El desarrollo cruceño seguirá adelante
Imagen: FEPSC
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Óscar Mario Justiniano: Abordó la situación del departamento en el aniversario 213 de su grito libertario. Compartió también la historia económica de Santa Cruz en la segunda mitad del siglo XX
ENTREVISTA
El presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (FEPSC), Óscar Mario Justiniano, conversó con LA RAZÓN en ocasión del 213 aniversario del grito libertario del 24 de septiembre de 1810. El titular del gremio emprendedor habló de la situación del departamento y del país; de la situación económica y los desafíos presentes y futuros.
Justiniano destaca la necesidad de obrar de manera conjunta y ordenada para enfrentar las turbulencias actuales que enfrenta el mundo. Un diálogo claro y ágil, donde trasluce la personalidad práctica del destacado líder empresarial.
—¿Qué mensaje le puede dar al país y a los cruceños y cruceñas en particular este 24 de septiembre?
—Mantener el optimismo y la pujanza que caracteriza a la gente trabajadora de la región. Santa Cruz tiene un inmenso potencial humano, recursos naturales, creatividad, resiliencia; no dudamos que este proceso de desarrollo cruceño seguirá adelante.
—Desde el punto de vista de la FEPSC, ¿cómo está el departamento de Santa Cruz en el aniversario 213 de su grito libertario?
—Pujante, trabajador, enfocado en el crecimiento y el desarrollo de la región y el país. Albergando a migrantes de todos los departamentos y de otros países, poniendo siempre la mirada en un futuro próspero y con mejores días para todos los bolivianos y todos los habitantes de nuestro país.
—Revisando las cifras, el gran crecimiento de la población y la economía cruceña se dispara luego de la apertura de la carretera y las vías férreas a Argentina y Brasil en la década de 1950. Haciendo una retrospectiva, ¿cómo ve la historia económica de Santa Cruz en la segunda mitad del siglo XX y cuáles son los principales avances en el siglo XXI?
—La implementación del Plan Bohan fue el inicio del surgir de la región, con la implementación de ferrocarriles, carreteras y agroindustria, y el apoyo de instituciones como la Corporación Boliviana de Fomento, la Corporación Regional de Desarrollo de Santa Cruz (Cordecruz) y el Banco Agrícola, entre otras. Según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), “en 2022, el departamento de Santa Cruz representó el 33% de las exportaciones totales de Bolivia, el 77% de las exportaciones no tradicionales, el 87% de las exportaciones de alimentos, y el 88% de las exportaciones agropecuarias”. Además de los datos anteriores, según las proyecciones a 2022, el 60% de los habitantes tiene menos de 30 años y el 77% de sus habitantes está en edad de trabajar. Es decir, cuenta con una población joven y emprendedora cuya capacidad garantiza el presente y el futuro de esta región y de Bolivia.
—¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan los empresarios cruceños y bolivianos en general, en el corto plazo?

—Aún las turbulencias económicas siguen sacudiendo al mundo y, en Bolivia, tenemos por delante una serie sucesiva de procesos electorales que podrían iniciarse con el tema judicial a fines de este año o principios del próximo. Por ello es que se requiere, a la brevedad, lograr acuerdos entre el sector público y el sector privado que permitan consolidar y proyectar lo ya avanzado. Trabajar en ampliar y mejorar las exportaciones, brindar seguridad jurídica a todos los sectores productivos, hacer frente al contrabando, encontrar soluciones definitivas a los recurrentes bloqueos de caminos como formas de manifestación popular.
—Sobre la articulación entre lo público y privado, ¿qué proyectos o actividades, que deben trabajarse con los diferentes niveles del gobierno, considera la FEPSC que deben ser prioritarios en Santa Cruz?
—Lo principal es la construcción de confianza entre los principales actores del sector público y del sector privado, en esa tarea consideramos que el aporte de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz es relevante. En Santa Cruz tenemos, lo que podríamos denominar, una Agenda Histórica, cuya base se encuentra en el Memorándum de 1904, en abrir una ruta al Atlántico y mejorar nuestra integración a Bolivia. Es decir, avanzar en comunicaciones. En aquellos tiempos las comunicaciones eran terrestres, por ello, el énfasis en los ferrocarriles y en las carreteras. Hoy debemos incorporar en esa agenda al Hub de Viru Viru y a sistemas digitales de telecomunicaciones. Esta fue, y sigue siendo la primera prioridad, logística y comunicaciones, facilitar el flujo de personas, carga e información entre Santa Cruz, Bolivia y un mundo cada más integrado, en el cual los tiempos y las distancias constituyen datos fundamentales en el mercado global.
—¿Cuál es la perspectiva que se tiene sobre la educación superior en Bolivia desde la FEPSC? ¿Cómo está la calidad de la formación de los profesionales del país? ¿Qué consideran que sería bueno mejorar?
—En los últimos meses, desde la FEPSC, hemos desarrollado una intensa agenda con varias universidades cruceñas y, en esa tarea, hemos aprendido a valorar el esfuerzo que hacen para elevar la calidad de su enseñanza e incorporarse de forma eficiente a la construcción de una sociedad productiva, con equidad de género y sostenibilidad. Por supuesto que hay muchas cosas y proyectos por mejorar, nuestra tarea es hacerlo como actores y no como espectadores.
—La economía mundial está bajo gran estrés, dado el endurecimiento monetario de los principales bancos centrales del mundo. Esta situación se refleja, en economías emergentes como la boliviana, en problemas de liquidez, dificultades en el acceso al crédito y ralentización económica en general. ¿Cómo observa esta situación en lo que respecta a la economía global, la situación en la región y específicamente en nuestro país?
—Hasta el momento, Bolivia ha logrado superar, con eficiencia, la turbulencia social y económica que se generó con la coincidencia entre la intervención de uno de los principales bancos del país y el desabastecimiento temporal de dólares. Poco a poco la normalidad se ha restaurado, obviamente quedarán cicatrices, pero, lo que muchos indicaron que era “una tormenta perfecta”, ha pasado. De este evento, la enseñanza es que, cuando el sector público y el sector privado enfrentan de forma articulada un problema, las soluciones se encuentran y las dificultades se superan. La economía boliviana y, en particular, la empresa privada nacional, han demostrado su resiliencia, su capacidad de superar situaciones difíciles. La certidumbre es hoy un bien escaso en el mundo, la guerra en Europa y las modificaciones en el comportamiento del clima son dos variables aún sin respuesta unívocas. Estamos en un momento del tiempo que demanda un seguimiento cotidiano sobre lo que ocurre en nuestro país y en el mundo, las predicciones de largo aliento han sido superadas por la velocidad de los acontecimientos.
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—Es evidente que no hay un parámetro general sobre cómo están reaccionando los países de Sudamérica frente a la actual situación económica. Argentina tiene una situación inflacionaria muy complicada. En Chile hay temores de recesión. Es un panorama muy complicado. En ese escenario, ¿cómo ve las condiciones del país para el desarrollo de la actividad empresarial?
—La actividad empresarial encuentra luces y sombras en nuestro país. Luces porque, a diferencia de otros países, no tenemos un proceso inflacionario descontrolado, hay confianza en la manera de encarar la gestión macroeconómica, el abastecimiento de alimentos y combustibles está garantizado, existen señales de diálogo entre el sector público y el sector privado, entre los aspectos más relevantes. Sombras porque, el contrabando abarrota los mercados desplazando a muchos productos nacionales, el narcotráfico corrompe y atemoriza a la sociedad, los bloqueos se han transformado en la forma natural de plantear demandas, una serie de normativas burocráticas sigue trabando la reactivación, para mencionar algunos temas.
—¿Qué tan importante considera que es mantener una inflación baja y un tipo de cambio sin alteraciones en el caso boliviano para la actividad empresarial?
—Baja inflación y tipo de cambio sin alteraciones son dos componentes clásicos que definen la estabilidad económica en un país. Además, tienen una relación directamente proporcional, el incremento en el tipo de cambio arrastra un incremento en los precios y por lo tanto en la inflación, y viceversa.
—¿En qué sectores identifican las mayores oportunidades para el sector empresarial de Santa Cruz en los próximos años?
—Hay que visualizar las oportunidades como una integralidad de actores y sectores, entendiendo que la base productiva cruceña es el campo, el manejo sostenible de las tierras y los bosques. En ambos rubros, agropecuario y forestal, además de los recursos naturales, se ha construido capacidad y experiencia de nivel mundial que permite ser eficientes productores de alimentos, desde las oleaginosas, el complejo cañero, la ganadería bovina y lechera, la avicultura, y de derivados de la madera de calidad internacional. Además, se ha dado un salto en hortalizas y frutas, desde las nativas como el achachairú hasta las importadas como los arándanos y las frutillas. También, se han desarrollado los sectores hoteleros, gastronómicos, feriales y turísticos que colocan a Santa Cruz en la agenda global. Acompañan este desarrollo, un vigoroso sector financiero, banca, aseguradoras y financieras, una amplia oferta académica con casi 30 universidades, centenares de institutos tecnológicos, empresas constructoras, importadoras y exportadoras, y otros.
—¿Cuáles son los principales desafíos para los empresarios en los próximos años?
—Primero, superar las turbulencias de la coyuntura global y establecer una relación proactiva con todos los niveles del Estado, para luego proyectar el crecimiento sostenible de la base agroforestal y de los bienes y servicios conexos. Por otra parte, la industria del litio y todo el paquete vinculado a los medicamentos: el complejo de insumos químicos médicos, complejo de medicamentos genéricos de primera necesidad y una planta de fitofármacos con base en la medicina natural, podrían significar el inicio de nuevas líneas productivas para el país y la empresa privada.
—¿Cuál es su criterio sobre la cuestión del cambio climático?
—Preocupación y compromiso con la mitigación de sus efectos que son cada más severos y que pueden poner en riesgo el destino de humanidad.

PERFIL
Nombre: Óscar Mario Justiniano
Profesión: Administrador de Empresas
Cargo: Presidente de la FEPSC.
Trayectoria
Administrador de empresas por la Universidad Tecnológica de Santa Cruz y máster en Coaching Empresarial por el Tecnológico de Monterrey, de México. Trabajó en Recursos Humanos de una constructora supervisando la relación entre los departamentos técnicos, administrativos y de obras. Luego, ocupó la gerencia en esa área y más adelante empezó a desarrollar sus propias actividades en el sector agropecuario. Fue vicepresidente de ADEPOL y un año después, presidente. Posteriormente, ocupó la segunda y la primera vicepresidencia, y también la presidencia de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO). Asimismo, fue presidente de la Confederación Nacional Agropecuaria (Confereo). Actualmente es el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (FEPSC).
Óscar Mario Justiniano: El presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (FEPSC) sostuvo una entrevista con La Razón, en relación con Santa Cruz y el país. Abordó la situación del departamento en el aniversario 213 de su grito libertario. Compartió también la historia económica de Santa Cruz en la segunda mitad del siglo XX y los principales avances en el siglo XXI. Enfatizó, además, los principales desafíos que enfrentan los empresarios cruceños y bolivianos en general, en el corto plazo. Finalmente, señaló los proyectos o actividades, que deben trabajarse con los diferentes niveles del gobierno.