El cine de animación busca nuevos trazos en África
Aprovechando la localización geográfica y su experiencia en el sector, ha puesto en marcha The Story Lab, un concurso entre creadores de animación africanos que quiere lanzar a los ganadores al mercado cinematográfico global.
Surtida desde sus inicios de historias e ideas procedentes de lo que conocemos como Occidente, la industria del cine de animación busca en África talentos y nuevas perspectivas que amplíen sus horizontes y oxigenen con tramas inéditas la oferta mundial.
La sudafricana Triggerfish es una de las pocas productoras de animación del continente.
Aprovechando la localización geográfica y su experiencia en el sector, ha puesto en marcha The Story Lab, un concurso entre creadores de animación africanos que quiere lanzar a los ganadores al mercado cinematográfico global.
De entre los más de mil participantes, Triggerfish ha elegido ocho guiones -cuatro para series de televisión y cuatro para películas- que ahora desarrolla en sus estudios con los autores y la ayuda del padrino del proyecto, Disney, que contribuye con consejos, sugerencias y contactos para su comercialización.
«Los creadores africanos tienen su propio sentido del humor, una perspectiva distinta del mundo, porque han crecido en un lugar diferente», dice a Efe Anthony Silverston, jefe de desarrollo de Triggerfish, que ha producido películas como «Khumba» o «Zambezia».
Basadas en los elementos habituales de las historias de animación, algunas de las propuestas añaden novedades sorprendentes, poco corrientes en el circuito.
Es el caso de la serie de televisión «Mama K’s Super 4», de la joven de Zambia Malenga Mulendema.
En su historia, cuatro adolescentes africanas son reclutadas por un antiguo agente secreto convertido en superhéroe para su operación de salvar el mundo.
La omnipotencia común a este tipo de personajes cuenta en el guión de Mulendema con una dificultad añadida que hará su misión aún más difícil: un presupuesto limitado que les obliga a mirar los gastos.
«Mama K’s Super 4» y el resto de bocetos están siendo completados en estos momentos en los estudios de Triggerfish. Una vez concluidos comenzará la fase de producción, a la que seguirá su salto al mercado.
Para conseguirlo, Triggerfish utilizará su presencia en festivales internacionales de animación, en los que presentará las historias a posibles socios para llevarlas a las pantallas.
«Cada proyecto tiene su propio camino. Normalmente, quienes los han escrito tienen una idea clara de los personajes, pero, cuando el ilustrador o el artista conceptual empieza a trabajar, puede haber cambios», explica Silverston.
«Estamos en contacto con Disney, que también influye en el desarrollo», añade el experto y recuerda que los ganadores del concurso pudieron visitar los estudios centrales de la legendaria empresa en Los Ángeles.
Las características del púbico internacional al que van dirigidas son también un factor a considerar en el proceso de producción.
«Deben ser globalmente accesibles», afirma.
Entre las artistas más consagradas de The Story Lab están la estadounidense de origen nigeriano Nnedi Okorafor y la keniana Wanuri Kahiu, responsables de la película «afrofuturista» «The Camel Racer».
Su protagonista es una niña de una Kenia del futuro que desafía a la tradición para poder cumplir su vocación de montar a camello, una línea argumental inspirada en uno de los libros de Okorafor.
La escritora une ahora fuerzas con Kahiu, una directora que reivindica la autenticidad africana en su trabajo y las raíces de la ciencia ficción en la cultura popular del continente.
También de ciencia ficción es «The Wild Waste», del dibujante de cómics Nas Hoosen. En él, una chica huérfana atraviesa junto a la madre-robot que la crió una descomunal jungla urbana, en busca de otros seres humanos.
En «Wormholes», el espectador será invitado a un espacio exterior lleno de criaturas misteriosas, y en la película «Lights» conocerá al científico que convierte en una fuente de energía a su hermana pequeña.
«Esperamos con mucha ilusión ver los resultados», dice Silverston, que espera que The Story Lab sirva para abrirle a África las puertas de la industria de animación. (22-07-2016)