Bolivia no tiene ni nombres para su embajada en Brasil
Designación. Hay cuatro puestos vacantes en el servicio exterior
El 30 de abril, Jerjes Justiniano dejó el cargo como embajador de Bolivia en Brasil. Desde entonces, el puesto está vacante porque el Gobierno aún no designó a su reemplazante, mientras que Brasil tiene un representante, pero tras dos años de vacío. Hay otras tres legaciones disponibles. Así, España, Paraguay y el Vaticano también están sin delegados oficiales del Estado Plurinacional y aún no hay una fecha para llenar las vacancias.
Esta semana, la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño evaluó y aprobó el nombramiento del diplomático Raymundo Santos Rocha, elegido por la presidenta Dilma Rousseff, para representar a su nación en Bolivia. Empero, aún no llegó ninguna postulación a la Comisión de Relaciones Internacionales del Senado de Bolivia, que deberá evaluar el nombramiento del futuro embajador.
Relaciones. “No tenemos en este momento ningún nombre en la comisión, estamos a la espera. Seguro en el transcurso de la próxima semana se hará la designación, pero por ahora no hay nada”, comunicó la senadora Patricia Gómez (PDC), presidenta de esa entidad legislativa.
Ambos países dejaron pendiente la designación de sus embajadores, no obstante las relaciones diplomáticas y comerciales continúan vigentes. Brasil es el principal socio comercial de Bolivia, ya que el 30% de las exportaciones van dirigidas a ese mercado, sobre todo, gas natural.
En 2013, la presidenta Rousseff destituyó al embajador en Bolivia, Marcel Biato. La medida se adoptó luego de que Bolivia protestó por la ayuda que el diplomático prestó al exsenador opositor Róger Pinto para salir del país. El político fue condenado a un año de prisión por delitos de corrupción, pidió refugió a Brasil y permaneció en su embajada en La Paz durante 15 meses. A principios del pasado mes, Brasilia le concedió el asilo.
El senador brasileño Ricardo Ferraço, miembro de la comisión que evaluó a Santos Rocha, informó el martes a La Razón que la demora en su país fue por el “letargo” del gobierno de Rousseff y consideró que fue “una mala coincidencia” que la decisión haya sido paralela con el refugio que le concedió su país al exsenador Pinto.
Sin embargo, el expresidente boliviano Jorge Quiroga (PDC) aseveró que si el exsenador no conseguía refugio, no se hubiera designado al embajador. “Se deben reponer embajadores”, expresó, por la urgencia de tratar temas como el narcotráfico y la venta de gas.
Justiniano fue cesado en sus funciones a fines de abril y esa legación está vacante hasta ahora. Ocurre lo mismo en España, luego que Carmen Almendras renunció el año pasado. En agosto, Armando Loaiza, embajador ante el Vaticano, también tuvo que dimitir tras hacer polémicas declaraciones. La pasada semana, Rosendo Alpiri Nominé, representante en Paraguay renunció tras ser involucrado por efecto del caso Fondo Indígena.
Proyectos rezagados
Labor
Para la senadora Patricia Gómez, es importante restituir embajadores porque hay lugares donde “urge” su presencia, ya que se puede afectar el financiamiento de algunos proyectos en Bolivia.
Ramiro Prudencio Lizón: No es lo más cordial tener esas vacancias
Naturalmente, el hecho de que hayan puestos vacantes en las embajadas de Bolivia en esos países no es lo más normal, no es lo más cordial. Entiendo que hubo problemas peculiares en Brasil y, el caso más reciente, en el Vaticano, por lo tanto, es lo más deseable que a la brevedad el Gobierno boliviano reponga a sus embajadores.
Obviamente, esto no afecta las relaciones, pero ojalá hasta fin de año esos cargos sean ocupados nuevamente por los diplomáticos. En el caso de Brasil, fue el tema del exsenador Róger Pinto y el embajador Marcel Biato que creó un problema entre las dos cancillerías y por eso Itamaraty no quiso enviar todavía a su nuevo representante.
Pero ahora el contexto es otro y Brasil está dispuesto a mandar a su nuevo embajador y Bolivia también debe responder ante esa gestión que hizo ese gobierno.
Esperemos que lo mismo pase en España y Paraguay, donde no tenemos embajadores. Esas cosas suceden, pero eso no afecta las buenas relaciones entre los países. Yo creo que el Gobierno, hasta diciembre, deberá completar esos cargos vacantes. Los problemas que pudieron existir ya fueron superados y ahora el escenario es el más propicio para las designaciones.
Ramiro Prudencio Lizón es diplomático boliviano.