Bolivia y Perú tienden cerco policial en la frontera para capturar a vinculados con la violencia en Apolo
En un comunicado, la Cancillería de Perú aclaró que su frontera colindante con el área de conflicto en Bolivia no fue cerrada, aunque informó que trabajan coordinadamente con las autoridades bolivianas para labores de seguridad en la zona.
Los gobiernos de Bolivia y Perú trabajan en el establecimiento de un cerco policial en ambos lados de la frontera para la captura de los responsables de los hechos de violencia en Apolo, donde el fin de semana murieron cuatro personas por herida de bala (dos militares, un policía y un médico) y 14 resultaron heridas por armas de fuego.
Según un comunicado de prensa de la Cancillería del Perú, ambos gobiernos “han dispuesto establecer un cerco policial en ambos lados de la frontera, con el propósito de facilitar la captura de los responsables por los ataques perpetrados en la localidad de Apolo”. El documento, fechado el martes 22 de octubre, se encuentra publicado en la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores peruano.
Los hechos de violencia fueron registrados el sábado, día en el que perdió la vida un policía; luego, el domingo falleció otro policía y el martes fueron encontrados los cuerpos sin vida de un militar y un civil que fueron declarados desaparecidos. El Gobierno de Bolivia informó además de 14 heridos de bala, en lo que denominó una emboscada planificada por personmas vinculadas al narcotráfico y con nexos en Perú.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó el lunes que solicitó a la embajada de Perú cerrar su frontera con Bolivia en la zona colindante a Apolo. La Cancillería en Lima informó ayer que la frontera no fue cerrada.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores informa que tras el lamentable ataque ocurrido en la localidad boliviana de Apolo, cercana al Perú, la frontera común entre el Perú y Bolivia no ha sido cerrada, tal como ha sido difundido por algunos medios de prensa”, aclaró.
“El ataque contra efectivos del Grupo de Tarea Conjunta de erradicadores de coca del gobierno de Bolivia, se produjo al norte del departamento de La Paz, Bolivia, colindante con las provincias de Moho y Huancaré del departamento de Puno, en una zona donde no existen pasos de frontera establecidos”, refiere el comunicado oficial.
Un grupo de efectivos policiales fue trasladado hasta Apolo para el rastrillaje y búsqueda de los posibles vinculados con los hechos de violencia del sábado. La Justicia remitió ayer a la cárcel, con detención preventiva, a nueve de 11 detenidos.