Las condenas de cárcel a algunos de los participantes en los disturbios, por comentarios en Facebook o robar unos pantalones, están causando polémica en el Reino Unido, donde el Gobierno defendió como necesaria la medida disuasoria.

Los cuatro años a los que han sido sentenciados dos jóvenes por enviar mensajes en Facebook animando a provocar altercados o los cinco meses que pasará entre rejas una mujer que aceptó unos pantalones robados han causado críticas entre la clase política británica y activistas de derechos civiles.

El Gobierno de coalición evidenció ayer además nuevas fricciones, al criticar los liberaldemócratas unas sentencias que consideran exageradas, mientras el primer ministro, David Cameron, aboga por aplicar la mano dura.

«Los tribunales están enviando un mensaje de dureza, y creo que es bueno que puedan hacer eso. Lo que pasó en nuestras calles fue espantoso, y la justicia debe dejar muy claro que no será tolerado», afirmó el «premier».

David Cameron argumentó que la justicia debe utilizar las sentencias para disuadir a los jóvenes de volver a cometer nuevos actos de vandalismo. En la misma línea se expresó el juez del tribunal de Chester (noroeste de Inglaterra) que sentenció a los dos jóvenes a cuatro años de cárcel por publicar mensajes en Facebook.

Roger Smith, portavoz de la progresista Justice, aseguró a EFE que las sentencias que se están dictando «son completamente desproporcionadas» y crearán «un problema a más largo plazo».