La recta final
Si las eliminatorias sudamericanas para el Mundial Brasil 2014 hubieran terminado como está actualmente la tabla de posiciones, Argentina (20), Ecuador (17), Colombia (16) y Venezuela (12) serían las selecciones clasificadas directamente, mientras que Uruguay (12) iría al repechaje con la posibilidad de sumarse a las mundialistas del próximo año.
Aunque la realidad es otra y a casi todas las selecciones les queda por disputar siete partidos por cabeza (a Colombia, ocho), esos son los equipos, además de Chile (12), que van a jugarse la vida en la recta final de la competición que reanudará su actividad el viernes con la décima jornada y tendrá una más —la undécima— la próxima semana.
Son cuatro cupos y medio en juego y seis las selecciones, unas más que otras, con reales posibilidades de lograr la ansiada clasificación, porque si bien las otras tres se aferran a las opciones aritméticas que aún existen, es evidente que Bolivia (8), Perú (8) y sorprendentemente Paraguay (7), han perdido demasiado terreno, por una parte; y no muestran un gran poder futbolístico, por la otra, como para pensar que alguna de ellas pueda ser capaz de dar el campanazo.
En Bolivia, al interior de la Verde el sueño persiste empezando por el técnico Xabier Azkargorta, algo completamente válido y respetable, pero alejado de la realidad futbolística que más de una vez nos ha demostrado la cantidad de peldaños hacia abajo en que la selección se encuentra con respecto a la mayoría de Sudamérica.
Cambiar esa realidad no tiene que ver con obtener un par de buenos resultados, porque si así fuera, el conjunto —que no se detiene— nos haría darnos cuenta de que un eventual avance, si lo hay, resultaría mínimo e insuficiente como para lo que se dice que todavía se puede alcanzar.
Hay que tomar seriamente los pasos agigantados que ha dado Argentina para meterse una vez más en un Mundial, los avances de Ecuador que aspira a regresar a una cita magna y la reacción de Colombia —nuestro próximo adversario— que ha dado vuelta —con buen fútbol— una imagen que al comienzo parecía negra.
Venezuela, que viene intentando desde hace rato llegar a su primera Copa, va a tener que lidiar fuerte y duro para que ese sueño por fin pueda hacerse realidad.