América Latina y la Unión Europea (UE) reforzaron ayer, en la Cumbre de Madrid, su carácter de ‘socios globales’ con avances en el área comercial, un compromiso reafirmado en favor de Haití y nuevos mecanismos para fomentar las inversiones

El diálogo y acercamiento se da en una coyuntura de pujanza latinoamericana y de grave crisis en el Viejo Continente. «En esta cumbre nos hemos reconocido aún más como socios globales», dijo el presidente de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en su discurso de clausura en el que destacó como «decisión más importante» la «reafirmación del compromiso de solidaridad» con Haití.

Zapatero enumeró como otros logros de esta sexta cumbre birregional la aprobación del mecanismo de facilidad de inversiones para América Latina, que movilizaría «hasta 3.000 millones de euros para las infraestructuras que necesita la región».

También mencionó los acuerdos comerciales alcanzados por la UE con Perú, Colombia y América Central y el relanzamiento de las negociaciones con el Mercosur.

Resaltó además el consenso sobre la necesidad «imprescindible» de «cambiar el sistema financiero» mundial y dijo que la UE «toma nota» y se «responsabiliza» del «impacto de la crisis en los inmigrantes latinoamericanos» en Europa. 

La presidenta argentina, Cristina Fernández, que copresidió la cumbre junto con Zapatero, hizo hincapié en «el multilateralismo como método adecuado para resolver todos los problemas», y se refirió a la necesidad de reformar los organismos internacionales que datan de la posguerra, como la ONU. «El mundo ya cambió», dijo Fernández al reclamar «nuevos instrumentos de gobernanza».

En ese sentido, en la cita de Madrid se coló una cuestión de alto voltaje: el acuerdo entre Irán, Turquía y Brasil para que Teherán canjee en Turquía parte de su uranio levemente enriquecido a cambio de combustible nuclear, marco en el cual el presidente brasileño, Lula da Silva, sumó importantes apoyos.

Los líderes de América Latina manifestaron a sus homólogos europeos su «preocupación» por las posibles consecuencias de la crisis que atraviesa Europa sobre las exportaciones latinoamericanas al Viejo Continente, indicaron fuentes del Gobierno español. En ese marco,  coincidieron en la necesidad de «fortalecer al euro como moneda estable» y dieron su apoyo a las medidas adoptadas en la UE para enfrentar la crisis provocada por  Grecia y su posible contagio a España y Portugal.

El euro es una moneda ‘sólida’

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, aseguró que el euro es una divisa «sólida y segura» independientemente de la evolución diaria de su tasa de cambio. Las declaraciones las hizo después de que la moneda única continuase depreciándose frente al dólar estadounidense.  «Los fundamentos del euro son sólidos», indicó Van Rompuy al término de la cumbre entre los países de la UE y América Central y el Caribe.

Kirchner pide, sin eco, reabrir tema Malvinas

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, pidió la reapertura de las negociaciones entre su país y el Reino Unido sobre las islas Malvinas. La casi inmediata respuesta del Gobierno británico fue un contundente no.

Durante su discurso en la sesión inaugural de la Cumbre entre la Unión Europea y América Latina, Fernández se dirigió al recién ungido primer ministro de Reino Unido, el conservador David Cameron, ausente de la cita de Madrid. El político de mayor rango del Gobierno británico asistente fue el ministro de Exteriores, William Hague. «Por favor, reanudemos nuestras negociaciones, como lo impone la resolución de 1965 de Naciones Unidas y que aún sigue incumplida», afirmó.

Apenas un par de horas después, el Reino Unido refrendó su postura frente al tema. En un comunicado, el secretario de Estado británico para América Latina, Jeremy Browne, subrayó que el Gobierno de su país «no tiene dudas» acerca de la soberanía de las Malvinas y que la reapertura de las negociaciones se efectuaría sólo si los habitantes de las islas así lo desean, apelando al principio de autodeterminación en la Carta de Naciones Unidas. Browne recordó que el Tratado de Lisboa de la UE reconoce a las Malvinas como «territorio británico de ultramar».