Diez años después del ‘apocalipsis’, los sirios conmemoran los ataques químicos de Guta
El 21 de agosto de 2013, las fuerzas del régimen de Bashar al Asad atacaron el este de Guta y Muadamiyat al Sham, zonas controladas por rebeldes fuera de la capital
Un cartel que muestra al presidente de Siria con una máscara de gas durante un evento que marca el décimo aniversario de los ataques químicos
Imagen: AFP
Los sirios de las zonas rebeldes conmemoraron este lunes el décimo aniversario de los ataques químicos que mataron a unas 1.400 personas cerca de Damasco, uno de los muchos horrores del conflicto que están impunes.
«Estaba en tal estado de shock. Olía la muerte», explicó el paramédico Mohammed Sleiman de Zamalka, en el este de Guta, que perdió a cinco familiares ese día.
El 21 de agosto de 2013, las fuerzas del régimen de Bashar al Asad atacaron el este de Guta y Muadamiyat al Sham, zonas controladas por rebeldes fuera de la capital.
La oposición acuso al régimen de usar gas tóxico en los ataques, que dejaron 1.400 muertos, incluidos más de 400 niños, pero el gobierno lo negó.
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Ataques químicos
En la ciudad norteña de Afrin, controlada por rebeldes proturcos, Sleiman recordó dirigirse a la escena tras escuchar las noticias del ataque, tapándose la cara con un trozo de tela para protegerse.
«Encontré un gran número de gente herida o muerta. Era como el apocalipsis», relató el hombre de 40 años a AFP.
Cuando volvió a casa de su familia, la encontró vacía. Con su hermano, fue a buscarlos a una clínica cercana.
«Encontré a mi padre y a todos los vecinos, todos con números, sin nombres. Recuerdo que mi padre era el número 95. Identifiqué los cuerpos de la gente que conocía», explicó.
Trauma
La guerra civil siria estalló en 2011 tras la represión gubernamental de protestas pacíficas que escaló hasta convertirse en un conflicto mortífero que arrastró a potencias extranjeras y yihadistas mundiales.
La guerra ha dejado más de medio millón de muertos y forzado a huir a la mitad de la población de antes de la guerra.
Sleiman supo después que su otro hermano, su cuñada y sus dos sobrinos también murieron en el ataque.
«Cavamos una fosa común para cientos de personas y los enterramos cerca los unos de los otros», recordó.
«Cuando cuento la historia, puedo verlo frente a mí como si fuese ahora», relató, añadiendo que estaba recibiendo ayuda psicológica por el trauma.
En 2013, activistas publicaron en YouTube decenas de vídeos que supuestamente mostraban los efectos del ataque, incluidas imágenes de decenas de cadáveres, muchos de ellos niños, tendidos en el suelo.
Otras imágenes mostraban a niños inconscientes, gente echando espuma por la boca y médicos que aparentemente les daban oxígeno para ayudarles a respirar.
Las escenas provocaron repulsión y condena en todo el mundo, y un informe posterior de la ONU afirmó que había pruebas claras de que se había utilizado gas sarín.
(21/08/2023)