Diego Aramburo abre taller de escenificación en Sucre
Director. Ha sido invitado al Consejo de la Danza de la Unesco
Fue un año fructífero para el director Diego Aramburo y su compañía, Kiknteatr. Recibió tres distinciones nacionales y dos extranjeras, incluyendo la invitación a ser miembro del Consejo Internacional de la Danza de la Unesco. En 2014 empezará con un taller.
Escenificación: desde el concepto hasta el cuerpo, es el título que el teatrista cochabambino propone para el taller que dictará del 5 al 12 de enero en la ciudad de Sucre, en el cual se analizará a profundidad la creación, dirección y ejecución escénica en la actuación, la performance y la danza.
“Los primeros días de enero acabo el taller de dramaturgia que empezó en diciembre, es un taller dividido en dos partes para que la gente consiga acabar obras, aunque sean cortas, con las herramientas y la guía ofrecidas. No creo que se ‘enseñe’ a escribir, pero sí se puede transmitir parámetros para que una escritura sea más escénica y más efectiva para el formato”, comentó el director.
Proceso. “Después arranca el taller integral de escenificación, que consistirá en revisar el proceso completo, que va desde la conceptualización hasta la concretización de un hecho de artes vivas. Será un taller intenso, con herramientas referentes a la gestación artística —teórica y práctica— de una obra escénica. La idea es que en ocho días y muchas horas diarias, la gente salga con una experiencia que le permita pensar la escena y vislumbrar vías de realizar sus proyectos de forma contundente y coherente con sus premisas de arranque”, explicó.
El creador, que fue nombrado este año por el Festival de Teatro de Manizales (Colombia) como Maestro de Los Nuevos Caminos del Teatro Latinoamericano, ve necesario un cambio de visión sobre la escena. “Se me va haciendo cada vez más necesario que en Bolivia pensemos las artes vivas. Pues si solo ‘montamos’ obras sin haberlas concebido artística e intelectualmente, correríamos el riesgo de llegar a ser solo replicantes o adornadores de textos que nos gusten y que podemos incluso decorar muy bien para la escena, pero la idea es generar obras de arte propias”.
En 2013 también recibió homenajes de la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC, Santa Cruz), el festival Bertolt Brecht (Cochabamba) y la Comisión de Política Social de la Asamblea Legislativa de Bolivia. Ante estos reconocimientos, Aramburo destacó que se trata de entidades muy diferentes que avalan el alcance de su obra.
Sin embargo, ahora su mirada está puesta en las nuevas generaciones. “Pienso que la idea de formar en cualquier ramo artístico tiene el objetivo de que los que reciben las herramientas e ideas que uno propone, luego prosigan su investigación personal. Creo que se trata de motivar a que la gente sea curiosa, perfeccionista y trabajadora, motivarla a que investigue mucho más, a partir de las ventanas iniciales que uno abre para que vea un horizonte del que se puede apropiar luego con su investigación y trabajo”.
Futuro. Más que la palabra “formador”, el director prefiere usar “incitador”. “Uno debe dar lo mejor de sí, incluso debe ser mejor y más exigente que como creador, pues solo de esta forma uno logrará que quienes uno guía en un taller puedan ser mejores que uno en el futuro. Y eso es a lo que yo aspiro, que las siguientes generaciones hagan mucho mejor teatro, danza y artes vivas que yo y la mía”.
Para 2014, el director tiene previsto viajes a Brasil, Argentina y Europa, con las obras Blancanieves, Aecceso (ganadora del Festival Peter Travesí 2013) y Romeo y Julieta de Aramburo, que “van asumiendo diferentes compromisos. Además de eso hay una nueva creación, un par de talleres y, por suerte, ¡mucho trabajo!”o