Editorial El Cuervo presenta su primer libro traducido al español
'Animalescos' del autor portugués Gonçalo Tavares será presentada virtualmente este miércoles 9 de junio.
“Escribe tan bien que dan ganas de meterle un sopapo”, dijo el escritor portugués José Saramago, cuando todavía vivía, tras leer Animalescos de su compatriota Gonçalo Tavares. Es, justamente, ese libro el que Editorial El Cuervo ha publicado para Bolivia y que presentará virtualmente este miércoles 9 de junio.
A través de Facebook Live en el perfil de la editorial (@editorialelcuervo), el evento contará con la presencia de Tavares, además del escritor cochabambino Rodrigo Hasbún, autor de Los afectos y Los años invisibles, y el director de Editorial el Cuervo, Fernando Barrientos.
Y si bien la presentación del libro comenzará a las 13.00, Animalescos ya está en circulación e incluso fue leído en el Club de lectura, iniciativa de la editorial, que nombró a la obra como su libro del mes.
¿DE QUÉ TRATA?
«Fábulas protagonizadas por máquinas, parábolas del Cristo de los animales, humanos que se alimentan de locos. Un bestiario contemporáneo y mutante. Las 39 piezas que componen este inclasificable libro abordan la condición humana de manera alucinada, cautivante, genial. Como en un intrincado arabesco, se cruzan y confunden las fronteras entre humano y animal, civilización y barbarie, tecnología y religión, locura y pensamiento», reza la contratapa de la edición boliviana del libro aclamado por The New York Post y Le Figaro, además de Saramago.
Publicado originalmente en 2013, a nivel nacional Animalescos salió de la imprenta en febrero de 2021. Es el primer libro traducido al español por la editorial El Cuervo, para lo cual se contó con el trabajo de Rodolfo Alpizar Castillo, además del apoyo de la Dirección General del Libro, de los Archivos y de las Bibliotecas de Portugal.
Tavares ha sido considerado el maestro de las letras en portugués y cuenta con una extensa obra que consta ya de una treintena de libros, que van desde la poesía hasta la novela, pasando por el teatro y el ensayo.
UN FRAGMENTO DE ANIMALESCOS
padre animal
buenos días
el peor de los hijos
el mejor de los puercos
: hay armas y violencia, un pensamiento no combate como las muchachas: no se trata de halar los cabellos al pensamiento que se le opone, se trata de otra cosa, otros actos, bien diferentes, los movimientos del pensamiento se lanzan a las partes débiles del otro, no tienen piedad física ni moral, el combate es para vencer no es para que hagan fotografías de los combatientes, no se trata de una razón estética sino de una razón animalesca de territorio: este cerebro es mío y, además de que este cerebro sea mío, estos juicios morales son míos, me gusta, no me gusta, o la voz que dice: malo, bueno, malo, bueno, malo, bueno, en el palacio está el padre que dice buenos días a los hijos, un cariñito en la cabeza, el índice que dice —tú eres el peor de los hijos—, y yo apunto a mi cabeza como si tuviera un arma, pero ni arma ni dedos apunto en el pensa- miento, que es mucho más violento, apunto hacia mí y digo como si estuviera delante del espejo: yo soy el peor de los hijos y el peor de los hijos es llamado a dar un beso a un animal, un beso en el lomo de un animal, pues los animales son nuestro oro, no tenemos oro pero tenemos animales: un beso en el lomo del caballo, un beso en el lomo de la vaca, un beso en el lomo de la cabra; todo es para ser besado; solo no me manda besar la tierra porque yo soy el peor de los hijos y solo los mejores de los hijos pueden besar la tierra: yo beso el caballo y estoy bien así, todavía no crecí lo suficiente para que me guste besar muchachas; el padre me enseña cosas detrás de las cosas que parece enseñar: está enseñándome a enamorar, pero yo no entiendo: avanzo hacia el caballo, doy dos caricias, pregunto si está bien así, y el padre dice no y no y no, y me manda para el cuarto de castigo, un cuarto trancado, completamente cerrado bajo ocho llaves por el señor mi padre, pero después extrañamente allí está la ventana enorme abierta y puedo quedarme encerrado en el cuarto toda la vida o puedo lanzarme desde la ventana y muero así a partir de un punto alto y hasta puedo gritar mientras caigo, y claro que un padre no quiere que su hijo sea un suicida, ningún padre desea eso, incluso para el peor de los hijos, pero entonces qué quiere él con la ventana abierta, por qué me encierra en un sitio que tiene una salida, no es justo, digo: y pido y grito para que cierren la ventana, que quiero permanecer preso sin ninguna salida, que no me gusta aquella salida, que no estoy preparado para aquella salida y, sí, alguien oye mis gritos, estoy aterrorizado y por eso el grito es más convincente: ruedan las ocho llaves, abren la puerta del cuarto, cierran la ventana, qué buenos son estos hombres: agradezco la simpatía, la compasión, estoy preparado para salir, cuando me quieran, estoy preparado para ser el mejor de los esclavos ya que soy el peor de los hijos, rechazo pues el estatuto antiguo y me preparo para servir, y tal pedido es aceptado y ahora, desde hace seis años, o diez o veinte, soy el mejor de los que limpian la caballeriza, soy el mejor de los puercos, el mejor animal de la hacienda y los hijos buenos de mi padre me hacen caricias y me dan besos en el lomo, estoy contento y si es necesario puedo dar rugidos que parezcan rugidos de animal, prescindo de mi lenguaje, no me sirve para nada en el oficio que ejerzo, prescindo del lenguaje y avanzo hacia la docilidad como un bello animal mudo, aquí estoy, el más bello y fuerte animal mudo, el mejor animal mudo que mi padre tiene —y él tiene muchos