La incógnita de Cuba y su reintegración financiera
Economía. La Ley Helms-Burton es el obstáculo mayor
La incógnita tras la normalización diplomática de Cuba con Estados Unidos es la hipotética reintegración del país en las financieras como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Todos los analistas coinciden en que Cuba cuenta con grandes retos económicos, especialmente relacionados a infraestructura, inversión extranjera y acceso a reservas internacionales.
La mayor parte de ellos solo podrían ser encarados con la asistencia de estas instituciones, que hasta hace bien poco eran descalificadas por el régimen de los hermanos Castro como agentes del “imperio estadounidense”.
“La asesoría y consejos de estas instituciones internacionales serán claves para la apertura y liberalización económica de Cuba, un proceso que conlleva unas reformas extremadamente difíciles”, dijo a EFE Peter Schechter, director del área latinoamericana del centro de estudios Atlantic Council, al poner como ejemplo la transición de otros países desde el comunismo como Vietnam.
Posiciones. La Habana fue miembro tanto del FMI como del BM, pero abandonó ambas instituciones en 1960 y 1964, respectivamente, tras el triunfo de la revolución comunista liderada por Fidel Castro en 1959.
Al contrario, Cuba nunca formó parte del BID, que se constituyó un año más tarde de la revolución castrista, en 1960.
Si bien el gran obstáculo para la reintegración cubana en estas instituciones es la Ley Helms-Burton de 1996, que obliga a los representantes de Estados Unidos a votar en contra de la entrada de Cuba en estos organismos internacionales, también es necesario que La Habana solicite formalmente su ingreso.
Ninguna de estas dos posiciones parecen haberse modificado desde que los presidentes estadounidense, Barack Obama, y cubano, Raúl Castro, anunciasen a finales de 2014 el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
Por ello, los analistas proponen un proceso gradual, pragmático y a medio plazo con ese fin.
Alana Tummino, jefa del grupo de trabajo de Cuba y directora en el centro de estudios Council of the Américas, dijo que La Habana debe “mostrar voluntad de reintegrarse en la economía global” y dejar “los años de demonización de estas instituciones”.
Para Peter Schechter, esta señal “contundente” podría ser la visita de Obama el próximo año a Cuba, algo no confirmado oficialmente por ambos países.