Es la hegemonía de las celestes
Imagen: Archivo La Razón
Ricardo Bajo
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Introducción: es el cuarto clásico del año. Las bolivaristas han ganado dos y las stronguistas, uno. Se juega ahora el clásico de la segunda rueda del torneo de la Primera A de la AFLP, liderado por el todopoderoso Always Ready.
El Tigre llega con dos derrotas y la Academia, con una. Hay ganas de revancha entre las gualdinegras, dirigidas por Oscar “Mudo” Arce Aramayo. Hay ganas de demostrar que no es cierto que las guerreras (solo) golean a equipos inferiores y pierden demasiado a menudo con Always (en junio fueron derrotadas por diez a uno) y con la “Academia”.
Las celestes conservan un estilo y un onceno gracias al trabajo silencioso de un técnico -Darko Prada Chahin- que viene desde hace años formando en la Academia. El escenario es la cancha del Kilómetro Tres del barrio ferroviario de Pura Pura. La cancha lleva el nombre de un hombre olvidado: Antonio López Maruzzi. Hay medio centenar de hinchas. Una pequeña barra bolivarista animará a su equipo toda la tarde. Lloverá harto. Caerán rayos. Hará (mucho) frío. Seguirá la hegemonía celeste.
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Nudo: la primera parte es de un Tigre que perdona lo imperdonable. El “score” al descanso dirá, sin embargo, que vencen (otra vez) las celestes. Lo harán porque son más eficaces.
La delantera centro gualdinegra Cielo Veizaga falla dos clarísimas chances de gol: un mano a mano con la arquera celeste Celia Alba y otra chance a puerta vacía tras asistencia de lujo de Brizna Sánchez, que luego estrella una pelota en el palo.
El Tigre ataca con un tridente formado por Kelly Tapia, la enganche Brizna con la diez en la espalda y la veloz Jhylian Mamani; para conectarse con la nueve Veizaga (que no es nueve). La Academia si tiene una centro delantera a la vieja usanza: es Mayli Isabella Miranda Yujra.
La apertura del marcador llega gracias a Sandra Vásquez Nina tras un error garrafal de la arquera stronguista Dadeyba Cuyauri Céspedes. Hace rato que el Tigre no cuenta con una guardavallas de garantía y eso lastra el buen hacer de las guerreras en la parte ofensiva. Si el Tigre quiere pelear con Bolívar y Always Ready debe contratar una arquera de garantías. Entre otras muchas cosas.
Desenlace: en la segunda parte llega el dos a cero para los locales bolivaristas; lo anota su número nueve, Miranda, pesadilla para la zaga central gualdinegra, asistida permanentemente por la número diez celeste, Jimena Cabrera, de gran partido.
Cabrera también estrella una pelota en la madera. Cuando Brizna Sánchez acorta distancias (2-1) bajo una lluvia torrencial, el técnico stronguista “Mudo” Arce hace un cambio incomprensible. Saca a la desequilibrante Cielo Veizaga de la cancha para meter a una lateral zurda como Helen Vargas.
Nadie entiende nada. Las guerreras -que extrañan la ausencia de Janeth Morón- se quedan sin referencia de ataque y por momentos Nicol Zamara Paredes aparece como falso nueve. El agobio final no da resultados.
Post-scriptum: el Tigre acumula su tercera derrota y ve alejarse (otra vez) la chance del título. El jovencísimo equipo femenino luce abandonado por la dirigencia. El buen trabajo que hizo el técnico Pablo Cabanillas (ahora al frente del primer plantel masculino) ha sido dilapidado. Urge la contratación de un nuevo cuerpo técnico.
Bolívar se vislumbra como el único equipo capaz de hacer sombra las albirrojas de Always Ready, el club que mejor trabaja, el que mejor paga, el que mejor cuida a sus jugadoras. Solo cuando los dos grandes paceños (Tigre y Bolívar, Bolívar y Tigre) inviertan y den la importancia al fútbol femenino que le dan sus pares del CAR el fútbol paceño femenino ganará en competencia y brillantez. Y vendrá más público a la cancha.
(11/11/2023)