Proponen un PACTO PRODUCTIVO para alimentos
Incentivo. Los productores buscan evitar un desabastecimiento de maíz y otros granos.
ECONOMÍA
Ante un eventual incremento de los precios internacionales del maíz y trigo, los productores proponen un pacto por la soberanía alimentaria y la reactivación económica. Abastecer el mercado interno y generar excedentes para la exportación, es el objetivo.
“Como sector productivo compartimos la preocupación del Gobierno nacional de garantizar el abastecimiento de alimentos básicos para la población boliviana, que puede verse afectada por el incremento de los precios internacionales de granos, como el trigo y maíz principalmente, en una coyuntura en la que el país depende de la producción externa para cubrir la demanda interna”.
El texto es parte de un pronunciamiento público que hizo conocer, en días pasados, la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), a través del cual propone a la administración de Luis Arce un pacto productivo para elevar la producción de alimentos para el mercado nacional y la generación de excedentes para la exportación.
“Proponemos, con urgencia, al Gobierno trabajar en la construcción de un pacto productivo por la soberanía alimentaria y la reactivación económica del país, con el objetivo de generar condiciones adecuadas para aumentar la producción de alimentos que garanticen el abastecimiento del mercado interno y generen excedentes destinados a las exportaciones”, precisa el documento difundido.
Al respecto, el presidente de Anapo, Fidel Flores, aclaró a LA RAZÓN que dentro el pacto productivo que están planteando al Gobierno “se ha propuesto una reunión donde podamos concretar una agenda productiva que contemple la lucha frontal contra el contrabando de productos agropecuarios, seguridad jurídica para las tierras productivas, establecer a la brevedad un precio mínimo de compra de trigo, el acceso a la biotecnología para ciertos cultivos, para mejorar la producción, sin necesidad de incrementar la superficie de siembra”.
PRODUCCIÓN.
Ante una eventual falta de granos en el mercado, a partir del pacto, los productores se comprometieron a realizar los esfuerzos necesarios para aumentar la producción de trigo y maíz, que son esenciales para garantizar la provisión de alimentos de la canasta básica como es el pan, la carne de pollo, la leche, los huevos y la carne de res y cerdo.
“Lo que está pasando ahora, la escasez de granos, se debe a que en la campaña 2021 de invierno cuando se sembró alrededor de 400.000 toneladas de sorgo azotó dos días las heladas en el oriente, las cuales golpearon a todos los cultivos, principalmente de sorgo y maíz”, explicó Flores.
Si bien en 2020 el sector logró producir 1,4 millones de toneladas, el año pasado llegaron solo a las 600.000 toneladas. “Imagínense, más de 700.000 toneladas hemos dejado de cosechar los productores, por eso es que el sector pecuario está sintiendo la necesidad de grano, es decir, sorgo y maíz”, sostuvo con preocupación.
Agregó que “normalmente el sorgo llega a Bs 40 o Bs 45 el quintal, pero ahora está en Bs 70 porque no hay, de igual manera el maíz. Entonces para corregir esto el Gobierno tiene que incentivar la producción. Y si esto sucede, se incentiva la producción de maíz y se va a producir 1.200.000 toneladas y en lugar que su precio sea de Bs 90 va a bajar a Bs 60. El sorgo va a estar por los Bs 40 o Bs 50, es decir, habrá grano para abastecer al mercado nacional y los excedentes que nos permita exportar, esa es la forma de incentivar a la producción”.
Si la respuesta del Gobierno es favorable, en el caso del maíz de 800.000 toneladas la producción se incrementaría a 1,4 millones, es decir en 80%; en cuanto al trigo, se lograría elevar la actual producción en 40%, indicó el ejecutivo.
No obstante, en caso de no recibir una respuesta positiva de la administración de Luis Arce para la construcción de un pacto productivo, los productores advierten en suspender la producción de maíz y otros granos.
“Si no da opciones el Gobierno, pues dejamos de producir maíz, vamos a ir por otros cultivos alternativos como el sorgo, girasol. En el tema de trigo, el Ejecutivo tiene que incentivar la producción”, dijo a este medio el presidente de Anapo.
BIOTECNOLOGÍA.
Otra de las acciones prioritarias que demanda este sector es la aprobación del uso de biotecnología para ciertos cultivos para incrementar la productividad, sin necesidad de una ampliación de la frontera agrícola. “Los productores realizamos prácticas adecuadas para el uso sostenible de los suelos, y el acceso a la biotecnología contribuirá a preservar el medio ambiente por la reducción del uso de plaguicidas”, se lee en el pronunciamiento de esta asociación.
Al respecto, Flores reiteró que con el objetivo de garantizar el abastecimiento de maíz y evitar una posible crisis alimentaria, la Anapo planteó al Gobierno el uso de semilla genéticamente mejorada que permita elevar la producción hasta un 80%.
Los consumidores se beneficiarán del acuerdo
Para el economista José Luis Evia un pacto productivo para garantizar la producción de alimentos beneficia sobre todo a los consumidores bolivianos. Las claves son voluntad política y realismo.
De acuerdo con su evaluación, tarde o temprano el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania tendrá un efecto en las materias primas. Y esto se reflejará “en la escasez que habrá, porque estos dos países son grandes productores de materias primas, como granos, minerales e hidrocarburos”.
Un efecto inmediato es que “el mundo va a demandar más con mejores precios y esto será una oportunidad para el país, pero en el mercado interno el problema se verá en que los precios empezarán a subir y eso también afectará a los consumidores. Son buenas noticias para los productores, pero para los consumidores no lo son”, apuntó.
En ese marco, un pacto productivo puede ser interesante, si a través de éste el Gobierno otorga mejores condiciones para el incremento de la producción de granos como el maíz y trigo, y por su lado los productores garantizan el abastecimiento del mercado nacional.
En ese marco, “el impacto puede ser beneficioso para los consumidores”, aseguró el economista.
No obstante, para llegar a esto las claves son voluntad política y realismo. “Hay una oportunidad para que realmente el Gobierno genere condiciones para que los productores aprovechen la coyuntura internacional, como seguridad jurídica”, dijo.
Y destacó que el sector agrícola tiene un gran potencial, que se observó en los últimos años. Bolivia logró en 2021 un superávit comercial de $us 1.471 millones, el primero en los últimos seis años. El crecimiento de las exportaciones se debió a las variaciones positivas que registraron actividades económicas como la industria manufacturera (86,2%), extracción de minerales (72,2 %), agricultura y ganadería (16,7%) y la extracción de hidrocarburos (12,7%), según el INE.