Quispe, el valioso aporte de la estadística
El apasionante mundo de los números en el deporte nacional tiene a Quispe como uno de sus referentes desde hace casi una década.
La cifra oportuna, el detalle sorpresivo, el dato histórico de un club, un registro de la selección o las actuaciones de un jugador, en fin, el aporte numérico al fútbol y al deporte boliviano es el toque valioso de las estadísticas, y uno de sus cultores es el periodista Víctor Quispe Perca.
El apasionante mundo de los números en el deporte nacional tiene a Quispe como uno de sus referentes desde hace casi una década.
“Las estadísticas, los números, son un ingrediente especial en el deporte porque nos recuerdan lo que pasó antes y lo que pasa ahora. Además, vi que en Sudamérica cada país tiene varios estadísticos, y pensé que Bolivia podría tenerlos igual, al margen del maestro Lorenzo Carri, por eso me especialicé a fondo”, cuenta este periodista.
Hace siete años terminó de actualizar los datos de lo que era la Liga del Fútbol Profesional desde 1977, tiene todas las fichas de los partidos, de los jugadores, los árbitros y todos los detalles de los clubes; a partir de entonces su labor apunta a actualizarlos. “Tengo tres copias que sirven como filtros, deben coincidir para evitar en lo posible el error. Una base la tengo en papel, otra en CD y otra en la computadora, que es a la que me tomó años pasar todos esos datos”, destaca.
También confiesa que además tiene cerrados todos los datos de los partidos de la selección boliviana, amistosos y oficiales, desde que disputó el primero hasta lo último. Asimismo, toda la Copa Simón Bolívar.
“Como ahora solo actualizo, decidí expandirme en la investigación hacia otros deportes como el futsal, básquetbol, automovilismo, para tener los detalles exactos”.
Consultado sobre las cualidades que debe tener un estadístico, responde que un detalle esencial es contar con mucha pasión por lo que hace, la rigurosidad, metódico con su trabajo, seguridad, orden y siempre contrastar. Y ante todo bastante disciplina.
“Dejé la vida social desde mi adolescencia y juventud porque me la pasaba en las hemerotecas en busca de los datos. Me perdía días y días, horas y horas de todos los años, al margen de estudiar y ahora con mayor razón porque es parte del trabajo, es mi especialidad. En mi casa me veían como un loco, pero ya desde hace tiempo que me entienden”, detalla Quispe.
Además del ya fallecido Carri, en Bolivia son contados los estadísticos como Tim Venables —quien radica ahora en Paraguay— o el periodista Alejandro Watara, radicado en Santa Cruz. “Conocí a muchos que se entusiasman y terminaron dejándolo, por eso exige mucha constancia y disciplina”, insiste.
Recuerda que su primera estadística fue a los 8 años, cuando desilusionado por no jugar en la selección de la escuela, durante algunos meses contabilizó los goles que hizo para comunicarle a su profesor. “En los recreos siempre jugábamos fútbol y anoté 112 goles y eso le dije al profesor, para que me convocara. Me miró y me dijo que jugaba regular y ni así me llevó a la selección”. Es una anécdota.
Meses después comenzaron las eliminatorias de 1993 y como todos hablaban de la selección, se puso a copiar de los periódicos las alineaciones. “Cuando la selección jugó el Mundial, me acordé de volver a copiar y ya en colegio me di cuenta de que podía seguir, y comencé a coleccionar suplementos y revistas de deportes. Era una distracción, me gustaba escarbar la historia y a partir de ahí empecé a hurgar más atrás”.
Este afán fue decisivo para que decidiera estudiar la carrera de Comunicación Social, y desde entonces empezó a recopilar datos con más pulcritud. “En la ‘U’ mis trabajos eran relacionados con los números y el deporte, además que comencé a pulirlos mucho más para no tener margen de error”.
Ahora que lleva muchos años en el oficio, más allá de los agradecimientos que recibió de figuras como Pablo Escobar, Alejandro Chumacero, Ronald Raldes, Juan Carlos Arce y otros por destacar sus marcas, su gran preocupación es que un trabajo salga bien, lo más fiel a la realidad, aunque siempre bajo el rótulo de “datos extraoficiales”
‘Don Lorenzo le dio vida a los números’
El periodista Lorenzo Carri fue el padre de las estadísticas del fútbol boliviano, sentencia Víctor Quispe, quien sostiene que pese a los años de su partida se mantiene como un referente nacional, que inspiró a muchos a seguir con la investigación, aunque no todos lograron continuar por la exigencia.
“Supe de don Lorenzo por los periódicos, la radio y la televisión. Fue el fundador de las estadísticas en Bolivia. Él las creó y organizó. Me convertí en un admirador y fanático suyo, una imagen a seguir, a imitar. Personalmente, lo conocí en 2004 en la Biblioteca Municipal, le pedí un autógrafo, le dije que yo igual seguía la estadísticas, intercambiamos direcciones y mantuvimos contacto”.
El primer trabajo de Quispe publicado en un medio escrito fue en el suplemento deportivo Acción, de La Prensa. “Le envié al editor Ramiro Siles un trabajo de la Simón Bolívar y lo publicó, eso me motivo más”.
Años después trabajó en La Razón de los Estudiantes, producto especial de esta casa periodística para luego, en diálogo con el editor de entonces de Marcas Ernesto Murillo ser parte del área de Deportes, donde continuó con sus publicaciones.
Luego, mediante la web, encontró el Centro de Investigación de la Historia del Fútbol, a través de él conoció a estadísticos de diversas partes del mundo.
“En ese ambiente aprendí de la rigurosidad que se debe tener para manejar los datos. No te puedes permitir una distracción, porque todo fallaría. Por eso mismo, don Lorenzo recomendaba que debemos aclarar que se tratan de datos extraoficiales, pero basados siempre en fuentes serias, como lo es un periódico”.
También hace referencia al argentino Roberto Manrud, estadístico destacado con las cifras del fútbol sudamericano.