La tarde de Ramiro
Imagen: La Razón
Ricardo Bajo
Imagen: La Razón
Introducción: Bolívar y Nacional Potosí es un duelo de escoltas. Aún así, es el partido con menos hinchada celeste de los últimos tiempos. Es un sábado a la cinco de tarde. Y hace sol que luego se convertirá en noche fría. Y será un partidazo con una segunda parte de ida y vuelta. Es mentira que la gente no viene al fútbol porque los espectáculos no son buenos. El público no viene porque ha perdido el hábito, la (sana) costumbre.
El vasco Beñat está de vuelta y coloca su habitual 5-3-2 con Savio y Ronnie arriba. Con Justiniano, Villamil y “Patito”, al medio. Con Luis Paz, el juvenil, de carrilero por izquierda. El banco de Bolívar es un lujazo: veo sentados a Ramiro Vaca, Uzeda, Jairo Quinteros, Carmelo Algarañaz, Lucas Chávez, Da Costa. El argentino Flavio Robatto coloca un ambicioso 4-3-3. Atacará toda la tarde/noche, se adelantará en el “score” dos veces, no empatará de milagro, merecerá más. Mucho más. Dame equipos como Nacional y entrenadores como Robatto.
Nudo: la primera parte termina empatada a uno. La “banda roja” hace presión alta que complica y mucho a la desastrosa defensa celeste. Robatto ha estudiado a Bolívar y sabe que ese es su punto débil. La espalda de Paz es otro flanco a explotar. En uno de esos robos gracias al “pressing” alto, llega la falta que Guerra convierte en gol, gracias al enésimo error de Lampe. Nota mental: ¿hasta cuándo será su suplente Rubén Cordano?
Desenlace: la segunda parte es una locura. Los ataques se impondrán sobre las defensas. Será un partido de liga inglesa. Será un combate de boxeo; en ese intercambio de golpes, vencerá la “Academia”.
A falta de media hora y con el “score” uno a dos a favor de un valiente Nacional, entrará a jugar don Ramiro Vaca (y “Chico”). El “Patito” jugará -por momentos- de carrilero por derecha.
Sobre el final entrarán Lucas Chávez y Miguel Villarroel. Ramiro se colocará donde más le gusta jugar, de media punta, en el centro, filtrando pases, cerca del área rival. Ramiro Vaca (o el padre de Ramiro Vaca) se equivocó dejando la segunda división belga para fichar por Bolívar.
Ha perdido ritmo. Por eso ha quedado fuera de la titularidad de la “verde”. En el equipo de Marcelo Claure se privilegia al jugador extranjero y luego mister Claure se queja de la selección. Ramiro Vaca debería pensar más en su carrera y menos en el dinero. El partido termina cuatro a tres.
Post-scriptum: Bolívar sigue respirando en la nuca del Tigre. Se viene una apasionante recta final de un torneo que merece más gente en las tribunas.
(21/10/2023)