Las economías emergentes bajo presión por nueva alza en las tasas de interés
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La Fed subió sus tasas de interés referenciales por undécima vez consecutiva desde marzo de 2022.
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INFORME
La Fed subió sus tasas de interés referenciales por undécima vez consecutiva desde marzo de 2022, llegando al 5,5%. La medida fue seguida por el Banco Central Europeo. El impacto es significativo en los países en desarrollo, ahorristas y deudores.
Después de una pausa en junio, la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, reanudó los incrementos de sus tasas de interés referenciales, llegando al 5,5%, un máximo en 22 años.
Aunque el ciclo actual de aumento de tasas, como muchos esperaban, da señales de aproximarse a su fin, el ritmo agresivo de aumentos de tasas de interés, que ya lleva más de un año, sigue perturbando el comercio internacional, afectando negativamente a diversos países y tensionando el sector financiero global, dijeron los expertos.
El incremento del 26 de julio fue el undécimo en lanzarse desde que la Fed comenzó a endurecer la política monetaria en marzo de 2022. Durante una conferencia de prensa en la que se anunció la medida, el presidente de la Fed, Jerome Powell, reiteró su compromiso de controlar la inflación y señaló que todavía se tiene por delante “un largo camino por recorrer” hasta alcanzar el objetivo de una inflación por debajo del 2%.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EEUU aumentó un 3% anual en junio, cayendo a su nivel más bajo en más de dos años. Sin embargo, si se excluyen los volátiles precios de los alimentos y la energía, el IPC subyacente aumentó un 4,8%, todavía muy por encima del nivel ideal de 2%.
Históricamente, reducir la inflación al rango objetivo de la Fed a través de aumentos agresivos de las tasas a menudo ha tenido el costo de causar una recesión económica.
Sin embargo, la economía de EEUU creció más rápido de lo esperado en el segundo trimestre de 2023, dado que un mercado laboral resistente apoyó el gasto de los consumidores. Paralelamente, las empresas impulsaron la inversión en equipos y construyeron más fábricas, lo que hasta ahora estaría manteniendo a raya una recesión muy temida. La información fue presentada el jueves por el Departamento de Comercio de EEUU.
CONSECUENCIAS.
Los países con las economías más desarrolladas, como es el caso de Estados Unidos, la Unión Europea o las potencias asiáticas, no toman en consideración los efectos de las políticas monetarias que definen, soberanamente, sobre otros países. Dado que las tasas de EEUU han permanecido altas en el último tiempo, las economías de mercados emergentes, especialmente las más pobres y muy endeudadas, enfrentan una presión cada vez mayor por las salidas de capital, la depreciación de la moneda y el aumento de los costos del servicio de la deuda.
Además, la débil demanda de los consumidores en EEUU es negativa para otras economías que se han vuelto dependientes de las exportaciones, lo que significa recortes en la producción. Las importaciones de bienes en EEUU cayeron un 2,3% interanual en mayo. Hay casos extremos, como las importaciones de Vietnam, que se redujeron un 25%, según datos oficiales de EEUU.
Sin embargo, la economía estadounidense no está aislada de la cadena de suministro global y los desórdenes en la misma, en última instancia, también la afectan negativamente. Si los países en desarrollo reducen su producción, esto conducirá inevitablemente a precios más altos y afianzará sistémicamente la inflación.
INCREMENTOS.
Actualmente no hay forma de afirmar con seguridad si la Fed pausará las subidas de tipos en septiembre o si continuará con su incremento. El banco central estadounidense se mueve entre Escila y Caribdis cada vez que debe tomar esta decisión. De un lado, está la amenaza de relajar demasiado pronto el endurecimiento monetario y arriesgarse a una segunda ola inflacionaria. Del otro lado, está el riesgo de apretar demasiado y empujar así la economía de ese país a una recesión de incierto pronóstico.
“Diría que ciertamente es posible que volvamos a subir las tasas en la reunión de septiembre, si los datos lo justifican”, dijo Powell. “También diría que es posible que optemos por mantenernos firmes y vamos a hacer evaluaciones cuidadosas, como dije, reunión por reunión”, aseveró el titular de la Fed.
Los datos de inflación de julio y agosto, así como las cifras de desempleo, desempeñarán un papel importante para influir en el próximo movimiento de la Fed. “Seguiremos tomando nuestras decisiones reunión por reunión, con base en la totalidad de los datos entrantes y sus implicaciones para las perspectivas de actividad económica e inflación, así como el balance de riesgos”, dijo Powell.
Lleva tiempo que los esfuerzos del banco central se extiendan por todo el sistema, y la Fed necesita ver cómo evolucionan los diferentes factores económicos durante el verano.
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“La política monetaria funciona con retraso, por lo que potencialmente podríamos ver turbulencias en varios rincones de la economía”, dijo Massud Ghaussy, analista senior de relaciones con los inversores en Nasdaq.
Con todo, el pronóstico parece mucho menos nublado que hace un año. Los inversionistas y analistas estuvieron preocupados durante mucho tiempo de que el aumento de las tasas de interés, que hace que los préstamos y las inversiones sean más caros y disminuya la demanda general de mano de obra, bienes y servicios, termine provocando una fuerte recesión. El banco central siempre dijo que buscaba un término medio o un “aterrizaje suave”, y ahora Wall Street parece tener más confianza en esa posibilidad.
Durante la última conferencia de prensa, Powell dijo que el personal de la Reserva Federal ya no pronostica una recesión debido a la resistencia de la economía. Esa declaración sigue el curso de los economistas que se sorprendieron al ver un crecimiento más fuerte de lo esperado en el segundo trimestre de este año.
AHORROS.
Es evidente que, en un escenario de tasas de interés elevadas, los ahorristas se ven beneficiados y los deudores perjudicados. Antes del reciente movimiento de la Fed, algunos bancos en EEUU aumentaron las tasas de interés para las cuentas de ahorro de alto rendimiento. Existe la posibilidad de que los bancos aumenten aún más las tasas para seguir siendo competitivos en las cuentas de depósito, pero no mucho. “El reciente aumento de tasas de la Fed puede no tener un impacto significativo en las tasas de ahorro que ofrecen los bancos”, dijo Joe Camberato, director ejecutivo de National Business Capital.
En el caso boliviano, según la información estadística publicada en el sitio web del Banco Central de Bolivia (BCB), en diciembre de 2012, la tasa nominal para un DPF a un plazo de 181 a 360 días estaba, en promedio, en 2,19% y la efectiva en 2,21%. A mayo de este año, la tasa nominal subió hasta una media de 6,12% y la efectiva a 6,22%.
Las Cooperativas de Ahorro y Crédito Abiertas y Societarias (41 en total), reguladas por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi), tienen los intereses más atractivos, con una tasa promedio de 6,30%.
A modo de ejemplo, la Cooperativa de Ahorro y Crédito Abierta “La Sagrada Familia” RL, que opera en las ciudades de La Paz, El Alto, Cochabamba y Oruro, ofrece incluso uno de los rendimientos más altos, con una tasa de interés del 6,80% a 361 días plazo. La tasa sube aún más si el DPF es a 1.080 días (tres años), con un rendimiento del 8,00% (tasa anual), según el tarifario publicado en su página de internet.
Ya sea que la inflación persista o que la economía se desacelere, los ahorros adicionales podrían resultar vitales como colchón para capear la próxima ola económica. Además, cualquier interés acumulado puede ofrecer un buen beneficio al dinero ya ahorrado.
“Desde el punto de vista del consumidor, incluso si la Fed deja de subir las tasas, sigue siendo un gran momento para los ahorristas”, dijo John Blizzard, presidente y director ejecutivo de Seattle Bank. Agregó que las tasas actuales son las más altas en más de 15 años.
Las tasas de los certificados de depósito, o CD, están experimentando una curva de rendimiento invertida en EEUU, dicen los expertos. Normalmente, los CD a largo plazo, como los CD de tres o cinco años, tienen tasas de rendimiento más altas que los CD a corto plazo, como los CD de seis meses y un año. Pero en este momento, los CD a corto plazo tienen unas tasas de rendimiento más altas que los de plazo más largo, lo que significa la posibilidad de obtener mayores rendimientos del dinero reservado para períodos más cortos.
“La historia nos dice que cuando esto sucede, generalmente significa que la perspectiva económica a largo plazo es más cuestionable”, dijo Blizzard.
CRÉDITOS.
Cuando la Reserva Federal aumenta las tasas, los préstamos se vuelven más caros para préstamos personales, préstamos con garantía hipotecaria o deuda de tarjetas de crédito. Después del aumento más reciente de la Fed, es probable que las tasas porcentuales anuales se mantengan altas, lo que significa que la deuda puede seguir creciendo si no está trabajando activamente en una estrategia para pagarla.
“Los costos de endeudamiento más altos ya están teniendo un impacto en el comportamiento del consumidor”, dijo Phil Neuhart, director de investigación de economía y mercado de First Citizens Wealth Management. Apuntó al mercado de la vivienda, que se ha visto gravemente frenado por las tasas hipotecarias más altas. Hay más propietarios reacios a vender sus casas porque aseguraron una tasa hipotecaria baja antes del ciclo de aumento de la Fed y esto está afectando a la oferta, señaló.
Y como las tasas de porcentaje anual para tarjetas de crédito y préstamos aumentaron durante los últimos 15 meses, muchos prestamistas han endurecido los requisitos, lo que dificulta la aprobación de una nueva cuenta de crédito. Es probable que la decisión de la Fed continúe reduciendo la disponibilidad de crédito, dijo Chelsea Ransom-Cooper, directora de planificación financiera de Zenith Wealth Partners. Si las tasas continúan en ascenso, las condiciones crediticias se endurecerán aún más, lo que dificultará y encarecerá el acceso al crédito, agregó.
En la medida en que los créditos se hacen más caros, se dificulta la racionalidad económica de diversos proyectos, entre ellos, los emprendimientos inmobiliarios. Tasas altas significan menos ventas, particularmente en los segmentos masivos.
El Banco Central Europeo anuncia alza en sus tasas de interés
El Banco Central Europeo (BCE) está elevando las tasas de interés en un cuarto de punto porcentual, subiendo su tasa de depósito al 3,75%, mientras aumenta su principal opción de refinanciamiento al 4%. La decisión fue tomada el jueves, al día siguiente de que la Fed anunciara su decisión de proceder con una undécima alza consecutiva desde marzo de 2022.
La decisión de hoy entra en vigor a partir del 2 de agosto, elevando el costo de los préstamos dentro de la eurozona al máximo histórico alcanzado por última vez en 2001. En ese entonces el BCE intentó aumentar el valor del euro recién lanzado.
La medida se produce cuando el BCE intenta sofocar la inflación persistentemente alta. Aunque la cifra del incremento de precios en la eurozona cayó al 5,5% en los 12 meses hasta junio de este año ( frente al 6,1% de mayo), sigue superando con creces el objetivo a medio plazo de menos de 2%.
El aumento de la tasa de interés, el noveno aumento consecutivo desde el verano pasado. El BCE dijo en un comunicado que “los acontecimientos desde la última reunión respaldan la expectativa de que la inflación seguirá cayendo durante el resto del año, pero se mantendrá por encima del objetivo durante un período prolongado”.
El documento indicaba que “si bien algunos indicadores muestran signos de relajación, la inflación subyacente sigue siendo alta en general. Las pasadas subidas de tipos se siguen transmitiendo con fuerza: las condiciones de financiación han vuelto a endurecerse y están frenando cada vez más la demanda, lo que es un factor importante para que la inflación vuelva a la meta”.
Clémence Dachicourt, gerente senior de cartera de Morningstar Investment Management, dijo que la determinación no sorprende. Sin embargo, observó que “encuestas recientes sugieren que la desaceleración económica ahora está afectando tanto a la manufactura como a los servicios dentro de la eurozona”.
“Esto apunta a que el BCE se acerca al final de su ciclo de subida de tipos, pero la persistencia de la inflación subyacente también nos dice que los recortes de tipos no están en la agenda por ahora”, afirmó. La Fed subió sus tasas llegando a su máximo en 22 años.