En medio de la persistente crisis política que atraviesa Venezuela, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de ese país advirtió que no quedará impune la muerte de ocho personas en los violentos incidentes ocurridos tras la proclamación del chavista Nicolás Maduro como presidente electo.

La presidenta del TSJ, Luisa Morales, sostuvo en conferencia de prensa que con los llamados a que se cuenten los votos se está “incitando a que se inicie una lucha de calles sin fin”, dado que ese procedimiento no está previsto en la legislación venezolana, y dijo que se establecerán “responsabilidades”.

“Como Poder Judicial debemos garantizar con firmeza que las vidas de los venezolanos muertos tengan una respuesta de la Justicia y pueden estar seguros de que la tendrán, porque no habrá impunidad”, expresó.

Las declaraciones de Morales se producen en momentos en que el Gobierno responsabilizó a Capriles de las ocho muertes ocurridas en las protestas de rechazo a la proclamación de Maduro como presidente electo, mientras la oposición se deslindó de la violencia y desconvocó una marcha anunciada para ayer ante el ente electoral.

Maduro dijo que Capriles verá la justicia “más temprano que tarde”, al tiempo que el líder opositor consideró que sería inédito que se le juzgara por convocar a un “cacerolazo” y se defendió diciendo que pedir una auditoría de los votos no es un delito. El dirigente opositor Leopoldo López dijo en su cuenta de Twitter que se emitieron órdenes de detención contra él y Capriles, y denunció una persecución política del Gobierno.

Al respecto, Morales dijo que “el Poder Judicial venezolano no está en ningún momento dentro de ningún plan en contra de ningún ciudadano” y que no disponía información de que se hubiera abierto algún procedimiento contra “ninguna figura pública y notoria” de la política venezolana. “Ahora bien, si se demostrase alguna culpabilidad, a los familiares que han visto caer a sus hijos o hermanos producto de una exacerbada actuación, pienso que no nos queda otra que asegurarles que no habrá impunidad y que actuaremos con mano firme”, señaló.

Impugnación. Por su parte, el jefe nacional de la campaña opositora, Carlos Ocaríz, presentó ayer la solicitud ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para el conteo voto a voto de los resultados de los comicios del domingo, a pesar de que la presidenta del TSJ ya había advertido antes que recuento manual de votos “es un imposible” en Venezuela, cuyas leyes obligan a que el escrutinio y todo el proceso electoral sea automatizado.

Ocaríz dijo que solicitaron la revisión de “boletas, acta, máquinas, huellas y cuadernos” de votación, y que se reunieron durante “dos horas y media” con la titular del CNE, Tibisay Lucena.

La oposición basa su pedido en una serie de irregularidades que asegura se presentaron durante el desarrollo de la votación y que calcula estarían afectando “a más de un millón de votos”. De acuerdo con el tercer boletín de resultados del órgano electoral, Maduro ganó las elecciones con 7.575.506 votos (50,78%), 1,83 puntos porcentuales por encima de Capriles, que logró 7.302.641 (48,95%). Tras conocer la impugnación, Maduro anticipó que acatará “total y plenamente” la decisión del CNE.

En otro frente de la crisis política, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela (AN-unicameral), Diosdado Cabello, negó la palabra a los diputados que no reconocieran públicamente a Maduro como presidente electo, en una sesión en la que la oposición denunció por su parte agresiones, ataques físicos a sus legisladores y la destitución de opositores de la presidencia de cuatro comisiones en favor de legisladores oficialistas.

Aumenta el respaldo a Maduro

Mientras la oposición insiste en el recuento de votos, los países de América Latina, salvo Paraguay, y otros países del mundo, como España, se sumaron al reconocimiento de la elección de Maduro. EEUU, por su parte, reiteró ayer su pedido del recuento de votos. AFP