Al menos 76 personas fallecieron ayer tras la explosión de un oleoducto que atravesaba la barriada de Sinai, en el sureste de Nairobi, informó a EFE Jarvis Sundays, responsable de comunicación de Cruz Roja Kenia sobre el terreno.

Sundays aseguró que, hasta ahora, se han recuperado 76 cadáveres calcinados, pero señaló que podrían encontrarse más en el río cercano al lugar del suceso, al que varios cuerpos pudieron caer tras la explosión, por lo que no descartó que la cifra pudiera aumentar. Esta fuente apuntó que las labores de rescate se habían suspendido con el anochecer, alrededor de las 19.00, pero que continuarán hoy desde las 06.00.

Según el diputado Johnson Muthama, presente en el lugar, la explosión se produjo cuando varias personas de Sinai detectaron una fuga en el ducto y se apresuraron a recoger combustible, aunque admitió no conocer el origen del fuego que carbonizó la zona. Sundays indicó que la Policía aún no ha dado una versión oficial de cómo entró en contacto el fuego con el combustible.

«El Gobierno no debería diseñar una tubería con combustible que atraviese un barrio pobre, porque la gente de aquí hará lo que sea por conseguirlo», dijo el parlamentario.

Según Muthama, la explosión fue «devastadora», ya que incluso «arrancó los árboles de la zona» y «la gente murió antes siquiera de llegar al río» —situado a pocos metros de lugar— para apagarse las llamas que envolvían sus cuerpos.