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Saturday 18 May 2024 | Actualizado a 20:09 PM

CULTIVOS DE COCA CRECEN UN 0,3% Y SE ESTABILIZAN, SEGÚN LA ONU

Estudio. Bolivia aún tiene 19.000 ha de coca ilegal, según el monitoreo

Por La Razón

/ 13 de septiembre de 2011 / 05:00

«Después de cuatro años, el área con cultivos de coca se estabiliza. El cultivo de coca en los Yungas alcanzó a 20.500 ha, mostrando un decremento de -2% y en el trópico de Cochabamba se incrementó a 10.100 ha, reflejando un aumento de 4%», describe el informe leído por el representante de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDD) en Bolivia, César Guedes.

En relación a la Ley 1008, de Régimen de la Coca y Sustancias Controladas, el país tiene 19.000 ha de coca ilegal. El Artículo 28 de la norma, dice que en Bolivia se reconocen 12.000 ha de coca legales.

Sin embargo, Guedes estacó que este año es la gestión de menor crecimiento, «un crecimiento casi nulo». El año pasado, se reportó 30.900 ha del cultivo, lo que significó un incremento del 1%. A partir del 2008, hubo una estabilidad con tendencia a la baja de cultivos.

En La Paz se encuentra la mayor cantidad de cultivos de la hoja registrados en Bolivia, con un total del 67% del total inspeccionado. El informe señala, a su vez, que los cultivos de coca producen aproximadamente 55.500 toneladas métricas de hoja de coca secada al sol.

El estudio establece que, el 2010, el valor de la producción de hoja de coca alcanzó aproximadamente 310 millones de dólares. «El valor total de producción de hoja de coca equivale al 1,7% del PIB (Producto Interno Bruto) del país para 2010 o al 12% del PIB del sector agrícola el 2010», señala.

ESFUERZOS. En el mismo acto, el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, destacó que las conclusiones del informe son un reflejo de los esfuerzos realizados por el Gobierno de Bolivia para la racionalización y erradicación de cultivos de coca excedentarios, elemento que ha permitido «estabilizar su crecimiento».

Hasta el 11 de septiembre, la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), donde participan militares y policías, han destruido 7.572 ha de coca. «El informe implica una tendencia decreciente en los cultivos de coca. Este año nos habíamos planteado 10.000 ha. A este ritmo, estoy convencido de que este año vamos a superar esa meta y seguramente estaremos muy cerca del récord histórico de nuestro país», expresó el titular de Gobierno.

Dijo estar ofendido cuando se tergiversa y manipula la información sobre los resultados de la lucha contra los cultivos de coca y la producción de droga, y se culpa al Gobierno de hacer poco para erradicarla.

Comparando con los países productores de coca (Perú y Colombia), la producción de Bolivia significa un 20% del total, mientras que los otros países cultivan el 40% cada uno. Perú produce 61 ha de coca, mientras que Colombia tiene 57.000 ha cultivadas.

El 2010 fue el año que menor nivel de cultivos de coca hubo en Sudamérica. Las estadísticas muestran que hubo 149.200 ha lo que representa un -6% comparado al año previo.

Incremento en el trópico

Según la cuantificación de coca del monitoreo de la ONUDD, en el departamento de Cochabamba se incrementaron los cultivos de la hoja en un 4,1%. El 2009, las cifras registraron 9.700 hectáreas. El informe de este año, respecto a la anterior gestión establece 10.100 hectáreas excedentarias. En esta región, una hectárea de este cultivo produce alrededor de 2.764 kilos de hoja de coca secada al sol en un período de un año. Por otro lado, Carrasco fue la provincia que más aumentó su cultivo, de 3.795 a 4.338 ha, lo que significa, un aumento del 14%, según el informe del organismo. En contraposición está la provincia del Chapare, que disminuyó en 3% sus cultivos; es decir, de 5.020 ha a 4.855 ha.

Cocales aumentan 9,2% en el TIPNIS

En los parques nacionales Isiboro-Sécure y Carrasco del trópico del departamento de Cochabamba, se contabilizaron un total de 2.214 ha de cultivos de coca, según el informe del Monitoreo de Cultivos de Hojas de Coca 2010 de la ONU. En relación con el año anterior, en el parque Isiboro Sécure (TIPNIS) el incremento fue de un 9,2% (de 1.083 ha a 1.183 ha) mientras que en Carrasco, fue de 5,9% (de 904 ha a 1.031 ha).

«El 22% de los cultivos ilegales están dentro de los parques nacionales, mientras que el 78% está fuera. Esta información ha sido compartida con el Gobierno y está procediendo a hacer campañas de erradicación en estas zonas de los parques», explicó el representante de la Oficina de las Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito (ONUDD) en Bolivia, César Guedes.

Gonzalo Quezada, director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) confirmó que tanto en Isiboro Sécure como en Carrasco ya se han desplegado operaciones «muy importantes» de interdicción.

Sacha Llorenti, ministro de Gobierno, resaltó, sin embargo,  que el informe reflejaba una tendencia decreciente de cultivos de hoja de coca en los parques nacionales del país.

«El 2004 en Isiboro Sécure se registraron 2.807 ha mientras que el 2010 se contabilizaron 1.183, es decir, una tendencia a la erradicación. Nosotros somos muy claros, en los parques nacionales, en la áreas protegidas, es coca cero con erradicación», sostuvo el titular del Gobierno.

En Bolivia existen 21 áreas protegidas, en un área de 165.000 km2, lo que representa aproximadamente el 15% del territorio. Las autoridades indican que el Estado tiene la obligación de evitar cualquier cultivo de hoja de coca en cualquiera de los parques nacionales y la erradicación es forzosa.

Opiniones sobre el informe de UNODC

Antonio Franco (UN)
En Bolivia seguimos igual de mal

«Pueden ser 50 ó 100 hectáreas, pero son 19 mil hectáreas excedentarias destinadas al narcotráfico. El informe sólo muestra que en Bolivia seguimos igual de mal».

Adrián Oliva (PPB-CN)
Datos confirman estado de situación crítica

«Los datos no son alentadores, lo que hacen es confirmar un estado de situación que es bastante crítico. En Bolivia estamos cerca a las 40 mil hectáreas de cultivo de coca».

Edwin Tupa (MAS)
Se debe implementar el satélite Túpac Katari

«De una vez se debería implementar el satélite Túpac Katari para focalizar las plantaciones de hoja de coca. Lo que nos falta es tecnología para mejorar la lucha contra las drogas».

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Riesgo de convulsión

De nada sirvieron las escasas y tardías explicaciones de algunas autoridades, el rumor había echado raíces

Por La Razón

/ 16 de mayo de 2024 / 06:25

En menos de una semana, el Gobierno promulgó un decreto supremo y lo abrogó debido a amenazas de movilizaciones y actividades de protesta contra la norma, que, como tantas otras, no había sido promocionada y mucho menos socializada, lo cual permitió que circule abundante desinformación que galvanizó las posiciones de rechazo. El Gobierno dio el paso atrás para evitar la “convulsión”.

Se trata del DS 5143, creado, según autoridades de gobierno, para transparentar los trámites de propiedades en las oficinas de Derechos Reales y desburocratizar el procedimiento, que actualmente puede tardar hasta dos o tres años. Según el viceministro de Defensa del Consumidor, el decreto disponía la bancarización, para pagos en línea, y la interoperabilidad, para el cruce de información entre gobiernos municipales, el Servicio General de Identificación Personal (Segip) y el Servicio de Registro Cívico (Serecí); además, se trataba de la actualización de un decreto promulgado durante el gobierno de Carlos Mesa en 2004.

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Nada de esto es lo que se discutía en las calles y centros de reunión de opositores: se especuló que el decreto serviría para posibilitar la intromisión del Estado en la administración y la tenencia de la propiedad inmueble de privados o que exigiría una nueva certificación para trámites de compra-venta. De nada sirvieron las escasas y tardías explicaciones de algunas autoridades, el rumor había echado raíces y se multiplicaban las amenazas de movilizaciones.

Más tardó el Presidente en anunciar la abrogación de la norma que los líderes de las únicas dos fuerzas políticas con representación parlamentaria en salir al espacio público y celebrar la “derrota” del Gobierno. En tiempos de política de suma cero, poco o nada importa la relevancia o necesidad de políticas públicas: todo se reduce a imponer las ideas propias y evitar a cualquier costo las opuestas. Agréguese a ese estado de cosas una gestión gubernamental llena de contradicciones y se produce lo que tantas veces se ha lamentado en este mismo espacio: pérdida de confianza de la población en las instituciones gubernamentales.

La creciente conflictividad, las dirigencias opositoras claramente orientadas a la solución por el desastre y la incapacidad gubernamental para crear y sostener alianzas y consensos (excepto cuando se trata de apropiarse del partido político), son un buen caldo de cultivo para la convulsión, lo cual no significa que haya, en realidad, planes para provocarla y forzar la caída del Gobierno.

En tiempos cuando menudean los discursos desinformadores y polarizadores, además de la memoria reciente de hechos sediciosos, es tentador acusar a la oposición, o a agentes no identificados, de buscar la convulsión; sin embargo, también suele ser evidente que los conflictos pueden ser fabricados con el propósito de influir sobre el ánimo de la población. Identificar quién gana más con la polémica, el conflicto y la abrogación del mentado decreto serviría para señalar quién es el más interesado en que haya miedo por la amenaza de convulsión.

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Día del Periodista

Por La Razón

/ 12 de mayo de 2024 / 00:57

El 10 de mayo, las y los periodistas de Bolivia recordamos nuestro día. ¿Hay algo que celebrar?, nos preguntamos. Y sí, existen motivos. Pero también hay nubarrones para el oficio. Por ello, más allá de los homenajes, fue un día de balance y reflexión. ¿En qué condiciones realizamos nuestra labor? ¿Cuánto aportamos a la conversación pública en democracia? ¿Cómo nos ve la sociedad?

Hace más de ochenta años, en 1938, el presidente Germán Busch promulgó un decreto supremo – luego elevado a rango de ley– que creaba la Caja de pensiones, jubilaciones y montepíos de los trabajadores asalariados de la prensa. No fue una concesión, sino una conquista como resultado de años de exigencia de derechos. Así, el 10 de mayo fue declarado Día del Periodista. Tiempo después, en 1953, un decreto supremo del presidente Víctor Paz Estenssoro estableció ese día como feriado para los periodistas.

De ese modo, cada 10 de mayo las y los periodistas revindicamos nuestro oficio y recibimos homenajes, salutaciones, reconocimientos. Es como un día destinado a elogiar el lugar que ocupa el periodismo en una sociedad democrática. Celebramos pues que, pese a dificultades y condiciones adversas, seguimos en el empeño diario de brindar información y opiniones como insumo para la deliberación colectiva. Sostenemos asimismo la necesidad de garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información.

Pero el Día del Periodista es, o debiera ser, además, una ocasión propicia para el balance, para mirarnos puertas adentro y evaluar nuestro desempeño. Este ineludible ejercicio frente al espejo no puede ser autocomplaciente ni tampoco de solo flagelación, sino autocrítico. Para empezar, es importante evaluar las condiciones difíciles, a veces precarias, en las que estamos realizando nuestro trabajo, en un contexto donde las nuevas tecnologías digitales plantean serios desafíos a los medios de comunicación.

Es preocupante asimismo para el oficio periodístico el escenario de crisis no solo político-institucional en el país, sino también la complicada situación económica. Trabajamos en medio de la incertidumbre, sin horizonte de futuro. Y somos parte de la persistente polarización, que bloquea el diálogo plural y dinamita los puentes de encuentro. Diferentes estudios de opinión señalan que la ciudadanía y los liderazgos ven a los medios como promotores del enfrentamiento. Y hasta nos perciben como actores políticos.

¿Cuánto estamos contribuyendo, en el día a día, a la convivencia en democracia? ¿Cómo mejorar nuestras condiciones de trabajo, libres de presiones y amenazas? Y la pregunta esencial: ¿estamos haciendo buen periodismo, conforme a nuestros códigos de ética o, más bien, un periodismo instrumental, con arreglo a nuestra propia agenda y otros intereses? Hay que celebrar el Día del Periodista con llamamiento urgente para cuidar el oficio y, entre otras cosas, frenar la degradación de nuestras asociaciones. 

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El MAS y la crisis

La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos

Por La Razón

/ 9 de mayo de 2024 / 06:39

Para nadie debe ser desconocido que el Movimiento al Socialismo (MAS) es la fuerza política más importante de las últimas décadas y el único partido con estructura y potencia suficientes para intervenir en todas las esferas de la vida pública. Sin embargo, precisamente por estos atributos, la feroz lucha que han desatado sus dirigentes no solo afecta al partido, sino a todo el Estado.

Más tardó en terminar el X Congreso del partido, el domingo, en la ciudad de El Alto, convocado por el “ala arcista” del partido, que portavoces del “ala evista” en descalificar el encuentro de la peor forma posible y amenazar con todo tipo de recursos, legales y no, para impedir que las decisiones acordadas lleguen a materializarse.

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No es para menos: se ha elegido a un nuevo jefe nacional del partido, honor que recayó en Gróver García, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), afín al presidente Arce, y se ha decidido revisar el estatuto del MAS para eliminar la disposición que concede la dirección vitalicia del partido al expresidente Evo Morales y para eliminar la restricción de antigüedad como militante para asumir cualquier candidatura.

Para que el congreso masista pudiese llevarse a cabo y que contase con la presencia de veedores del Tribunal Supremo Electoral (TSE), hizo falta que una Sala Constitucional de La Paz ordenase al Órgano Electoral cumplir con el artículo 30 de la Ley de Partidos Políticos. Entre analistas y opinadores de todas las tendencias hubo consenso en que se trata de un nuevo “fallo a la carta”, de los que menudean desde que los magistrados del Órgano Judicial decidieran autoprorrogarse.

A esta evidente muestra de injerencia de un órgano sobre otro (primero el Ejecutivo sobre el Judicial y luego éste sobre el Electoral), se suma la cantidad de ocasiones en que delegados y portavoces del evismo han descalificado al TSE y sus resoluciones por ser contrarias a sus intereses y expectativas. La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos.

Súmese a este estado de cosas la previsible pugna que se desatará en la Sala Plena del TSE cuando algunos vocales intenten incidir en favor de uno u otro aspirante a candidato. Entonces, las acusaciones y descalificaciones que hoy se sugieren, serán amplificadas, dañando de manera feroz la credibilidad y reputación del órgano llamado constitucionalmente a administrar los procesos que dan sustento al sistema democrático boliviano y a dar legitimidad a las autoridades electas.

A estas alturas de la lucha es, pues, evidente que sin importar el tono y el contenido de los mensajes que una y otra facción del MAS publicitan, lo verdaderamente central para ambas partes es asegurar que el candidato propio llegue a la papeleta y/o que el contrincante no lo logre. Si para tal fin tienen que terminar de romper la institucionalidad del Estado, no dudarán en hacerlo, y eso son malas noticias.

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Democracia en riesgo

Por La Razón

/ 5 de mayo de 2024 / 00:34

La reciente decisión de una sala constitucional en torno al “congreso del MAS-IPSP” convocado por dirigentes de la facción arcista constituye una tosca injerencia en las competencias del TSE. Y cruza un límite que pone en riesgo no solo la institucionalidad electoral, sino la propia democracia. Es fundamental ponerle freno antes de que conduzca a una deriva autoritaria.

 Una de las condiciones fundamentales de un Estado de Derecho es la autonomía e independencia de los órganos del poder público, además de su separación. Cuando uno o más órganos se subordinan a otro o surge una especie de suprapoder, esa estructura y organización funcional del Estado se resquebraja. Asimismo, cuando el sistema de gobierno empieza a depender de decisiones arbitrarias e inconstitucionales, la democracia está en riesgo. Estamos transitando ese muy peligroso umbral en el país.

En nuestro proceso de construcción y reforma estatal, no es nuevo que el Legislativo dependa de los mandatos del Ejecutivo. Tampoco es raro que la administración de justicia esté subordinada al poder político y a poderes fácticos. Lo crítico es que surja un suprapoder que imponga sucesivos fallos por fuera del marco constitucional y pisoteando la institucionalidad democrática. Desde el año pasado hay un suprapoder en Bolivia que, en consorcio con actores políticos, opera desde el TCP y algunas salas constitucionales.

A punta de sentencias, declaraciones y autos constitucionales, y algunas acciones de defensa, un arriesgado suprapoder está llevando a límites insostenibles el funcionamiento de los órganos del poder público y del sistema de gobierno. Así, bloquearon las elecciones judiciales, suspendieron las funciones de fiscalización de la ALP, se autoprorrogaron, beneficiaron a terratenientes y ahora están emitiendo “instrucciones” sobre las organizaciones políticas y los procesos electorales. Es inaceptable.

Es muy complicado y sensible para el TSE gestionar las disputas internas en los partidos, en especial en este momento la batalla entre facciones en el MAS-IPSP. Debe hacerlo en estricto cumplimiento de la Ley de Organizaciones Políticas y de los estatutos partidarios. ¿Qué ocurre cuando una sala constitucional, desde su filiación política, impone acciones que violan la normativa y vulneran las atribuciones del organismo electoral? Eso es lo que acaban de hacer, sin sonrojarse, los vocales Campero y Angles.

En un pronunciamiento difundido este viernes, las autoridades del Órgano Electoral Plurinacional exigen con timidez el respeto a la independencia de poderes para garantizar la democracia en el país. No es una exigencia menor. En realidad, se está advirtiendo que, si magistrados y jueces continúan perforando el sistema y la institucionalidad electoral, la democracia boliviana está en riesgo. Es fundamental que la disputa política no termine derrumbando el orden constitucional y el régimen democrático.

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Elección en suspenso

Las reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre

Por La Razón

/ 2 de mayo de 2024 / 06:16

Como se decía días atrás en este mismo espacio, hace mucho que actores políticos y operadores judiciales están empeñados en frenar sin fecha las elecciones judiciales. El más reciente fallo constitucional ordena no solo paralizar el proceso, sino devolverlo al inicio y comenzar con una nueva ley de convocatoria; el argumento es la defensa de derechos, pero la intención tal vez no.

El 18 de abril, Yeny Duri, dirigente indígena y abogada, candidata eliminada en el proceso de preselección, presentó una acción popular en la que denunció que las aspirantes indígenas de Pando no recibían un trato equitativo en comparación con las de otros departamentos, señalando la falta de oportunidades equitativas en el proceso de preselección. La Sala Constitucional Primera de Cobija emitió el lunes una medida cautelar que suspendió el proceso de preselección en curso y luego, el martes, dictaminó que el proceso de preselección debía dejarse sin efecto completamente, argumentando que la convocatoria inicial no había considerado adecuadamente la inclusión de mujeres e indígenas, e instruyó elaborar una nueva.

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La reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre, pues si bien hay voces, como la del expresidente Eduardo Rodríguez, quien argumentó que la Sala Constitucional de Cobija era incompetente para emitir tal fallo y que sus razonamientos eran improcedentes, sugiriendo que la Asamblea Legislativa debería continuar con el proceso de preselección, la Comisión Mixta de Constitución decidió entrar en cuarto intermedio hasta hoy, a la espera de la notificación oficial del fallo.

El Presidente de la Comisión, Miguel Rejas, del MAS, afirmó que la intervención de la Sala es una «aberración» y criticó duramente a los vocales que concedieron la tutela a la candidata Duri; dijo también que el fallo fue resultado de manipulaciones por parte de vocales y jueces, sugiriendo que algunos de ellos habían sido influenciados por quienes presentaron amparos.

A su vez, la senadora Andrea Barrientos indicó que el fallo de la Sala es «ilegal e inaplicable» y que ninguna sala constitucional tiene la competencia para declarar la inaplicabilidad de una ley, especialmente de la Ley 1549, que ha pasado por control constitucional y cuenta con amplio respaldo legislativo. El diputado por Creemos Leonardo Ayala argumentó que la decisión vulnera los derechos de los más de 400 postulantes habilitados para el proceso de preselección. El Presidente Nato de la Asamblea, como es habitual, no apareció.

La interminable sucesión de recursos judiciales y constitucionales, sumada a la incapacidad de las y los legisladores para acordar un plan de acción capaz de superar los obstáculos que unos y otros ponen en el camino, muestra todo, menos voluntad política, para cumplir con el mandato constitucional de realizar la elección de autoridades del Judicial. Mientras tanto, el sistema judicial boliviano se hunde irremediablemente.

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