Bolivia inaugura su Planta Industrial de Carbonato de Litio
Franklin Molina: habló sobre la relevancia para el país de la inauguración de la Planta Industrial de Carbonato de Litio.
ENTREVISTA
El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, conversó con La Razón sobre la reciente inauguración de la Planta Industrial de Carbonato de Litio. La autoridad explicó los detalles más relevantes de la factoría y dio precisiones sobre cómo continuará dándose la explotación litífera en el país.
—¿Cuál es la relevancia para el país de la inauguración de la Planta Industrial de Carbonato de Litio?
—Esta planta marca el inicio de la producción de carbonato de litio grado batería a una escala industrial hecho por bolivianos y para beneficio de los bolivianos, nuestro objetivo es convertirnos en los mayores productores de litio del mundo. La planta ubicada en Uyuni, Potosí, tiene una capacidad de producción de 15.000 toneladas métricas por año de carbonato de litio y demandó una inversión de Bs 766,9 millones. La producción de litio será una fuente importante de ingresos para Bolivia, este complejo industrial es parte estratégica de nuestro plan del litio, que también tiene comprometidas inversiones de Rusia y China para la puesta en marcha de las plantas de carbonato de litio con tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL). A inicios de la gestión 2021, este proyecto se encontraba básicamente abandonado y desahuciado por una ingeniería deficiente y apenas la construcción de cimientos que del total del proyecto no representaban ni el 20%, y que se vieron abandonados por mucho tiempo, por ello trabajamos con el gobierno Chino para corregir las deficiencias en el contrato y junto a técnicos y profesionales bolivianos trabajamos arduamente para llevar adelante una readecuación total del proyecto, hoy nos sentimos orgullosos de anunciarle al país que estamos produciendo litio en escala industrial.
—¿Cómo se prevé alcanzar el nivel óptimo de producción de la factoría?
—El funcionamiento de este complejo industrial es progresivo, debemos garantizar el acceso a la materia prima y superar los pasos más importantes que son el escalamiento y estabilización de la producción, se calcula que en alrededor de seis meses podremos alcanzar unas 3.000 toneladas de carbonato de litio por año y de manera continua hasta 2025 hasta llegar a una capacidad operativa de 80%.
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—¿Por qué demoró en darse esta inauguración?
—La Planta Industrial de Carbonato de Litio, ubicada en Uyuni, Potosí, ha enfrentado múltiples desafíos técnicos y económicos, antes de 2020, año en el que se paralizó la actividad de este sector, se reportaban en papeles avances superiores al 60% de construcción, además de que se había ejecutado un presupuesto en similar magnitud, sin embargo, en 2021 cuando realicé una inspección al lugar descubrí que la ejecución física en realidad no superaba el 20%, la planta estaba prácticamente en cimientos. Pero no solo eso, comenzamos a revisar el proyecto, la ingeniería que se licitó solo era conceptual y nos dimos cuenta que como estaba planteado era muy difícil que pueda arrancar , por ello, bajo el liderazgo y la decisión del presidente Luis Arce nos pusimos manos a la obra, hablamos con la Embajada China, que nos dio todo el apoyo necesario para realizar las adecuaciones y la reingeniería que necesitábamos para levantar la planta, que hasta ese momento ni siquiera tenía una planta de tratamiento de agua ni servicios, se identificó deficiencias en la construcción de las piscinas que por el abandono requerían un tratamiento intensivo y rehabilitación. El trabajo de campo fue duro en los ajustes en la fase de producción que tuvo lugar en este segundo semestre de 2023, superamos un proyecto que no estaba bien diseñado, superamos las dificultades para adecuar la planta a la producción, superamos la campaña negativa de muchos actores políticos que eran pesimistas, apostamos por las soluciones y por el talento de los técnicos de YLB, que también tuvimos el acompañamiento de la experiencia, logística y capacidades de expertos de YPFB y ENDE.
—¿En qué se diferencia el modelo de explotación de litio en Bolivia a otros países de la región?
—La diferencia radica en que el Estado boliviano busca la participación en todos los aspectos de la cadena productiva de los recursos evaporíticos y el litio, a través de un modelo Soberano para la explotación de litio, que se basa en un dominio soberano de los recursos naturales que se encuentran en nuestro territorio, y también de alcanzar a concretar la soberanía tecnológica, que es la base fundamental para el aprovechamiento de los mismos. Buscamos desarrollo tecnológico que requiere nuestra industria para alcanzar la soberanía tecnológica, aprovechar tecnologías, metodologías y sinergias que se puedan generar con empresas del extranjero, siempre en un ámbito de sociedad de beneficio mutuo. Bolivia no quiere repetir las experiencias de nuestros vecinos, donde los salares fueron concesionados y los beneficios se plasman en mínimas regalías para las regiones productoras, pero el negocio y el territorio está bajo control de empresas privadas. La apuesta de Bolivia es hacer negocios con empresas que tengan experiencia en el rubro y que apuesten por invertir y transferir tecnología, siempre respetando la propiedad de toda la cadena del litio en manos de los bolivianos, por ello estamos abiertos a trabajar con muchas empresas, muy pronto se lanzarán licitaciones para trabajar en el ámbito de la investigación y la producción de litio.
—¿En qué momento está el Plan de Litio en Bolivia, luego de esta inauguración, y qué se viene hacia adelante?
—Ahora tenemos un plan estratégico de desarrollo del litio, como pilar fundamental la innovación de nuevas tecnologías, desarrollo de mercados para nuevos productos, diversificación de productos de la cadena evaporítica y mejora de procesos productivos para tener un manejo sostenible y eficiente. En resumen, lo que continúa en el marco del Plan de Litio es la etapa de masificación de procesos industriales, donde se pondrán en inicio la mayor cantidad de proyectos relacionados a estos recursos naturales en el menor tiempo posible, y en todas las etapas de la cadena, estamos buscando masificar las actividades y la participación de empresas en éstas, con el propósito de crear una industria amplia y solida basada en el beneficio mutuo. Entre las actividades previstas a corto plazo, tenemos la construcción de nuevas plantas piloto de EDL en los salares de Uyuni (2), Coipasa (1) y Pastos Grandes (1), además de una nueva convocatoria internacional a empresas interesadas en realizar actividades en toda la cadena productiva, desde la prospección hasta la industrialización ya sea en estos salares grandes y también en los salares de Capina, Cañapa, Chiguana y Empexa.
—¿Cómo se prevé que vaya a darse el aporte a los ingresos del país de la Planta Industrial de Carbonato de Litio en lo inmediato y en el corto plazo?
—El 100% del ingreso de la producción comercializada del carbonato de litio para esta planta recientemente inaugurada es para el Estado boliviano, puesto que es de propiedad de YLB, en el corto plazo ya se activarán propuestas de contrato de compra por adelantado, lo cual genera buenas expectativas para YLB y el Estado Boliviano. Estamos creciendo, con optimismo y compromiso, el litio ya no solo es una esperanza, nuestro plan comienza a dar frutos con la inauguración de esta planta y los convenios de inversiones, la producción del litio ahora ya es una realidad.
El Ministro de Hidrocarburos y Energías habló sobre la relevancia para el país de la inauguración de la Planta Industrial de Carbonato de Litio. La factoría, ubicada en Uyuni, Potosí, tiene una capacidad instalada de 15.000 toneladas métricas anuales y requirió una inversión de Bs. 766,9 millones. A diferencia de otros países, la apuesta boliviana es por el desarrollo con soberanía sobre los recursos naturales. La autoridad abordó cómo se prevé alcanzar el nivel óptimo de producción de la instalación y por qué demoró en darse esta inauguración. Apuntó también en qué momento está el Plan del Litio en Bolivia, además del aporte de la Panta a los ingresos del país.