Juventud, divino tesoro
En muchos equipos de Sudamérica y en otros tantos de Europa, la fórmula ideal ha sido hallar jóvenes valores para después de cierto tiempo transferirlos y obtener por ellos verdaderas minas de oro. Un negocio redondo.
En general, en el mercado la experiencia vale muchísimo, pero en el fútbol profesional contratar jóvenes con talento es lo que da mejores resultados.
El empresario de futbolistas Daniel González advertía hace unos días que era el momento justo para transferir a Jhasmani Campos al fútbol del exterior, porque de lo contrario más adelante podría ser tarde.
A nivel internacional, un jugador de 25 años o más puede ser considerado “viejo” por los clubes que buscan talento para sus equipos; al contrario, creen en la juventud por sobre todas las cosas como la mejor fórmula para encontrarlo.
En muchos equipos de Sudamérica y en otros tantos de Europa, la fórmula ideal ha sido hallar jóvenes valores para después de cierto tiempo transferirlos y obtener por ellos verdaderas minas de oro. Un negocio redondo.
Raro es ver el interés de un club por un jugador que esté por encima de los 30 años, mucho tendría que pesar su talento para posibilitar su salida al exterior, y por eso hace unas semanas, cuando el Sport Recife brasileño se fijaba en Pablo Escobar, el propio futbolista gualdinegro se sorprendía y a la vez se congratulaba porque a su edad había alguien que le estaba ofreciendo mejores condiciones que las actuales.
Una de las razones para que un par de clubes se fije en Alejandro Chumacero, más allá de sus notables condiciones futbolísticas y físicas, es su edad, perfecta para dar el gran paso, aunque en Bolivia hay quienes aún creen que al muchacho gualdinegro le falta madurar. Quizás esperar más lleve a que luego sea demasiado tarde. Eso les ocurrió —a no olvidarlo— a otros jugadores (Luis Ribeiro y Wálter Flores, por dar sólo dos nombres), que nunca pudieron salir.
Mientras ello ocurre y es la vía para que de tanto en tanto algún futbolista boliviano se marche al exterior, el fútbol nacional hace todo lo contrario: no es novedad traer “refuerzos” treintones y en algún caso hasta cuarentón.