Ganó otra vez; mejoró, pero falta
Argentina se encontró con un rival respondón. Antes de los cinco minutos, el partido ya estaba uno a uno. Messi convirtió y Musa no quiso ser menos. La televisión trajo un partido intenso, y quizás por eso impreciso.
Argentina se encontró con un rival respondón. Antes de los cinco minutos, el partido ya estaba uno a uno. Messi convirtió y Musa no quiso ser menos. La televisión trajo un partido intenso, y quizás por eso impreciso. El andamiaje albiceleste exhibió solidaridad entre líneas, que al estar cortas transitaron en base a toque de balón con mayor soltura que durante las dos actuaciones anteriores. Y si bien no constituyó una característica permanente, al menos fue sostenida a través de más tiempo.
Los problemas albicelestes persistieron con Agüero, mientras estuvo, e Higuaín, demasiado estacionados en el área y poco finos —sin la movilidad requerida— en medio de zagueros peso pesados. Asimismo, la zaga central dejó boquetes, como el que Musa volvió a capitalizar en el arranque del complemento. Antes del descanso, el guante de Messi desairó a Enyeama y representó recobrar la ventaja.
Para fortuna del cuadro de Sabella el pronto aprovechamiento de un lanzamiento de esquina —una de las rodillas de Rojo dio lugar al gol— encaminó la victoria hacia destino seguro.
La incidencia de Lionel Messi está más que evidente y no por nada convirtió (y es uno de los goleadores del torneo) en todos los encuentros. Ayer salió a los 62’, después de sufrir infracciones por doquier; no violentas pero repetidas. Era momento de cuidarlo. El rosarino encarna para sus compañeros la guía tendente a desbloquear problemas y su talento construye el resto.
Ojalá la fase de grupos haya contribuido —en aras de posicionar a uno de los candidatos— a adquirir el rodaje necesario. No es, aún, el funcionamiento óptimo, pero esta presentación dejó señales positivas. Finalmente, si Argentina redondeó una campaña numéricamente perfecta jugando a media máquina es factible presumir que llegará preparada a los octavos, donde el margen de error virtualmente no existirá.
Óscar Dorado Vega es corresponsal en Bolivia de la cadena Fox Sports