Adhemar Manjón y la literatura sobre una Santa Cruz ‘escondida’
Con muchas influencias cinematográficas y un gusto especial por 'maltratar' a sus personajes, el escritor cruceños presentó un libro de cuentos en esta FIL La Paz 2021.
La literatura cruceña tuvo un papel importante en esta edición de la Feria Internacional del Libro, presentando libros de autores como Adhemar Manjón, quien el 18 de septiembre presentó su segundo obra, el libro de cuentos Fantasmas del sábado.
Publicado por Editorial 3600, el libro consta de 96 páginas y está a tan solo Bs 40. La Razón habló con Manjón sobre qué mueve su literatura y qué encontrará el público al leerla.
— ¿Cómo nació este libro de cuentos?
— Cuando publico, en el 2016, Génesis 4:12 (Perra Gráfica), pensé que a partir de eso iba a ser más fácil. Como que uno sabría la formula de escribir y que así saldría más rápido, pero no. Encima seguí trabajando en El Deber y era un ritmo muy apabullante, entonces no me daba tiempo para escribir. Pero dejo de trabajar el 2018 en el periódico, me voy a a Argentina a vivir con mi esposa y empiezo a escribir en octubre, así como compulsivamente, sin saber qué iba a salir de eso. Pensé en escribir una novela, después escribí un montón de cuentos, sin saber qué hacer con eso.
Entonces vi que había una línea ahí que podía funcionar y me acorde de esta canción de Tom Waits que se llama The ghosts of saturday night y fui unificando esos cuentos, separando algunos y quedaron esos seis que transcurren entre un sábado y domingo en Santa Cruz. Y, como dice el editor de mi primer libro, Antonio Vera, hay una unidad que hace que el libro pueda funcionar como novela con situaciones que se entrecruzan, personajes que aparecen en varios cuentos.
— ¿Qué puedes decir sobre las historias dentro Los fantasmas del sábado?
Yo diría que son historias sobre la visión que tengo de una Santa Cruz que a mi me interesa, que es la Santa Cruz urbana y oscura, un poco violenta, hostil. Una Santa Cruz a la que quiero darle un trato con toda esa violencia, pero también cargarla de cinismo, humor y ironía.
Mis dos libros son un poco en contra de Santa Cruz. Es una ciudad que me da un poco de bronca por toda esa figura que tiene de ciudad del progreso económico y nada más, cuando por debajo hay muchas cosas jodidas y duras que están tapadas bajo el manto de la Santa Cruz progresista, los valores cruceños, las mujeres lindas y los jóvenes emprendedores. Entonces este libro son historias sobre esa otra Santa Cruz que a mi me interesa mostrar a través de la violencia y el humor irónico la Santa Cruz escondida.
— ¿Cómo describirías tu estilo de escritura?
— A mi me interesa mucho el cine, así que pienso que estoy escribiendo una película. Escribo porque no tengo los recursos para conseguir equipos y filmar y todo eso. Entonces me conformo con sentarme a la computadora y escribir y pensar que estoy escribiendo ciertas escenas de películas, homenajeando a ciertos directores que me gustan y, en medio de eso, se va armando el estilo de uno.
Me interesa mucho el realismo, la vena de mis dos libros lo es. Y si bien leo bastante y me interesa (la literatura) escribo pensando en el cine. Sobre todo en este libro, más que en el anterior
— ¿Alguna película que haya influenciado este libro?
Para el primer libro (Génesis 4:12) me gustaba mucho este director Martin Rejtman, que es argentino y hace en los noventas una película que se llama Rapado. También esta película uruguaya 25 watts (2001, Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll). Ya para este, cuando fui descubriendo lo que quería para el tono, recordé esta película Pizza, birra y faso (1998) de Bruno Stagnaro y Adrián Caetano y había mucho de lo que yo quería: ladrones de poca monta, a los que les va todo mal, asaltan gente y, si bien no es parecida, es un tono de marginalidad y violencia con cierto humor y mucha música que quería poner en este libro.
También la película de Sean Baker Tangerine (2015) que me gustó mucho. O Mochila de plomo (2018) de Darío Mascambroni. Y los hermanos Coen con sus personajes perdedores antihéroes que no saben qué hacer y también son un poco idiotas. Me gusta mucho eso de los Coen, desde que alguna vez leí en una critica que sus personajes siempre son imbéciles y los Coen encima los maltratan y, bueno, hay mucho de eso en mi libro. son personajes que no saben qué hacer y es como que no intentan escapar en el momento en que todo está por joderse y eso me interesa mucho.
No me gusta sentir mucha lástima por mis personajes, porque total son personajes. No me gusta la redención en ellos. No estoy en contra de los autores que les gusta eso, pero en mi caso me gusta divertirme y maltratarlos, hacer de todo con ellos.
— ¿Alguna idea de cuál será el próximo proyecto?
— La verdad he estado muy ansioso de que se publique este libro porque quería descansar. Estuve como dos años escribiéndolo y yo quería que se publique de una vez para volver a mirar películas tranquilo, sin pensar en qué puedo sacar de ellas para el libro. Ahora estoy tranquilo y me gustaría escribir una o dos crónicas al año, tengo ideas para ficciones, me interesa estar en Santa Cruz, pero no se cuando me pondré a escribir porque no es algo que me desespera mucho. No escribo todas las semanas o todos los días porque solo escribo cuando tengo algo claro para escribir.
— ¿Algún libro que recomiendes de la FIL 2021?
— El que me interesó muchísimo y me compré es uno de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA): Rastros del doctor Mariño. Crónicas policiarias 1937-1959, edición rescatada por Marcelo Villena.