Un juzgado de Jerez de la Frontera condenó a cuatro años de cárcel a un ciudadano boliviano que causó un accidente de tráfico en el que murió un joven motociclista cuando conducía su auto con permiso caducado y en estado de ebriedad.  

Una sentencia del Juzgado de lo Penal 1° de Jerez de la Frontera, a la que tuvo ayer acceso EFE, explica que el acusado Eric Paul V. P., de 27 años, circulaba con un vehículo Kia en la mañana del 5 de septiembre de 2010 por la carretera nacional IV (Madrid-Cádiz), a la altura de Jerez de la Frontera.

El causante del accidente tenía caducado el permiso internacional de conducir expedido en Bolivia y estaba bajo los efectos del consumo de alcohol.
Debido a su estado, invadió el sentido contrario y colisionó contra la motocicleta Yamaha que conducía Manuel M. I., que lo hacía correctamente y en el que no se detectó presencia de alcohol en sangre, según la sentencia española.

La Guardia Civil, por su parte, hizo un test de alcoholemia al acusado, que arrojó 0,69 miligramos de alcohol por litro de aire, casi el triple de los 0,25 autorizados. Además, presentaba otros síntomas de embriaguez, como “halitosis muy fuerte y notoria a distancia, habla pastosa, pupilas dilatadas, ojos brillantes, rostro pálido, vestimenta desarreglada y aspecto externo de agotamiento y cansancio”, según la sentencia. Como consecuencia del choque, el motorista salió despedido y sufrió graves traumatismos y múltiples fracturas   óseas que motivaron su fallecimiento minutos después.

El abogado Francisco Cabral, que ejerció la acusación en nombre de la viuda, expresó a EFE que la víctima era un joven padre de dos hijos, cuya familia ya fue indemnizada por la compañía aseguradora del vehículo.

No obstante, el abogado calificó como “un hecho horrible y execrable” que el Código Penal no prevea penas más duras para situaciones como ésta, en la que el acusado, que estaba en España sin permiso de residencia ni de trabajo, conducía sin un documento que tenga validez.

Juicio. El accidente se produjo pese a que la carretera, de dos sentidos de circulación, estaba bien señalizada, con separación de carriles, firme en buen estado, superficie seca y limpia y además se trataba de un domingo con buenas condiciones atmosféricas y escaso tráfico, se detallaba en la investigación del caso.

El juicio por estos hechos no llegó a celebrarse porque el acusado boliviano lo reconoció y aceptó la condena de cuatro años de cárcel por un delito de homicidio por imprudencia grave, en concurso de otro contra la seguridad vial, así como la prohibición de conducir durante cinco años.
Como consecuencia de estos hechos, la Administración española inició en septiembre de 2010 un expediente preferente de expulsión de España para Eric Paul V. P.