Alalai: cuando el frío se combate con fútbol
Escuelas Alalay comparte con las fundaciones del Real Madrid, Gol y el Gobierno la creación de un proyecto sociodeportivo
Hay que tener las convicciones, la entereza y la perseverancia para transformar una pequeña obra de caridad y de solidaridad humana en un proyecto de mayores dimensiones e incidencia social. En ese contexto, queda una vez más demostrado, el fútbol puede convertirse en muchísimo más que en el entretenimiento más entusiasmante de las grandes audiencias mundiales y eso nos lo viene demostrando sin lugar a peros la Fundación Alalay que en 1990 comenzó sus tareas en los arbolitos cercanos al ex zoológico (Parque de los monos) bajando niños marginales en situación de riesgo social y enormes carencias, para buscarles espacio y tiempos que les permitieran encausar sus vidas de mejor manera, combatiendo el drama de la pobreza y el hambre.
Recuerdo que la popular expresión “alalai” de mi infancia hacía referencia al frío y con esa palabra callejera fue bautizada la fundación que dirige Claudia Gonzales, que desde hace 22 años comenzó este proyecto con prácticamente nada en las manos y que hoy acoge a aproximadamente 4.000 niños en La Paz, El Alto y Santa Cruz a través de un proyecto integral que ha empezado a rodar con fuerza y consistencia a partir de septiembre cuando se firmó un convenio con las escuelas sociodeportivas de la Fundación Real Madrid, más el respaldo del Gobierno nacional y de varias empresas privadas para que el frío que resume los riesgos de niños y jóvenes en situaciones de pobreza y falta de oportunidades sea combatido a través de esta tarea de proporciones planetarias expandida por los cinco continentes.
Una escuela de fútbol (y en este caso de baloncesto también) no es como algunos piensan, un reducto del que se busca obsesivamente la caza de talentos para cincelarlos en la búsqueda del éxito y el estrellato deportivos. Como bien lo definiera en su momento, Milton Melgar, que es propietario de una escuela en el Bajo Flores de la ciudad de Buenos Aires, una escuela de estas características debe servir, en primer lugar, para formar personas de manera integral, de las cuales, si alguna termina desembarcando en el fútbol profesional será muy bueno, pero sin que eso signifique un imperativo en sus objetivos.
Las Escuelas Socio-deportivas en Bolivia funcionan en los campos deportivos de Kalakalitas, ubicado en la zona de Chamoco Chico del barrio de Max Paredes de la ciudad de La Paz; El Gramadal, ubicado en Bajo Següencoma, zona Sur de la ciudad de La Paz, y el campo ubicado en el Distrito 4 de la zona de Gran Poder de la ciudad de El Alto. En la ciudad de Santa Cruz, en el campo deportivo del hotel Buganvillas, en el campo deportivo del municipio de Cotoca y finalmente está cercana la inauguración en el Plan Tres Mil con la construcción de un campo deportivo con el apoyo del Gobierno central.
La metodología se expresa en procedimientos bajo un modelo contextual que permite un enfoque integral de análisis e intervención, en realidades concretas, para entender de manera sistémica las causas que subyacen a los peligros contemporáneos que enfrentan los niños, niñas y jóvenes frente a sus posibilidades de desarrollo.
El objetivo general del proyecto en Bolivia es que los niños, niñas y adolescentes cuenten con un desarrollo integral, físico, educativo y psicosocial, disminuyendo su situación de riesgo social bajo el lema “Ellos juegan, nosotros educamos” a través de un programa de valores humanos fundados en el buen trato y en la llamada cultura de paz.
La siguiente fase de expansión pasa por instalar el proyecto en el lago Titicaca (Huarina), Potosí, Cochabamba, Tarija y Pando, y será, seguramente en septiembre de 2013, que podremos contar con los primeros resultados del emprendimiento gestado por Alalay, consolidado gracias a la presencia especializada del club Real Madrid en Bolivia, que a través de su fundación está haciendo posible llevar el fútbol a territorios más allá de un entretenimiento de fin de semana, pasajero y superficial.
El fútbol como arma social y formativa
Los contenidos que se desarrollan de manera transversal, dentro de la propuesta de “habilidades para la vida” son: autoestima, comunicación efectiva, resolución de problemas, valores, actitud positiva, derechos y deberes, género y medio ambiente. De igual modo, los módulos educativos contextuales ofrecen formación en prevención en las temáticas de: trabajo infantil, trata y tráfico, violencia sexual comercial, salud reproductiva, consumo y migración.
Las Escuelas Sociodeportivas funcionan de lunes a viernes con sesiones deportivas y una vez al mes, con jornadas familiares, que integran a la familia, y hacen partícipe a la comunidad en el aprendizaje del niño o niña a través de actividades educativas y recreativas.