Boko Haram mató más de 1.000 civiles nigerianos en lo que va de año
Más de 1.000 civiles perdieron la vida en ataques perpetrados por el grupo islamista nigeriano Boko Haram desde que empezó 2015, según informó hoy la ONG Humanos Human Rights Watch.
Más de 1.000 civiles perdieron la vida en ataques perpetrados por el grupo islamista nigeriano Boko Haram desde que empezó 2015, según informó hoy la ONG Humanos Human Rights Watch (HRW) en un comunicado.
Nigeria celebra elecciones presidenciales el próximo sábado, unos comicios que tuvieron que ser aplazados seis semanas por culpa de la inseguridad, argumentó el gobierno.
«Semana tras semana tenemos que enfrentar las exacciones cada vez más brutales de Boko Haram contra los civiles», declaró la investigadora de la organización de defensa de los Derechos Humanos para Nigeria, Mausi Segun, en un comunicado enviado a AFP.
«El gobierno nigeriano debe hacer de la protección de los civiles su prioridad durante sus operaciones militares contra Boko Haram», agregó. La ONG evaluó en, al menos, 3.750 el número de civiles muertos en los ataques de Boko Haram en 2014 y precisó que el número de víctimas del primer trimestre de 2015 ha aumentado respecto al mismo periodo de 2014.
Pero resulta complicado establecer un balance fiable de víctimas de Boko Haram y de su represión, a causa de la difícil comunicación con las regiones del noreste del país, donde se concentran los ataques, y de la peligrosidad de enviar expertos independientes. Así, mientras que el presidente nigeriano Goodluck Jonathan mencionó en 2014 más de 13.000 muertos, otras fuentes establecieron balances que varían entre los 9.000 y los 17.500 fallecidos. El ejecutivo nigeriano ha sido muy criticado por su incapacidad para reprimir la insurrección. No fue hasta hace algunas semanas que los militares nigerianos, con el apoyo de los ejércitos de países vecinos, con Chad a la cabeza, consiguieron triunfos sobre el terreno en su lucha contra combatientes de Boko Haram.
Para Human Rights Watch, este incremento de víctimas civiles coincide con la expansión de los ataques de Boko Haram a los países vecinos -Chad, Níger, Camerún- y a la multiplicación de los atentados suicida en los concurridos mercados o estaciones de autobús de Nigeria.