La ingeniería de cada país avanza de acuerdo con sus necesidades
Hans Hoyer. El Secretario General de la Federación Internacional de Sociedades de Educación de Ingeniería (IFEES) afirma que el intercambio de experiencias laborales y académicas impulsa el desarrollo de los países y que la mejora de los currículos en las carreras de ingeniería varía según los requerimientos de cada región. El experto agrega que la investigación y una mayor capacitación permitirá a los profesionales del rubro aportar al crecimiento de las industrias y empresas en Bolivia.
Del 1 al 3 de octubre se realizó en La Paz el “IV Encuentro GEDC (Global Engineering Deans Council)-Latinoamérica. Liderazgo y Estrategias de los Decanos de Ingeniería” en la región, un espacio de interrelación de las instituciones que contribuyen al avance en la educación de la ingeniería en el mundo. Hoyer, secretario general de la Federación Internacional de Sociedades de Educación de Ingeniería (IFEES), fue uno de los principales invitados del evento.
— ¿Cuál es el rol de la IFEES en el avance de la ingeniería?
— Una de las cosas fundamentales con las cuales trabajamos es la creación de oportunidades para que líderes de la ingeniería, como los decanos o rectores, puedan compartir sus trabajos y experiencias, así como formar relaciones o alianzas entre ellos para poder aprender de sí mismos.
— ¿En qué deben trabajar los profesionales en ingeniería para ser más eficientes?
— Mejorar la capacidad técnica científica es fundamental. Los ingenieros deben tener las capacidades técnicas, pero también trabajar con otras culturas, y eso significa que tienen que aprender otros idiomas. Otro aspecto cada vez más importante es la capacidad de trabajar en equipo, combinando otras experiencias y culturas.
— ¿Cuáles son las herramientas más importantes para el ejercicio de la profesión?
— Un profundo conocimiento científico de la matemática, por ejemplo, o la ciencia. La aplicación práctica es lo fundamental. Se debe ver de qué manera un ingeniero pueda aportar a las diferentes carencias sociales y económicas de una sociedad como la boliviana. Ver qué tipo de capacitación se requiere para los ingenieros en un país como Bolivia, cuya geografía es muy compleja.
— Bolivia, país que está en proceso de crecimiento, ¿podrá llegar a desarrollar una ingeniería de primer mundo?
— La necesidad de los seres humanos impulsa la mejora de las capacidades de los ingenieros y el desarrollo de la tecnología en el rubro. (Sin embargo), cada país necesita ciertas especializaciones que varían de acuerdo con sus requerimientos, como por ejemplo en minería o hidrocarburos, que son importantes en este país.
— Entonces, la ingeniería evoluciona según las necesidades y el desarrollo de cada país…
— Es tal cual. Si uno se pregunta, cuáles son las necesidades de Bolivia, (éstas son) la mejora en infraestructura, minería e hidrocarburos. Volví a La Paz después de 40 años y pude ver que los ingenieros civiles han aportado a la construcción de la ciudad —que tiene una estructura muy particular—, de caminos y puentes. Ya se tienen avances tecnológicos.
— ¿Qué falta para tener una ingeniería madura en Bolivia?
— Siempre hay la necesidad de ir profundizando en la capacitación. Es importante la investigación, que ha cambiado radicalmente nuestras vidas con nuevas perspectivas, nuevos conocimientos. Se pensaba que al tener un doctorado ya no se necesitaba seguir aprendiendo, pero no es así. Al contrario, en la ingeniería hay que tener la capacidad de seguir aprendiendo toda la vida (…). Hay que mejorar el currículo de las ingenierías y crear espacios para que profesores de estas carreras puedan hacer investigaciones junto con profesionales de otros países.
— ¿La demanda de ingenieros es similar a la oferta?
— Yo veo que faltan recursos humanos y la capacitación en las universidades. Las mismas compañías deberían invertir para tener los profesionales que necesitan y así ser más serias y profundas. No solo enfocar (la capacitación de alto nivel) a la gente más privilegiada. Tenemos que generar oportunidades para formar a profesionales capaces. A veces se puede dejar de lado a una persona que tiene una alta capacidad, pero que no puede pagar una buena educación.
Perfil
Nombre: Hans Juergen Hoyer
Profesión: Ingeniero
Cargo: Secretario General de la IFEES
Especialista en desarrollo
Alemán de nacimiento, Hoyer es secretario general de la Federación Internacional de Sociedades de Educación de Ingeniería (IFEES), secretario ejecutivo del Consejo Global de Decanos de Ingeniería (GEDC), docente de Ingeniería Global en la Universidad de Marquette (EEUU) y profesor honorario en casas superiores de estudios de Perú, Hungría y Kazajstán. Fue director de Programas Internacionales de la Sociedad Americana para la Educación en Ingeniería y cofundador de la Colaboración Indo-Estadounidense para la Educación en Ingeniería, así como profesor en varias universidades de Estados Unidos. Hoyer ha conducido varios programas de desarrollo internacionales, como CARE, Plan International y Heifer International.
La EMI reformula su currículo cada cinco años
La Escuela Militar de Ingeniería (EMI) reformula su currículo académico al menos cada cinco años para adaptar las capacidades de los profesionales que forma a las necesidades del mercado, afirmó el rector de esa casa superior de estudios, coronel Álvaro Ríos.
Por “reponsabilidad”, la EMI reformula su plan de estudios “cada cinco años o un poco más. Lo evaluamos, vemos si es necesario cambiarlo, mejorarlo y reestructurarlo de acuerdo con las exigencias que tienen las empresas o el crecimiento del país”, sostuvo.
“Es una preocupación de todos quienes conformamos la educación en el país el desarrollar procesos de mejora continua, excelencia, calidad en la educación para proporcionar a la sociedad y al Estado profesionales con mejores aptitudes y competencias. Es un camino que nos resta transitar para encontrar la simbiosis exacta entre lo que necesita la empresa, el mercado laboral y lo que hacemos dentro la universidad”, aseveró Ríos, quien agregó que el intercambio de experiencias con otras universidades coadyuva al progreso de los países.
Indicó, además, que existen brechas entre la oferta y demanda de estos profesionales. “Hay una visión demasiado aislada por parte de las universidades en relación a las empresas y viceversa. Las compañías no han desarrollado políticas institucionales de integración a la universidad, no solo en lo que requiere a la formación de profesionales, sino también en la generación de ciencia y tecnología”.