El terrorista suicida que el viernes atentó contra la Embajada de Estados Unidos en Ankara, Turquía, era un exdetenido gravemente enfermo que había participado anteriormente en otros ataques armados. El hombre, Ecevit Sanli, de 40 años, era según las autoridades turcas miembro del Frente Revolucionario de Liberación Popular (DHKP-C), un grupo prohibido de extrema-izquierda.

El terrorista kamikaze padecía el síndrome de Wernicke-Korsakoff, una enfermedad neurológica causada por las carencias provocadas por sus huelgas de hambre en prisión.  “Sus días estaban contados”, según los diarios Milliyet y Vatan, y por esa razón habría sido elegido para el atentado suicida.

El ataque del viernes dejó dos muertos, el kamikaze y un agente de seguridad turco. Sanli, que cumplía una pena por terrorismo por haber atacado una instalación militar en 1997, había sido liberado de prisión en 2001 tras un movimiento de protesta en las prisiones turcas con huelgas de hambre.

Las protestas de los detenidos culminaron en 2000 con una intervención de las fuerzas de seguridad turcas que dejó una veintena de muertos del DHKP-C, un movimiento que desde fines de 1970 llevaba a cabo varias acciones violentas en el país. Según el rotativo Radikal, el movimiento utiliza militantes en fase terminal para realizar sus ataques.

El atentado se produjo el viernes hacia el mediodía ante una entrada secundaria de la embajada, destinada al servicio de visas. La explosión causó destrozos en edificios de las inmediaciones, pero no dañó el interior de la Embajada estadounidense, situada en el barrio diplomático de la capital turca. “Según la investigación de la Policía, el activista hizo explotar una carga de seis kilos de TNT”, dijo la Gobernación de Ankara en un comunicado.