‘El arquero tiene que ser un poco loco’. Eduardo Daniel Jurkevicius
‘No era un atajador, más bien salía de costado y barría con las rodillas’
Dos cosas recuerda como si hubieran pasado ayer: el 7 de junio de 1981, día en que llegó a Bolivia para enrolarse a Guabirá de Montero y la conversación que tuvo con un amigo cuando al mes y medio de su venida al país quiso regresar porque pensó que no se iba a acostumbrar. Hoy Eduardo Daniel Jurkevicius vive en Santa Cruz como un boliviano más. Fue arquero y supo de triunfos y de fracasos. Así como se clasificó para jugar Copa Libertadores de América también le tocó descender de categoría.
Hace 32 años Montero no era nada de lo que es ahora. Admite que le costó mucho el periodo de adaptación. “Estaba por cobrar un cheque después de un mes y medio de estadía y dije: ‘cobro y me voy’ porque pensé que no iba a aguantar, pero me quedé por seis años en Guabirá. Entonces entendí por qué el hombre es un animal de costumbres”.
Cuenta que vivió lindos años en el “azucarero” porque el equipo hizo campañas espectaculares y movía a mucha gente de Montero cada vez que tenía que presentarse en Santa Cruz. Por su destacada actuación le compraron el pase por 30 mil dólares y después de un tiempo aceptó la propuesta para naturalizarse boliviano.
Al momento de describirse como arquero dice que su característica era la de salir a achicar el ángulo y que tuvo la fortuna de competir con grandes de la historia de nuestro fútbol. “Había buenos goleros como Luis Galarza o Eduardo Terrazas. Digo que mi fuerte era salir de costado y barrer con las rodillas, era arriesgado, no medía las consecuencias. Creo que el arquero tiene que ser un poco loco. Hoy quizá se le hace más difícil porque antes nuestro defensor nos pasaba la bola y podíamos retenerla, incluso perder tiempo, creo que era un golero de mucho carácter”.
Tuvo tapadas memorables, pero también le hicieron muchos goles y califica a Víctor Hugo Tucho Antelo como el delantero que más miedo metía en la cancha. “No podías soltar la pelota que él estaba ahí cerca para tocarla y anotar. Recuerdo que atajando para Guabirá perdimos 6-1 y él me hizo cuatro porque estaba en un día de inspiración”.
También señala que jugando en condición de visitante sus equipos nunca pudieron ganar a Bolívar y a San José. A propósito de la Academia, asegura que fue “una macana” en su carrera deportiva no haber aceptado la propuesta que le hizo don Mario Mercado Vaca Guzmán y prefirió quedarse en Santa Cruz.
Un episodio negro en su carrera fue la suspensión por un año que le impusieron por participar de un incidente en Sucre cuando jugaba en Real Santa Cruz. No tuvo la opción de apelar y volvió a Argentina. Cumplido el castigo lo convencieron y atajó de nuevo en el cuadro albo con el que selló el ascenso. “No me fui más, Bolivia me dio todo lo que no me dio Argentina”.
Perfil
Nombre: Eduardo Daniel Jurkevicius.
Nacimiento: Buenos Aires (Argentina), 19 de febrero de 1955.
Familia: Está casado en segundas nupcias con María Silvia Egüez. Sus hijos son: Juan David y Daniele. De su anterior matrimonio tiene tres hijas: Silvana, Alejandra y Paula.
Trayectoria: Jugó en Huracán y All Boys de su país. En Bolivia militó en Guabirá, Oriente Petrolero y Real Santa Cruz.