Presos pudientes negocian con prediarios de reos necesitados
Cochabamba. En al menos 5 cárceles ‘venden y compran’ el beneficio
El prediario, monto de dinero destinado a la alimentación diaria de presos, es negociado por reos en penales del valle. Este beneficio es “comprado”, “vendido” o prestado con altos intereses. El retraso por parte del Ejecutivo en el pago desata motines porque afecta al “negocio”.
“Hay muchos reclusos que se dedican a la compra y venta de prediarios, lo compran a bajo precio y lo venden al doble”, aseveró Erwin Sandóval, director regional de Régimen Penitenciario. La “anomalía” fue advertida durante el pago de ese beneficio, a mediados de diciembre de 2014, en el penal de San Sebastián varones. Al menos 15 personas cobraban diferentes montos, pero cuando se dieron cuenta de que eran observados, dejaron la tarea.
“Me duele mucho. Tres funcionarios pagan los prediarios y más allá hay una cola de personas cobrando 50 centavos para una cosa, Bs 5 para el gimnasio, aporte para tal cosa, para entrar a algún lugar, otra cosita por allá, préstamos de dinero y con eso se acaba (el prediario)”, explicó.
Monto. Las gobernaciones pagan Bs 6,60 por día a cada recluso para su alimento diario. O sea, cada interno recibe mensualmente Bs 198, pero éste es “comprado” por los negociantes en Bs 60, 80 o 100, cuando los recursos no les son entregados puntualmente y “vendido” al doble, a deuda, a quienes necesitan dinero con urgencia.
La irregularidad también fue denunciada al representante de la Defensoría del Pueblo en Cochabamba, Andrés Cuevas, quien informó que los internos alertaron sobre los cobros y que esto fue puesto a conocimiento de Régimen Penitenciario. “Es la primera vez que conocemos de estos actos irregulares, por lo menos durante mi gestión, para que se hagan las investigaciones”, dijo.
Sandóval aseguró que el penal de El Abra no tiene este problema identificado en San Sebastián varones y que se presume que se repite en San Sebastián mujeres, San Antonio, San Pedro y San Pablo. En El Abra tienen una “olla común”, porque todo el dinero que les corresponde lo dan a una concesionaria que compra víveres y contrata a reclusos para que cocinen para toda la población penal. En cambio, en los demás penales se les paga en efectivo a cada preso, lo que expone a reos de bajos recursos a ser sujetos de cobros irregulares.
Para evitar el negociado, Sandóval busca replicar el modelo de El Abra o mejorarlo como el implementado en Palmasola, donde los privados de libertad que cocinan reciben 13 horas de redención por el trabajo, “esa es la idea que queremos trasladar aquí”, manifestó.
Sandóval explicó que también se recibieron denuncias sobre personas pudientes que estarían prestando dinero con intereses hasta del 20% o, caso contrario, recibirían una compensación en ropa y zapatos para que sus esposas los vendan afuera. Esta situación fue comprobada en los penales de San Sebastián varones y mujeres, agregó la autoridad.
“Los reclamos (motines) no se dan porque el privado de libertad necesita el dinero para comer, sino porque detrás de esa gente (en las protestas) están los poderosos que deben cobrar el dinero. Tenemos algunos nombres identificados”, advirtió.
Inseguridad en penales del valle
Balacera
Los abusos contra internos al interior de El Abra y las pugnas por el poder derivaron, el 14 de septiembre, en una balacera que segó la vida de cuatro reclusos y dejó a nueve heridos, además de dos mujeres.
Fosas
Dentro de El Abra no solo se extorsionaba y torturaba a los reclusos para obtener dinero, sino que también había alcohol, drogas y armas, almacenados en al menos diez fosas construidas debajo de los pisos.
Forado
La complicidad entre reos, policías y funcionarios de Régimen Penitenciario provocó la comisión de delitos, tras los cambios en El Abra. En otros recintos hay resistencia e intentos de fuga. En San Sebastián varones, cuatro internos hicieron un forado que fue descubierto en diciembre. El martes, otros cuatro reos de San Antonio intentaron fugar, aprovechando
un motín.