‘La invención del amor’: una estafa
La invención del amor es una novela del desencanto, de la frustración, de la resignación, de la sumisión con gotas de xenofobia, de la crisis que vive el sur de Europa.
La invención del amor del español José Ovejero es la última ganadora del Premio Alfaguara de Novela 2013 (al cual se presentaron ocho novelas bolivianas de un total de 802 manuscritos). Fallado en marzo, llega en agosto a nuestras librerías.
El inicio de la novela atrae con gran fuerza: un cuarentón (pasivamente infeliz, con miedo y asco en Madrid) se inventa una relación con la hermana de una joven muerta en accidente. Hasta acá, todo bien. La invención del amor es una novela del desencanto, de la frustración, de la resignación, de la sumisión con gotas de xenofobia, de la crisis que vive el sur de Europa.
Con el paso de las páginas, todo lo bueno (más un “ensayo” sobre las relaciones de pareja y la soledad con una habilidad especial para describir y una prosa ligera) se desdibuja y aparece el verdadero tamaño del “iceberg”: altibajos, personajes débiles —apenas construidos—, inverosimilitud (especialmente en la transformación final del protagonista), tibieza y decepción final.
La original idea daba para un relato, jamás (narrada de esa manera) para una novela. El amor es una estafa insípida, jamás un invento imaginario. Y Ovejero no es Saramago (la sombra de Todos los nombres es alargada). Ni Marías. Este premio necesita una buena novela para resucitar.
Ricardo Bajo H. es periodista