Pakistán finalmente autoriza la proyección de película ‘Joyland’
La película obtuvo la "Queer Palm", premio LGTB, en mayo en Cannes y representará a Pakistán en los próximos Óscar.
Un cartel anuncia el estreno de la película de Saim Sadiq. Foto: AFP
Las autoridades paquistaníes dieron marcha atrás y finalmente autorizaron la proyección de la película Joyland, sobre un romance entre un hombre casado y una mujer transexual.
«Joyland», premiada en el último festival de Cannes, llegó a los cines de Pakistán el 11 de noviembre, tras obtener en agosto el visto bueno de la censura.
Pero una oleada de críticas de sectores islamistas llevó al Ministerio de Información a suspender su difusión el pasado fin de semana. Se la consideraba «repugnante respecto a las normas de decencia y moralidad».
El Ministerio pidió al organismo responsable de la censura que volviera a examinar su contenido.
Y precisamente el responsable de ese organismo, Muhammad Tahir Hassan, indicó este miércoles a la AFP que «no hay ningún obstáculo para que (el filme) se proyecte en las salas de cine».
«Los distribuidores pueden proyectarlo a partir de mañana (jueves) por la mañana», añadió.
La película obtuvo la «Queer Palm», premio LGTB, en mayo en Cannes y representará a Pakistán en los próximos Óscar.
Su prohibición indignó a los activistas transexuales y la oenegé Amnistía Internacional denunció un «retroceso para garantizar el lugar (de los transexuales) en la sociedad».
«Es como dar dos pasos atrás cada vez que avanzamos», comentó Kami Sid, una modelo y activista transgénero. «Estoy triste por mi país, por la industria del cine y, sobre todo, por la comunidad transgénero», añadió, antes de que se revirtiera la decisión.
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La historia
El director del filme, Saim Sadiq, se dijo «disgustado» por la decisión del ministerio. Indicó que todo el equipo de la película tenía la intención de «hacer oír plenamente su voz contra esta grave injusticia».
En respuesta a las críticas, el primer ministro Shehbaz Sharif intervino personalmente y constituyó un comité para examinar la cuestión.
Aunque sus derechos están protegidos por la ley, la mayoría de las personas transgénero en Pakistán se ven obligadas a vivir al margen de la sociedad. A menudo mendigando, bailando en los matrimonios o prostituyéndose para sobrevivir.
La película Joyland cuenta la historia del hijo menor, casado, de una familia paquistaní bajo la autoridad de un patriarca, que se enamora de una bailarina transgénero de un cabaret.
Su relación expone la hipocresía de las relaciones en una familia multigeneracional, donde la sexualidad es tabú, y el enfrentamiento entre modernidad y tradición.
En 2009, Pakistán —país de cultura conservadora y patriarcal— fue uno de los primeros estados del mundo en reconocer legalmente un tercer sexo.
En 2018 aprobó una ley que otorga a los transexuales el derecho a determinar por sí mismos su sexo en todos los documentos oficiales e incluso a optar por una mezcla de ambos.
Pero estos avances y los intentos de proteger aún más los derechos de las personas transgénero son objeto de una feroz resistencia de los partidos islamistas, que denuncian la intrusión de valores occidentales.
Estos partidos llevan meses haciendo campaña para que se modifique la legislación. Esta se promulgó con el objetivo de limitar la discriminación y favorecer el acceso de los transexuales a la educación y al empleo.