Entre 40 y 50 personas han muerto a consecuencia de los dos fuertes terremotos consecutivos de 6,2 y 6 grados de magnitud en la escala abierta de Richter que sacudieron ayer el noroeste de Irán, informó la agencia local ISNA, que citó una fuente del Ministerio de Salud.

Golam Reza Masumi, director de Emergencias Médicas del Ministerio de Salud, dijo a la agencia que los fallecidos a consecuencia de los seísmos son al menos 40, aunque podrían ascender a 50, y los heridos se elevan a unos 400. Los más graves fueron trasladados a hospitales de las ciudades de Tabriz y Ardebil.

Los distritos afectados por los temblores son los de Ahar, Varzagan, Mehraban y Haris. En la localidad de Varzagan, una de las más dañadas, explotó un gasoducto debido a los terremotos, según ISNA, aunque no se ha precisado si este suceso causó víctimas. Los dos seísmos, cuyo epicentro estuvo a 70 km de Tabriz, y el hipocentro, a unos 10 km bajo tierra, golpearon la región primero a las 16.53, y después a las 17.04, hora local.

La mayor parte del territorio de Irán se encuentra en una zona de constantes movimientos telúricos, que han ocasionado decenas de miles de muertos en las últimas décadas.  En diciembre de 2003, un terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter causó más de 30 mil muertos (la cuarta parte de la población de esa comunidad) y al menos 50 mil heridos en la ciudad de Bam, en el sureste de Irán, donde también destruyó la antigua ciudadela del lugar.

El seísmo más mortífero de las últimas décadas en territorio iraní se produjo en junio de 1990, en el noroeste del país, en las provincias de Gilan y Zanjan, con al menos 37 mil fallecidos y más de 100 mil heridos.