FELCN confiscó 426 toneladas de droga y detuvo a 308 extranjeros vinculados con el tráfico de drogas
De acuerdo con el Viceministerio de Defensa Social, la fuerza antidroga destruyó 4.023 fábricas de cocaína, 4.562 pozas de maceración, además desmanteló 35 laboratorios de cristalización de cocaína y 37 laboratorios de reciclaje de cocaína.
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), en coordinación con el Viceministerio de Defensa Social, confiscó, mediante la ejecución de 12.027 operativos, 426 toneladas métricas de droga en el país, de las que 36 son cocaína y 370 toneladas marihuana.
Los efectivos antidrogas lograron detener en las diversas acciones directas a 308 ciudadanos extranjeros vinculados con el tráfico de drogas.
Esta información fue proporcionada por el Viceministerio de Defensa Social, entidad gubernamental que registró la destrucción de 4.023 fábricas de cocaína, 4.562 pozas de maceración, además del desmantelamiento de 35 laboratorios de cristalización de cocaína y 37 laboratorios de reciclaje de cocaína.
La FELCN procedió desde enero hasta el 18 de noviembre a la detención de 3.734 personas implicadas con la actividad del narcotráfico, de cuya cifra 3.426 son bolivianos y 308 extranjeros, de los que 71 son peruanos, 49 brasileños, 42 colombianos, 27 argentinos, 14 chilenos, 14 paraguayos, once españoles, seis uruguayos, seis checos, cinco franceses, cinco ecuatorianos, cuatro venezolanos, cuatro sudafricanos, tres estadounidenses, tres italianos, tres israelís, tres libaneses y tres rusos. Lo curioso del reporte es que no se registra a ningún ciudadano mexicano detenido.
Además de dos tailandeses, dos kazakhstanis, dos dominicanos, dos belgas, dos tanzanos, dos nicaragüenses, dos ingleses, dos africanos, dos chinos, además de 17 ciudadanos extranjeros de lo que resaltan los de nacionalidad ucraniana, cubana, vietnamita, irlandés, polaca rumana, alemana, danesa, entre otras.
Para la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD) en Bolivia, no existen cárteles de la droga, sino grupos de crimen organizado dedicados a la producción y tráfico de drogas.
En ese marco, considera que la figura de cárteles fue desplazada, por lo menos en la parte sur del hemisferio, siendo reemplazada por las organizaciones criminales, las mismas estarían impulsando la producción de droga en Bolivia y el tráfico de sustancias controladas.