Bs 60,3 MM para mejorar la oferta de piña para el mercado
Comercialización. A través de un programa se prevé incrementar la producción y exportaciones.
ECONOMÍA
Ante una eventual baja en la producción y exportación de piña, el Gobierno invertirá Bs 60,3 millones para mejorar la oferta de este producto en el mercado nacional e internacional. Más de 2.500 productores de Cochabamba, Santa Cruz y La Paz serán beneficiados.
Al primer semestre de este año, las ventas internacionales de piña boliviana como fruta fresca, enlatada y jugos suman $us 335.388. En la gestión pasada, las exportaciones de este producto y derivados alcanzaron $us 406.813, mientras que en 2019 la cifra apenas llegó a $us 186.234, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
El pico más alto de las ventas se registró en 2017, cuando alcanzaron a $us 1,1 millones.
El principal mercado de la piña nacional es Argentina; a junio, el país vecino compró $us 257.559, en tanto Chile demandó $us 75.709 y EEUU solo $us 2.120.
EVALUACIÓN. Pese a la baja registrada en 2019, la recuperación de las exportaciones en 2020 y un incremento al primer semestre de este año, el Fondo de Desarrollo Integral (Fonadin) del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras considera importante fortalecer la producción y exportaciones de piña.
Para ello, busca diversificar la oferta pasando de la variedad Pucallpa a la piña MD2 (con mayor aroma y sabor), y así generar una alta expectativa en los mercados externos y mejores precios.
Con esa perspectiva, impulsa el “Programa de intervención para el mejoramiento de la producción de piña de exportación y mercado nacional”, en el marco de las políticas de reactivación productiva, soberanía alimentaria y apoyo a la producción nacional agropecuaria, que lleva adelante el Gobierno.
Este programa será implementado con un presupuesto asignado al Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, a través del Fonadin, y en coordinación con el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), y el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag).
ALCANCE. El programa que prevé incrementar la producción y exportaciones de piña en función de un apoyo integral que requiere el sector, es decir, bajo una visión de competitividad y sustentabilidad, tendrá un periodo de ejecución de cinco años (2021 a 2025); para ello se cuenta con un presupuesto de Bs 60.368.520.
Con estos fondos que asignará el Estado se implementará tecnología adecuada para la producción de piña, manejo de recursos genéticos, multiplicación y certificación de material vegetal.
Además, se efectuará el manejo, control y monitoreo de plagas que afectan a la fruta, reducción de trazas de agroquímicos (residuos de plaguicidas, fungicidas y herbicidas) en la exportación de piña, mejoramiento de los mecanismos de control, sanidad vegetal e inocuidad alimentaria.
También se incrementará la superficie cultivada así como su rendimiento y producción.
Y se mejorará la infraestructura de empaque del producto sobre todo para exportación, se reducirá las pérdidas registradas en poscosecha y se aumentará la oferta.
En ese marco, se tiene planificado beneficiar a más de 2.500 familias productoras ubicadas en 14 municipios de Cochabamba, Santa Cruz y La Paz.
“Queremos que por lo menos en un 90% las áreas de piña en el país sean para la exportación, cumpliendo los estándares de calidad que pide el mercado; también se trabajará de forma coordinada con el Senasag para ver cuál es la mejor manera de producir la piña sin poner muchos químicos”, explica a LA RAZÓN el jefe de la unidad de planificación del Fonadin, Pedro Ferraro Laura.
El programa está estructurado en cuatro componentes que se relacionan con innovación; sanidad vegetal e inocuidad; producción y poscosecha y mercado; con la finalidad de ubicar a Bolivia a nivel regional como referente potencial del cultivo orgánico de esta fruta.
Para alcanzar ese desafío, los cultivos de piña deben necesariamente mejorar su rendimiento.
“Queremos incrementar el rendimiento de 17 toneladas por hectárea (actual) a 37 toneladas (en los próximos cinco años), es decir, duplicar el rendimiento e implementar cuatro centros de empaque con los equipos necesarios”, anticipa Laura.
Como resultado del incremento del rendimiento de los cultivos, en el próximo quinquenio se proyecta la venta externa de al menos 3.295 toneladas de la fruta fresca de la variedad Pucallpa, además 6.660 toneladas de piña MD2.
Asimismo, para el mercado interno, en el mismo periodo, se prevé la comercialización de 53.950 toneladas de fruta fresca de la variedad Pucallpa.
De igual manera, se prevé la venta al sector de la agroindustria del país de al menos 9.805 toneladas de fruta fresca de la variedad denominada Champaca.
MERCADO. Conforme a una evaluación del jefe nacional de sanidad vegetal del Senasag, Plácido Condori Mamani, la exportación de piña a la Argentina se vio afectada en 2019 y 2020, debido al uso “inadecuado” de agroquímicos, en particular, en lo referido al “periodo carencia” (tiempo mínimo que debe transcurrir entre la última aplicación del producto).
No obstante, “el mercado sigue abierto, se puede exportar. Si un usuario (productor o empresa) está con la posibilidad de llevar adelante una operación de exportación, no hay inconvenientes, solamente tiene que cumplir con los estándares que se exige para la exportación”, destaca Condori.
La baja en la demanda agregada afectó al sector
Para el gerente general de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), Rolando Morales, la caída de la demanda agregada en el país, a consecuencia de la pandemia, ha profundizado la crisis económica, provocando que se reduzca la compra de alimentos, sobre todo productos como la piña.
“Ha generado que el bolsillo de la familia cochabambina y boliviana no tenga la misma capacidad de compra que tenía hace un par de años, lo que ha hecho que se disminuya la compra de alimentos. Eso provocó que la demanda de la piña caiga; es más, ya no es un producto que esté presente en la mesa de todos los bolivianos”, dijo a LA RAZÓN.
Pese a que esta fruta tiene nichos de venta en el mercado interno, no ha mejorado su comercialización debido a que los productores primarios no cuentan con los recursos suficientes para “arriesgarlos” y dar mayor valor agregado al producto, como jugos, mermeladas, entre otros, sostuvo.
Respecto al mercado externo, Morales consideró que la piña del trópico de Cochabamba tiene un alto potencial para su venta a nivel internacional.
Esta situación la calificó de “importante” debido a que en los próximos meses uno de los grandes problemas que enfrentará la región y el mundo, como consecuencia de la crisis sanitaria, será la reducción de las fuentes laborales y el incremento de la demanda de alimentos, aseguró, haciendo referencia a un último informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que alerta sobre la falta de productos alimenticios.
NORMATIVA. En ese marco, destacó la aprobación del Decreto Supremo 4560 con el cual se crea el “Programa de Intervención para el Mejoramiento de la Producción de Piña de Exportación y Mercado Nacional”.
“Nosotros creemos que con ese decreto supremo vamos a poder reactivar a este sector (productores piñeros) y se buscará el mercado necesario, toda vez que conocimos que existen importantes pedidos de piña por parte de los mercados vecinos”, apuntó.
La citada norma, que fue promulgada el 2 de agosto pasado, tiene por objeto crear programas de apoyo para los sectores de hortalizas, ganado bovino, piña, así como de banano y plátano; en el marco de las políticas de reactivación productiva, soberanía alimentaria y de apoyo a la producción nacional agropecuaria.