Cynthia Edul: ‘El teatro boliviano tiene una idea de comunidad muy valiosa’
Mañana comienza el taller Escritura para la escena, dictado por el argentino Ariel Farace, donde participarán una docena de seleccionados.
La teatrista argentina, formada en literatura, llegará por segunda vez a La Paz para dar un taller sobre desmontaje del 5 al 8 de junio en el marco de Panorama Sur, organizado por el Goethe Institut y Espacio Alternativo. Además, mañana comienza el taller Escritura para la escena, dictado por el argentino Ariel Farace, donde participarán una docena de seleccionados.
— ¿Qué expectativas tiene para este taller en su segunda visita a Bolivia?
— El año pasado fue tan bueno que la idea fue repetir este año. Me puse a repensar el diálogo con los artistas bolivianos. Fue muy bueno por varias razones, por el nivel de discusión y profundizar en la práctica de las artes escénicas con artistas y gente. Tiene que ver con integrar la comunidad teatral o a quien le interesa el teatro y piensa desde otra disciplina, como es la literatura. Esa idea que se dio en el taller es de vincular la comunidad teatral, la escuela de espectadores y la universidad, que está compuesta por quienes asisten y participan de esto. Fue muy solidaria esta experiencia.
— El teatro en Bolivia no tiene una tradición desde el texto, ¿cómo trabaja esto en su taller de desmontaje?
— Es cierto, Bolivia no tiene tradición del texto, pero éste siempre está porque no se lo puede ver solo como escrito sino también con cómo se escribe en escena. Siempre hay una sintaxis en escena, una imagen dominante y una sucesión de escenas que intentan provocar un sentido, por más que eso no parta desde la escritura, eso se da y se escribe. El texto siempre se da y trato de abrir y ampliar la visión de lo que es un texto en las diferentes formas de dramaturgia.
— ¿Cómo ha encontrado al teatro boliviano?
— El teatro boliviano es muy activo, tiene una idea de comunidad muy valiosa, como la comunidad de artistas que trabajan juntos y se apoyan entre ellos. Pienso que tienen que creer y ocupar espacios más grandes, que tienen que estar muy ligados al teatro.
— ¿De qué dramaturgos destacaría el trabajo?
— Me gusta mucho el trabajo de Diego Aramburo, Percy Jiménez y Eduardo Calla. Tuve una muy buena relación y diálogo con Jorge Alaniz y Álvaro Manzano. Después conocimos a muchos jóvenes de la Escuela Nacional de Teatro de Santa Cruz muy buenos. También las dramaturgas Paola Oña y Camila Urioste.
— ¿Ha encontrado algún eje temático o discurso en común en el teatro boliviano?
— Eso me costó más. Creo que se podría decir que un eje común es lo incierto, el punto de partida de la escena y del actor, y que nace de las intensidades de las dramaturgias del actor en la escena, sobre todo en creación colectiva. Creo que hay una necesidad de corrimiento del realismo y de las convenciones del teatro burgués. Eso se puede buscar en un lenguaje poético y más absurdo, como de la comedia negra. Hay muchas realidades de lo que significa correrse del teatro clásico y más vinculado al realismo.
— ¿Qué va a ofrecer en su taller sobre desmontaje?
— Voy a ofrecer marcos de lectura para pensar el teatro y sus aproximaciones desde la teoría y la práctica. Vamos a trabajar con video y texto. Tenemos siete entrevistas con siete directores bolivianos. Habrá tres entrevistas por día y vamos a trabajar la génesis del texto, la obra y los movimientos de las puestas en escena.
— ¿Cómo se puede hacer para que el público se acerque más al teatro?
— Pienso que estos son espacios donde hay que empezar a confiar más y hacer más funciones. Es muy difícil crecer cuando uno hace poco o nada para ello. Es necesario hacer más representaciones y esto va a permitir que los artistas puedan madurar lo que están haciendo y trabajando. Hay que vincularse con espacios educativos y de formación que no solo sean de teatro para crear nuevos públicos. Es muy importante también la discusión sobre el tema.