César Vigevani: ‘Con el título me quité una mochila grande’
El técnico campeón dice que encontró a las partes que conforman el club muy aisladas, que estaba todo frío y lo primero que hizo fue unir al grupo.
César Vigevani, el técnico del Bolívar campeón, dice que se sacó una mochila grande con el título del torneo Apertura, pero ahora va por más porque en el segundo semestre buscará repetir el éxito y preparará el equipo para afrontar la fase de grupos de la Copa Libertadores de América 2020.
— ¿Qué sintió cuando acabó el partido en Santa Cruz con Bolívar campeón?
— Fue tremendo porque se me vino a la cabeza un montón de cosas: mis orígenes, los valores, la familia y mis padres. No es fácil dejar una serie de cosas, pero soy apasionado por el fútbol y fue una alegría.
— ¿Cuál fue el momento más complejo del torneo?
— La derrota ante San José en La Paz, ese partido no lo jugamos bien, pero nunca sentí un momento crítico de decir estoy entre la espada y la pared porque la dirigencia nunca me hicieron sentir que estaba en riesgo el cargo; al contrario me dieron fortaleza, eso les agradezco porque siempre que pasa un mal momento el DT recibe palo y palo.
Después llegó el otro momento cuando Juan Carlos Arce hizo el gol a Real Potosí (3-2 en el final del partido). Ahí sentí que lo podíamos lograr.
— ¿Qué le disgustó de este torneo?
— Hubo momentos pesados con goles importantes que se anularon, pero después comprendí que aquello no nos podía desviar y había que mantener la cabeza firme en el objetivo. En lo personal me molestó la expulsión en el partido con Always Ready que generó cuatro fechas de sanción, me pareció injusto, no me lo perdoné y me sirvió de aprendizaje.
— En lo personal, ¿cómo asumirá el segundo torneo?
— No voy a mentir que en este certamen me quité una mochila grande, el contexto cuando llegué al club era difícil porque no venía de buenos resultados con un año político que se tiraban bombas de todo tipo con cambio en la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y para Bolívar el objetivo era salir campeón este semestre.
Aposté a ser campeón ahora, porque en el segundo torneo se te achica el margen de error. Más que presión era una responsabilidad porque la única manera que tenía de pagarle a la gente que me trajo y confió en mí, era el título.
En ese contexto, los directivos arriesgaron y para mí fue mi desafío y dije a mis compañeros que no había ni horarios ni descansos en este semestre porque nos dieron la posibilidad de dirigir a un gigante y no podíamos defraudar.
En el segundo torneo será más tranquilo porque todos nos conocemos y el equipo ya sabe a qué jugar aspecto que debemos potenciarlo en el siguiente torneo. Salimos primeros siendo el equipo más goleador, que más partidos ganó de visitante, eso es un plus.
— ¿Cómo encontró el club a su llegada?
— Encontré a las partes que componen al club muy aisladas como todo club grande que no consiguió los resultados que se esperan. Estaba todo aislado y frío y la idea fue unir el grupo y empezamos a comprometerlos a todos dirigentes, cuerpo técnico y plantel de jugadores porque hubo una gran convivencia en el camarín y los frutos los cosechamos hoy.
— ¿Cumplido el primer deber, qué espera para el segundo semestre?
— Hay que fortalecer esa mística ganadora dentro del vestuario, el torneo que viene vamos a jugarlo con la misma intensidad.
Ahora será el torneo de preparación porque queremos llegar a una fase de grupos de la Copa Libertadores con una manera de juego consolidada, será una etapa de consolidación porque considero que el veneno de no avanzar fases lo tienen hasta los mismos jugadores, veo como una revancha internacional, el gran reto es que debemos llegar recontra afilados.
- César junto a su esposa en los festejos del campeón. Foto: Álvaro Valero
— ¿Reforzará el equipo el segundo semestre?
— Estamos haciendo un seguimiento a 21 jugadores nacionales, es una labor constante. Antes trabajamos en una idea futbolística que ya la tenemos, entonces quien llegue podrá adaptarse más rápidamente a la altitud, al sistema de juego y la idea de trabajo, bases con las cuales contamos. Claro que habrá altas y bajas, hay algunos muchachos con ofertas que los vendrán a buscar y tenemos que cubrir esos puestos con un buen nivel de refuerzos.
— ¿Cómo evalúa el rendimiento de los jóvenes en el plantel?
— Creo mucho en el proyecto de jóvenes porque como entrenador nací trabajando con ellos y más allá que acá había que hacer jugar un futbolista Sub-20 había que tener variantes, por eso hicimos un trabajo mancomunado, creo mucho en el jugador joven en sus condiciones es un patrimonio y recurso de los clubes en la parte económica.
Hicimos apuestas bravas como la de Jean Pool Cartagena un chico formado en el club que dio buen resultado, pero ojo todo esto cuando un grupo está en armonía y comprometido puedes hacer estas cosas. Ahora, el club está apostando fuerte al tema de formación y hay que fortalecerlo y el departamento encargado de esa labor lo estamos armando bien.
— El equipo se hizo fuerte en La Paz, pero también afuera y esa era una cuestión pendiente…
— Trabajé en la altitud en Chile y Ecuador, pero acá hay lugares que son más altos y saco como conclusión que esta situación de la naturaleza hay que saberla aprovechar
Pero Bolívar supo también jugar a nivel del llano, porque ganando todo acá en La Paz no alcanzaba, por eso nos hicimos fuertes en ambas partes, eso fue el plus para lograr este título sumando 23 puntos afuera, ganamos cuatro cotejos en Santa Cruz. Si no sumábamos en el interior no alcanzábamos. La altura puede dar un potencial indiscutible, nadie lo va a discutir, pero el secreto es saber encontrar ese potencial agregándole un equipo de mucha presión y variantes tácticas, porque si esperamos solo que los clubes se caigan solo por venir a jugar a la altura estábamos sonados.
— ¿Por qué se hizo técnico?
— Mis padres me metieron en esta profesión, mi papá fue árbitro llego a dirigir hasta el Nacional B de Argentina, mi mami es recontra futbolera. Él es hincha de Boca Juniors, ella, de River Plate, ya se produce allá el clásico familiar, en ese ambiente creció en mí la pasión por el fútbol. Salí hace muchos años de Argentina para trabajar en esta pasión.
Vivo la carrera de entrenador intensamente no solo en los partidos, sino también en los entrenamientos en los que busco lo mejor para el club.
Perfil
Nombre: César Eduardo Vigevani Martínez.
Nació: Buenos Aires, 30 de agosto de 1974.
Familia: Su esposa es Analisse, sus hijos Mateo (16), Valentino (9). Sus padres son Juan Carlos y Martha, y sus hermanas Andrea y Sandra.
Clubes: En Ecuador dirigió a River, Liga de Portoviejo, Imbabura y Mushuc Runa; en Chile Unión San Felipe, Cobreloa, Huachipato y en Bolivia a Sport Boys y Bolívar.