La importancia de saber premiar
Para sostenerse en el triunfo hay que armar proyectos serios con eficiencia y paciencia
La premiación de la FIFA ha reconocido a los mejores valores individuales del fútbol de alta competición, de los cuales más del 90% están repartidos en las plantillas del Barcelona y el Real Madrid, extraordinarios valores y rivales irreconciliables que pueden darse el enorme lujo de despojarse de la rivalidad cuando se trata de vestir la camiseta de la selección española.
Las especulaciones fuera del tiesto previas a la otorgación del Balón de Oro que confiere anualmente la FIFA, terminaron en el canasto cuando se anunció por cuarta vez que Lionel Messi era el ganador, a pesar de que su club no consiguiera ningún título fundamental en la última temporada europea. Cristiano Ronaldo, que forma parte del cuadro ganador de la última liga española, tuvo que resignarse a poner nuevamente cara de circunstancia porque el lunes 7 de enero se premiaba otra vez la excelencia individual por encima de las consideraciones de cuáles fueron los mejores equipos del año y para la gran mayoría de los consultados, Messi había acumulado nuevamente los merecimientos necesarios para situarse en una galería de élite en la que se encuentra él en primer lugar, ya que nadie antes había acumulado cuatro premios consecutivos.
No puede haber objeciones con respecto de la decisión, aunque sí podrían armarse interesantes trifulcas verbales con respecto de los galardonados que terminaron conformando el equipo ideal según el mega ente del fútbol mundial. Veamos: Iker Casillas, mejor portero del planeta con el pintoresco matiz de haber sido enviado al banco de suplentes en los dos últimos partidos por su entrenador en el Real Madrid. Laterales: Por derecha el brasileño Danny Alves del Barcelona, que ha experimentado algún bajón en los últimos meses y Marcelo, también brasileño, del Real Madrid, honrando la posta dejada por Roberto Carlos y Cafú, desplegando un potencial físico y técnico que les permite el dúctil desdoblamiento que exige defender y pasar al frente de ataque. Defensores centrales: Por regularidad, Gérard Piqué, también del Barcelona, y el renegón Sergio Ramos, que acaba de ser sancionado con cinco partidos de suspensión luego de haberle llamado “sinvergüenza” al arbitro que dirigió las acciones del partido que el Madrid disputó contra el Celta de Vigo por la Copa del Rey.
El medio terreno es una zona en la que por hoy resulta casi imposible equivocarse: Xabi Alonso por el centro, Andrés Iniesta por izquierda y Xavi Hernández por derecha han demostrado cómo se manejan los hilos, los tiempos y los sablazos entre líneas de sus equipos y de la selección española. Y en el frente ofensivo se ha ganado un lugar Radamel Falcao García del Atlético de Madrid y repiten supremacía Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.
El primer dato significativo es que todos los distinguidos forman parte solamente de tres equipos de la liga española, segundo, que seis de ellos son seleccionados del último campeón del mundo y de la Eurocopa, y tercero, que con excepción de Ronaldo que es portugués, los otros cuatro elegidos son sudamericanos, dos brasileños, un argentino y un colombiano. Si se mira la tabla de posiciones de la liga española constataremos que estos galardonados por la FIFA explican en gran medida lo que pasa con los clubes españoles, con una muy notoria diferencia de rendimientos, pues el Barcelona encabeza la tabla con 52 puntos que le lleva 11 de ventaja al Atlético de Madrid con 41, y 16 al tercero, el Real Madrid, que ha quedado rezagado con 36. A continuación, muy distantes figuran el Málaga y el Betis con 31 cuando se han jugado 18 partidos del torneo y el puntero bate marcas como la de haber perdido nada más que dos puntos de todos los posibles logrados. Los 15 equipos restantes prácticamente no cuentan si se trata de augurarles posibilidades de escalar posiciones.
¿Premió bien la FIFA, se olvidó de alguien, metió en la lista a alguno sin los merecimientos necesarios? Independientemente de ejercitar dicho debate, lo que está claro es que se ha impuesto con creces el fútbol resultante de una filosofía y de una escuela, y por lo tanto de una identidad que comienza a construirse desde los primeros años de práctica en las divisiones infanto juveniles y por ello de Messi puede considerarse resultado de la combinación de la genética argentina con la formación recibida en La Masía del Barcelona, lo mismo que tres de sus compañeros que son parte de esta alineación ideal. En segundo lugar es inequívoco que para sostenerse en el triunfo y en las grandes performances hay que armar proyectos serios con horizonte y paciencia tal como ha sucedido con la selección española que empezó a cosechar desde 2008 con Luis Aragonés primero y Vicente del Bosque luego como entrenadores: Dos eurocopas y una copa del mundo obtenidas son los premios a una tarea nutrida por sus dos más grandes clubes y por el profesionalismo de sus guías, entre los que merecen especial subrayado Josep Guardiola y Tito Vilanova, como profesores primero y como directores técnicos luego.
Talento innato y cantera es la fusión que hace de Messi el mejor de los mejores y al Barcelona el mejor equipo de todos los tiempos y antes semejantes muestras de calidad y resultados, reiteradamente confirmados cada fin de semana, aquellos que creen en los ojeadores y en los caza talentos como Florentino Pérez del Real Madrid, Román Abramovich del Chelsea o Silvio Berlusconi del A.C.Milan tienen que contentarse con ocupar los peldaños inferiores aunque ganen campeonatos continuamente, porque saben que aunque no siempre llegue a ganar, el Barça es el equipo de todos los tiempos.
Felizmente el asunto no comienza y termina ahí, pues aunque parezca un contrasentido, sigo convencido de que la Premier inglesa es en términos competitivos más apasionante y matizada que la española que puede ufanarse hoy de contar con los mejores futbolistas del planeta, los propios y los que ha sabido reclutar de otras latitudes.