Al-Azar cuenta cómo en 2019 quisieron censurarlo y reivindica la libertad de expresión
El caricaturista político y periodista gráfico de La Razón contó detalles de la censura a su trabajo en 2019.
Alejandro Salazar, mejor conocido como Al-Azar, estuvo hoy en La Razón Radio conducida por los periodistas Rubén Atahuichi y Marco Ibañez. En la entrevista, el dibujante de viñetas reivindicó la libertad de expresión y contó detalles de la censura a su trabajo en 2019.
“Estoy haciendo mi trabajo como siempre y más tranquilo porque veo que hay más condiciones para poder opinar. En ese sentido la situación del país ha mejorado un poco”, dijo Salazar.
Al-Azar fue censurado por el dibujo publicado el 12 de noviembre de 2019, el cual mostraba un Pinocho al mando de un tanque de guerra, cuyo cañón no era de metal sino de una columna romana apuntando a una señora de pollera y a dos niños.
Colegas del periódico expresaron su preocupación, y alguien de ellos pidió bajar la caricatura. La idea incurría en censura, pero a raíz de esa petición la demanda creció, hubo un conflicto interno que repercutió a través de las redes sociales. Afuera, quienes estaban emocionados por el proceso político que vivía el país comenzaron a atacar a Alejandro Salazar.
A manera de denuncia, Al-Azar publicó por varios días un espacio en blanco, pero con su firma.
Hechos de 2019
En los últimos días, el nombre de Al-Azar apareció en el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) convocado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre los hechos acontecidos en 2019.
“Ni siquiera el humor y la ironía tuvieron espacio. El 3 de diciembre, el caricaturista conocido con el pseudónimo de Al-Azar del periódico La Razón dejó de publicar sus caricaturas luego de recibir amenazas”, describió el informe.
“En 2019 estaba haciendo mi trabajo de forma normal, el trabajo por el cual me contrataron, sobre los hechos que son noticia”, recordó Salazar.
“Que yo me acuerde, no hubo un caso parecido de censura en Bolivia. Yo solamente estaba tratando de hacer bien mi trabajo: dar mi opinión sobre las noticias”, dijo.
Las críticas a la primera viñeta se extendieron a los trabajos siguientes. “El ataque no solo fue ese dibujo, publiqué otro después de las masacres —ahora se conocen como masacres — de Senkata. Era el mismo dibujo, pero con las personas muertas”, añadió.
“Decidí dejar de publicar porque no sentí que hubiera las condiciones de libertad que son necesarias para ejercer mi trabajo”, señaló.
El humor nuevamente en el papel
“¿Sientes que el daño está reparado con la alusión del GIEI?”, preguntó La Razón Radio. “Al menos hay un intento, no solo para mí, de mostrar que la sociedad puede dar sus opiniones libremente y, en este caso, el informe ha tomado en cuenta lo sucedido y es un avance. Es un hecho que puede ayudar a que no se repita la situación”, respondió Salazar.
“He recibido quejas sobre mis dibujos, pero nunca como aquella vez. Me amenazaron a mí y también a mi familia, a mis hijos. Eso cobra otra dimensión”, contó.
Luego de un año sabático obligado, el artista volvió a tomar el lápiz. “El dibujo, para mí, no solo es una forma de expresión, también es una forma de vida, porque con eso mantengo a mi familia. Si es que puedo seguir trabajando estoy más tranquilo”, aclaró.
El dibujo y la caricatura política son, para Salazar, un lenguaje. “Yo tengo que decir cosas a través del dibujo y del humor. No es un lenguaje usual en la población, es algo que hay que ir creando cada día, es un proceso muy largo, las reglas no están tan claras y no hay un manual para poder tener un lenguaje gráfico. En ese sentido es un lenguaje arduo”.
Para darse a entender, tuvo que crear también un lenguaje de signos e ideogramas.
“Tengo que ver la forma de hacer entendible esos signos. Cada día es una lucha porque debo ver si el dibujo funciona o no. Yo expreso mi punto de vista de las cosas y el dibujo se completa cuando la gente ve e interpreta la sugerencia que yo le doy, completa las ideas que yo lanzo. Al final es el lector quien tiene la última palabra”.
Al-Azar, periodista gráfico de La Razón, publica en la sección “Documentos Desclasificados”.