Los dos DT traicionaron el estilo de sus equipos
Con Scolari desapareció el ‘jogo bonito’ y con Van Gaal el ‘fútbol total’
Brasil y Holanda, que juegan hoy por el tercer puesto, son dos selecciones que traicionaron su fútbol en este torneo. Tanto Luiz Felipe Scolari, con un sistema defensivo, lejano del jogo bonito, como Louis van Gaal, amigo del contragolpe, recibieron muchas críticas en sus propios países.
Brasil apostó por el fútbol defensivo al nombrar a Scolari en 2012, agobiado por las urgencias que le empujaba tener pronto su Mundial en casa, tras destituir a Mano Menezes.
Scolari era el último campeón del mundo con Brasil, tras ganar el título en Corea del Sur y Japón en 2002, por lo que la federación trataba de protegerse.
Y sus cifras no fueron malas, ganando la Copa de las Confederaciones de 2013, tras derrotar por 3-0 a España en la final. En 28 partidos, en su segunda época, ganó 19, empató 6 y perdió 3, dos amistosos contra Inglaterra y Suiza y la semifinal contra Alemania.
Si Scolari ha traicionado el jogo bonito, Louis van Gaal ha hecho lo propio con el fútbol total, de ataque, que hizo que la selección holandesa comenzara a destacar a principio de los setenta.
Van Gaal decidió proteger a su equipo desde la defensa, acumulando hombres en la parte trasera de su campo, para tratar de aprovechar la velocidad de jugadores como Arjen Robben o Robin van Persie. “¿Qué es ser un equipo ofensivo? Tengo que plantear un sistema para ganar los partidos y éste me está permitiendo eso”, afirmó.
Van Gaal pide una victoria
Invicta
Holanda está dispuesta a volver a casa invicta y arrebatarle el tercer puesto a una herida Brasil. Su entrenador, Louis van Gaal, pidió al equipo que le regale una victoria antes de tomar el avión. “Va a ser mi último juego, y espero que los jugadores tal vez me quieran dar un regalo en forma de triunfo, y así salir del Mundial sin haber perdido un solo partido”, dijo el DT.
Práctica
La escuadra holandesa tuvo su último entrenamiento en el estadio Mané Garrincha de la capital brasileña. Fue una hora tranquila y completamente abierta a la prensa. El equipo realizó labores de calentamiento y estiramiento, no hubo fútbol.
Todo lo posible
“Perder nos dolió mucho, pero pasa. Es un deporte. Como nuestro técnico dijo, queremos vencer y volver a casa sin haber perdido. No cumplimos el objetivo inicial que era ganar la Copa, pero hicimos lo posible por lograrlo”, comentó, por su parte, Dirk Kuyt, cuya presencia en el cotejo no está confirmada.
Brasil se despide de Río
AFP
La selección brasileña entrenó por última ayer, viernes, antes de viajar a Brasilia para disputar hoy el partido por el tercer puesto del Mundial 2014 contra Holanda. De esta manera, el combinado de Luiz Felipe Scolari cierra 46 días de concentración en su campo base de Teresópolis, en las montañas de Río de Janeiro, ciudad donde esperaba jugar la gran final.
En el entrenamiento, que se realizó bajo una lluvia leve y fría, no estuvo el capitán Thiago Silva, que no obstante debería regresar al equipo titular, después de cumplir suspensión en la semifinal en la que Alemania vapuleó (7-1) a la selección local. En su lugar jugó Dante.
A diferencia de los entrenamientos anteriores, el semblante de los jugadores era mejor, sonriendo más. Al final, David Luiz se acercó a un grupo de hinchas que seguían el trabajo desde la cerca del campo de entrenamiento para tomarse fotos y firmar autógrafos.
El entrenamiento de este viernes duró cerca de una hora e incluyó un juego táctico en campo reducido. Neymar, que está lesionado, tampoco presenció el entrenamiento, a pesar de que regresó el jueves a la Granja Comary, cuartel general de Brasil, para juntarse con sus compañeros.
El delantero de 22 años viajó ayer con el resto del plantel a Brasilia, ciudad donde hoy el equipo anfitrión se despedirá del Mundial. Después de la Copa, Brasil enfrentará a Colombia y Ecuador en amistosos en Estados Unidos (5 y 8 de septiembre,) a Argentina en Pekín (11/10) y a Turquía (12/11).