Con precios y ofertas especiales se celebra hoy el Día del Cine
Función. Los canales incluyeron cintas nacionales en su programación
Las salas paceñas celebrarán hoy el Día del Cine Boliviano con funciones y precios especiales, mientras que los canales y redes de televisión de La Paz incluirán en su programación las producciones nacionales. Este día se instituyó en el país mediante Decreto Supremo 29067 en 2007. El 21 de marzo fue elegido como un homenaje a Luis Espinal Camps, quien murió esa fecha en 1980. La norma instruye a los cines y a los canales de televisión programar películas nacionales.
Las actividades de celebración comenzaron ayer en la noche con una gala en la que el ministro de Culturas, Marko Machicao, reconoció el trabajo de 15 cineastas nacionales y la presentación del libro Luis Espinal y el cine, del crítico e investigador Alfonso Gumucio Dagron en la Cinemateca.
Es el archivo fotográfico el que mayor oferta tendrá para el público paceño, ya que dedicó su programación de hoy y mañana al séptimo arte nacional, además de distribuir filmes a otros centros, como el MegaCenter. “No hay mejor manera para recordar esta fecha que viendo las películas que se han producido en este país”, recalcó la directora del la Cinemateca, Mela Márquez. Esta celebración incluye la aplicación de precios especiales, los cuales varían de sala en sala. Eso sí, el costo especial de las entradas se limita solo a las proyecciones bolivianas programadas.
De esta forma, para poder ver cualquiera de las cintas que forman parte de la parrilla de la Cinemateca (Óscar Soria 100) se debe pagar Bs 20. Las funciones comenzarán a las 16.00. “Antes el precio era mucho menor, pero nos dimos cuenta que es importante que los cineastas reciban en este día los beneficios por el disfrute de sus obras”, agregó Márquez.
En el MegaCenter (Av. Rafael Pabón de Irpavi) la entrada a las salas en las que se proyectará tanto Olvidados (Carlos Bolado) como El cementerio de elefantes (Tonchi Antezana) costará Bs 15. Esta promoción se aplica a todos los Cine Center de Bolivia (Cochabamba, La Paz, Quillacollo, Riberalta y Santa Cruz). Por su parte, en el Monje Campero (El Prado) la entrada costará Bs 35 (Mi socio). En el caso del Multicine (Arce 2631) no habrá una reducción del precio de la entrada, pero sí una promoción de dos por uno en cada una de las funciones nacionales.
Por otro lado, quien no quiera salir de casa tiene como opción a los canales de televisión. ATB, Bolivisión, Cadena A, Tv Culturas CTV, Palenque Tv, PTV, red Uno, RTP y Unitel incluyeron algunas producciones recientes. Sin embargo, más allá de la proyección de filmes, los cineastas consideran que no hay mucho que festejar, ya que el público boliviano se ha desenamorado del cine nacional y no existe un apoyo real por parte del Estado a la producción y difusión.
“Desde hace muchos años que la situación del cine nacional es terrible. Hay muchos factores que influyen en esto, pero destaca la falta de subvención, de un apoyo real y constante por parte del Estado boliviano”, lamentó el director Marcos Loayza.
Para el autor de Cuestión de fe, aparte de algunas iniciativas aisladas, no existen políticas de fomento al cine establecidas, como lo demuestra la demora en la elaboración de la Ley del Cine, punto en el que también enfatizó el director Paolo Agazzi. “La actual legislación no contempla el avance tecnológico ni los cambios sociales. Necesitamos actualizarla, entre otros problemas”, manifestó el director.
El aislamiento de los mismos protagonistas no ayuda a estructurar un movimiento. “En Bolivia hay épocas en las que salen varias películas destacadas, pero es una coincidencia, ya que no hay tendencia y, como sector, no nos sentamos a discutir a profundidad los problemas”, agregó el realizador.
Esta separación se agrava, consideró Mela Márquez, debido a que el avance tecnológico facilita y abarata la realización de películas, aunque no garantiza que éstas sean consideradas buenas. Para la directora de la Cinemateca, los nuevos sistemas de producción audiovisual han permitido una explosión en el número de estrenos, pero una caída en la calidad cinematográfica.
“Ahora es fácil hacer películas, pero no todos los que producen tienen el conocimiento necesario para crear algo que no solo atraiga al público, sino que también pueda participar en premios internacionales”, dijo Márquez. Como ejemplo, la directora recordó que en los dos últimos años Bolivia solo produjo dos cintas que podrían ser postuladas: Ivy Maraey y Olvidados.
Esto también se traduce en una reducción de la taquilla y la desconfianza que el público boliviano muestra ante nuevos estrenos. “Tiene un gusto exigente y ya no acepta ver todas las películas que salen”, evaluó Márquez. Pese a estos problemas, los expertos se muestran optimistas. Márquez destacó que el trabajo en documental avanza a pasos agigantados y “nos dan sorpresas agradables, como Miguel Hilari (El corral y el viento)”.
Por su parte, tanto Loayza como Agazzi tienen proyectos. El primero comenzará a filmar una nueva película este año. Lo único que quiso adelantar es que es un trabajo “completamente distinto” a lo que hizo hasta la fecha. Y Agazzi estrenará a mediados de año un largometraje documental sobre cáncer infantil en Bolivia. “Lo hemos realizado para estrenarlo en pantalla grande”, dijo el director de Mi socio.
En una conferencia de prensa realizada el miércoles 18 de marzo, el ministro de Culturas, Marko Machicao, adelantó que este año se trabajará en la elaboración de la Ley del Cine, proceso que volvió a fojas cero. La autoridad aseguró que se tomarán en cuenta todas las propuestas anteriores, incluyendo el borrador que está sin avance en la Asamblea Nacional. Además aseguró que la norma “estará unida a la Ley de Culturas, ya que no pueden estar separadas”. Sin embargo, la autoridad estatal no especificó una fecha.