Comando naval ordenó zarpar el buque pese a desperfectos
Irregular. No tenían previsto llevar a los cuatro trabajadores de la prensa
El Comando de la Armada ordenó zarpar al remolcador TNR-12 que naufragó en la hidrovía Paraguay-Paraná, pese a recomendaciones oficiales de no hacerlo, porque esta embarcación junto a otra, de las cinco, estaban inoperables, según una alta fuente naval.
La travesía, que era parte de una instrucción de la Escuela Naval Militar entre Puerto Quijarro (Bolivia) y Asunción (Paraguay), empezó el 21 de septiembre. Al día siguiente, el buque TNR-12 se volcó, debido al hundimiento de la chata que empujaba. Producto del accidente, dos personas fallecieron, la periodista Liliam Ortega y el subrigadier Jesús Quispe.
La fuente militar, que pidió el anonimato, declaró a La Razón que, días antes del viaje, los encargados de las embarcaciones realizaron inspecciones y dos de ellos informaron que había problemas con sus barcazas. Por eso elevaron informes escritos al comando en los que advertían que los botes estaban inoperables para el recorrido.
Itinerario. “La Orden de Operaciones Asunción 15/14 no estaba en condiciones y, a pesar de ello, el Comando de la Armada Boliviana ordenó zarpar y todos los buques lo hicieron, ya que los militares solo cumplimos órdenes”, dijo la fuente.
En la Dirección de Comunicación Social y Prensa de la Armada informaron que no pueden emitir ningún criterio, ya que el trabajo de investigación de las causas del “accidente fortuito” está en pleno proceso de investigación por el juez sumariante asignado, por lo que se debe esperar el resultado final.
El entrevistado también informó que los jefes de esta fuerza ordenaron la inclusión, dentro del buque TNR-12, de cuatro personas, dos periodistas y dos camarógrafos, esto dos horas antes de zarpar. En la lista estaban registradas 23 personas y con los nuevos llegaron a ser 27. Aparte, se comunicó que hubo otros dos tripulantes que no estaban en listas. “En las anotaciones no se tenía previsto que viajen periodistas y faltando dos horas aumentaron ese personal, por eso hubo sobre- pasajeros”, indicó.
Además hizo notar que hay un informe en sentido de que las cinco barcazas no contaban con los chalecos y botes salvavidas que requiere una embarcación, la misma que se fija de acuerdo con la cantidad de personas que viajan. Incluso, al ver esta irregularidad, algunos oficiales de los navíos tuvieron que comprarse sus propios chalecos salvavidas, porque la Armada no les dotó ese implemento.
Respecto a las causas que causaron el naufragio, este diario informó, el 25 de septiembre, que el siniestro, cerca del Fuerte Coimbra (Brasil), se debió a que la chata en la que se llevaba carga se hundió y jaló al buque que la remolcaba hasta volcarlo.
Esta información fue corroborada por la fuente castrense, quien aseguró que este informe está en manos del Comando de la Armada Boliviana. También se corroboró la falta de equipamiento en las barcazas. Tras el siniestro, el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, instruyó un proceso sumarial contra dos autoridades militares que debía durar diez días. Al parecer se pedirá ampliar el plazo.
Proceso del sumario informativo
Trabajo
Según informes extraoficiales, el proceso sumarial en el caso de hundimiento de la barcaza TNR-12 en donde murieron dos personas, durará más de 15 días, pese a que jefes militares indicaron que el plazo es de 10 días.
Precaución
Una persona que participó en la travesía en el buque y salió ilesa del hecho también contó que no todos los pasajeros tenían puestos los chalecos salvavidas, pese a que el comandante de la embarcación les insistió en que se los coloquen por su seguridad.
Cadete hizo guardia antes del naufragio
Jesús Rubén Quispe Churata, cadete de la Escuela Naval Militar que falleció en el naufragio del buque boliviano en la Hidrovía Paraguay-Paraná cerca del Fuerte Coimbra (Brasil), fue sorprendido por el accidente cuando estaba dormido, ya que hizo guardia la noche anterior. La información la reveló una alta fuente militar que tuvo acceso a los actuados sobre el siniestro, que segó la vida de dos personas.
“El cadete Quispe hizo guardia toda la noche y por eso ingresó a su camarote a descansar, según lo que indican esto fue luego de desayunar junto a toda la tripulación”, contó el entrevistado. Añadió que el cuerpo del alumno tenía puesto su chaleco salvavidas.
La embarcación TNR-12 siniestrada formaba parte de las cinco utilizadas para un viaje de instrucción de la Escuela Naval Militar entre Puerto Quijarro (Bolivia) y Asunción (Paraguay).
Ortega quiso filmar el suceso
Una fuente militar afirmó que la periodista Liliam Ortega, que falleció en el naufragio de la barcaza TNR-12 el 22 de septiembre, regresó a su camarote para sacar su cámara filmadora y grabar lo que estaba sucediendo. Ella sabía que había problemas.
El naufragio se dio en una travesía en la Hidrovía Paraguay-Paraná cerca del Fuerte Coimbra (Brasil). Según los informes, la periodista fue encontrada muerta luego de 24 horas de búsqueda, el 23 de septiembre, dentro de su camarote.
“Lastimosamente, en el momento del naufragio la periodista Ortega entró a su camarote para sacar su cámara para grabar lo que estaba pasando, señala el informe”, aseveró el uniformado naval que pidió no ser identificado por temor a sanciones. El entrevistado aseguró que esta información ya está en manos del Comando de la Armada Boliviana.
La nueva versión corrobora la publicación que hizo este diario, el 25 de septiembre, en el que se dijo que la comunicadora fue a recoger sus pertenencias a su camarote tras enterarse de que la embarcación se hundía. Asimismo, testigos que sobrevivieron al accidente fatal, contaron de que la embarcación se sumergió bruscamente en al menos tres minutos, lo que habría sorprendido a la periodista en el lugar.
En ese sentido, la fuente entrevistada, sostuvo que en el hecho no se pudo hacer nada porque el accidente se dio de manera “muy rápida” tras el repentino quiebre de uno de los tres cables que lo unía a la chata.