierta al público, mediante visitas guiadas gratuitas un viernes de cada mes, que incluye el acceso al museo donde hay aviones de combate como el Blackbird —la aeronave de reconocimiento estratégico más rápida del mundo— o el Firebee —uno de los primeros drones de la historia—, describe una nota de El País de España.
En uno de sus viajes espacio-temporales, el Dios nórdico Thor acaba en Puente Antiguo, un minúsculo pueblo en medio del desierto estadounidense de Nuevo México. Ese set de rodaje fue construido junto a la aldea de Cerro Pelon Ranch, cerca de Galisteo, un entorno que fue escenario de varios westerns. Gracias a dos de las películas sobre Thor, esta zona en el condado de Santa Fe se convirtió en un destino obligatorio para los seguidores del hijo de Odín.
Al norte, cruzando la frontera estadounidense, la ciudad de Toronto se transmutó en Nueva York para el rodaje de Hulk. El iracundo héroe verde, que pasa de hombre a monstruo cuando pierde los estribos, destroza Yonge Street —la arteria principal— cuando lucha contra Abomination, su enemigo de turno. Las dimensiones de esta avenida también son “hulkianas”, ya que se trata de una de las más largas del mundo, con 1.896 kilómetros.
Los seguidores de las hazañas de Batman seguramente recuerdan cuando un banquero corrupto se escapa de Ciudad Gótica al continente asiático. Para darle caza, el hombre murciélago se lanza al vacío desde un imponente rascacielos.
Ocurre en una de las escenas más espectaculares de El caballero de la noche, la segunda entrega de la trilogía del director Christopher Nolan. En realidad, la torre forma parte del skyline (silueta total o parcial de las estructuras y edificios más altos de una ciudad) de Hong Kong: concretamente del Two International Financial Center, un centro financiero situado junto al mar, en una ciudad que acumula muchos Récords Guinness, como Mong Kok, el barrio con la densidad de población más alta del mundo (130.000 habitantes por kilómetro cuadrado) y la escalera mecánica más larga (de 800 metros), que fue ideada para reducir el tráfico rodado en las áreas más concurridas de la urbe, conectando los distritos del centro y el oeste.
Al noreste de la región administrada por China, Wolverine pasa verdaderos apuros en Japón al perder súbitamente su estatus de inmortal. Sus enemigos aprovechan la debilidad de uno de los íconos de Marvel y lo persiguen por todo el país: de Tokio a Hiroshima. En esa persecución, el templo Zojo-ji, en la capital nipona, con más de 500 años de antigüedad, es una de las primeras paradas del héroe con garras de adamantino. Allí es donde se celebra el funeral del señor Yashida, uno de los personajes de Wolverine Inmortal, en la cinta de 2013. En la vida real, dentro del majestuoso templo reposan los restos de célebres shoguns (oficiales japoneses).
La segunda película de Los Vengadores comienza con una batalla en Sokovia, un pequeño país imaginario al este de Europa. En realidad, las fronteras de esta tierra se encuentran en el norte de Italia, cerca del límite con Suiza: se trata del valle de Aosta, un territorio escarpado que comprende los picos Cervino, Monte Rosa, Gran Paradiso y Mont Blanc. A sus pies se construyeron pistas de esquí, refugios de alta montaña reconvertidos en hoteles de lujo y suntuosos castillos.
También se puede visitar la ciudadela de Ultrón, la némesis de Los Vengadores: Fort Bard, que es una imponente construcción del siglo XIX muy bien conservada que servía para controlar el paso por los Alpes. Actualmente es un espacio multiuso que alberga el Museo de los Alpes y una sala para exposiciones de variadas artes. La situación del edificio —a más de 400 metros de altura— permite apreciar desde un ascensor acristalado la grandeza del valle y la pequeña ciudad medieval en su seno.
Para los seguidores de los héroes del cómic es un menú agradable, una alternativa para encontrarse en el lugar donde hubo peleas y batallas de ficción. Para tomarse una foto con la realidad.