Casi dos meses después de hacerse público el caso, la Compañía de Jesús entregó a la Fiscalía el diario del fallecido jesuita Alfonso Pedrajas, en el que admite al menos 85 violaciones en su paso por centros educativos, la mayoría en el Juan XXIII de Cochabamba.

Esto sucede tras la carta enviada por el papa Francisco al presidente Luis Arce, el 31 de mayo, en la que se declaró “avergonzado y consterando” por los casos de pederastia en Bolivia que implican a religiosos católicos, y expresó la disponibilidad de la Iglesia para trabajar con el Gobierno sobre esta temática.

La Compañía de Jesús aseguró el viernes que recibió el documento desde Roma, Italia, y lo entregó como una “muestra más de transparencia y su clara voluntad de colaborar con la justicia”.

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“El diario fue recibido hace pocos días por el Provincial en un sobre llegado desde Roma vía courier, remitido por la Curia General de la Compañía de Jesús, que a su vez lo recibió del Dicasterio de la Doctrina de la Fe del Vaticano”, informó mediante un comunicado.

La congregación señaló que se entregó el diario “tal como fue recibido y con autorización”, en un sobre sin abrir, a las oficinas de la Fiscalía en la ciudad de Cochabamba. Además, indicó que solicitará una copia del documento, dado que es denunciante en el caso de pederastia.

Así, el Ministerio Público cuenta ya con el diario que ha sido pieza clave para descubrir una serie de abusos sexuales cometidos por el fallecido sacerdote español. El caso fue revelado a finales de abril, gracias a una publicación del matutino español El País; aunque la Compañía de Jesús confirmó que este periódico solo publicó “extractos” del diario y ahora queda saber lo que señala su contenido íntegro.

El País adelantó que en las páginas Pedrajas da detalles sobre abusos sexuales cometidos en su paso por centros educativos de Perú, Ecuador y Bolivia, desde los años 60 del siglo pasado, e incluso brinda pistas de encubrimiento por otros integrantes religiosos.

Actualmente, el Ministerio Público tiene abiertos procesos de investigación en varios departamentos del país contra este sacerdote fallecido en 2009 y, sin duda, el diario será un aporte para las indagaciones. Más aún, gracias a este caso se han descubierto los testimonios de víctimas de Pedrajas y otros religiosos.

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Fernando Pedrajas, el sobrino del misionero español conocido como Pica, fue quien descubrió el documento en la casa abandonada de su madre, a comienzos de 2021. Un legajo de más de 300 páginas bajo el título de Historia.

No obstante, surge la duda sobre cómo el Vaticano tenía una copia del diario, ya que en su entrevista con El País, Fernando no hace mención alguna sobre la entrega de una copia del documento. Contó que se lo solicitaron en la Compañía de Jesús de Bolivia y que tampoco lo envió a la Archidiócesis de Madrid o la asociación de exalumnos del Juan XXIII.

Tras conocerse el escándalo, el 22 de mayo, el presidente Arce le remitió una carta al papa Francisco, en la que le pidió “acciones concretas” para que “estos gravísimos delitos no vuelvan a cometerse”. Le demandó que la Justicia boliviana acceda a todos los archivos sobre casos y denuncias de pederastia que involucran a religiosos católicos en el país, así como la revisión conjunta con el Vaticano de los antecedentes de los curas extranjeros en Bolivia.

En su misiva de respuesta, el pontífice le dijo que está abierto a un trabajo con estos fines y admitió que la pederastia golpea el pecho de la Iglesia Católica. “Esta problemática sigue siendo uno de los desafíos más grandes para la Iglesia de nuestro tiempo. En este sentido, le manifiesto señor Presidente mi firme deseo de responder con la promesa de la total disponibilidad de la Iglesia para trabajar junto con el Gobierno de su país”.

Catalogó lo sucedido como delitos encubiertos. “Ante la maraña de mal provocada por ellos (miembros de la Iglesia implicados en abusos sexuales), traicionando su misión de padres, pastores y educadores y que, como usted expresa, cometieron delitos que dañan de por vida a niños y niñas, y que también dañan a la Iglesia, le manifiesto mi dolor y mis sentimientos de vergüenza y consternación, pensando en las acciones nefastas de esos sacerdotes, y también en la negligencia de quienes tendrían que haber vigilado”.

A continuación, Francisco expresó estar “conmovido e impresionado” por los casos que implican a “ministros de la Iglesia” que dejaron de lado su rol de ser “custodios y garantes del bien y del futuro de las jóvenes generaciones”.

Y concluyó: “Pido al Señor que nos ayude a cumplir con generosidad nuestro deber de reparar las injusticias y ser siempre fieles a la tarea de proteger a quienes son los predilectos de Jesús. Que Dios lo bendiga y la Virgen Santa lo cuide. Fraternalmente, Francisco”.